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acumular una infraestructura de servicios que le permitiera consolidar una expan-
sión demográfica y una dinámica urbana estables, ya que en sus primeros doscientos
cincuenta años de vida, por diversos motivos, fue reconstruida tres veces. En 1655 un
levantamiento indígena provocó la destrucción de la ciudad; en 1751, un terremoto
y la crecida del río Ñuble tuvieron similares consecuencias, y en 1835, un nuevo
terremoto obligó a disponer un renovado emplazamiento para la villa.
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, el cultivo de cereales en propiedades
agrícolas de pequeño y mediano tamaño en la cuenca ñublense, impulsó el creci-
miento urbano de la ciudad. Chillán se unió al puerto de Talcahuano en 1876 por
el ferrocarril, emergiendo como centro de intercambio entre los productores y sus
mercados de consumo en el país y en el extranjero. Este ciclo de prosperidad eco-
nómica permaneció vigente hasta fines de la década de 1880, cuando la integración
a la soberanía nacional de los territorios al sur del río Biobío incorporó al mercado
suelos más fértiles, dejando a Chillán en una situación de estancamiento que obligó
a muchos de sus habitantes a buscar fortuna en otras regiones.
La última gran catástrofe que castigó a la ciudad se registró en enero de 1939,
cuando otro terremoto volvió a dejarla en el suelo, obligando a reconstruirla prác-
ticamente desde cero.

CHillán Viejo

Desde su fundación, en 1996, se auto denomina “Cuna de la Patria” debido a
que corresponde al lugar donde -se dice- nació Bernardo O’Higgins, festejándose
por todo lo alto su natalicio, cada 20 de agosto.
En 1835, con ocasión de un nuevo terremoto en la zona central, el entonces
Presidente de la República, José Joaquín Prieto, ordenó el traslado de la ciudad a
los fundos Huadún, Tejar y Huambalí, zona aledaña al lado sur, sitio donde antes
se habían fundado tres sendos pueblos de indios. En verdad, de algún modo ya
coincidía en gran parte con la zona donde se había refundado Chillán durante
el año 1741, es decir, en el sector del Alto de la Horca, y que prácticamente
corresponde al actual plano damero de Chillán Viejo. Lo cierto es que de esta
forma, la ciudad quedó claramente dividida en dos partes, el Chillán nuevo y el
pueblo viejo, que tuvieron a partir de ese momento un crecimiento desigual. Sin
embargo, a fines de 1880 Chillán Viejo logró independizarse como comuna, pero
a principios de 1915 y por mala gestión administrativa, nuevamente fue anexada
a la comuna del nuevo Chillán. El año 1996, durante el mandato del Presidente
Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Chillán Viejo recuperó su calidad de comuna.

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