Page 29 - ÑUBLENSE 100 AÑOS
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a primera década de Ñublense en el Porteño de Paraguay, donde fue figura y rechazó años
fútbol profesional estuvo marcada por un contrato millonario en el camarín.
jugadores que se entregaron por puro “Uff, gran partido fue ese con la Selección Chi- 27
amor a la camiseta, se sobrepusieron Contra Cerro Porteño lena que se preparaba para el Mundial del 62’.
La descalabros económicos que sufrió Perdimos 4-0, pero Ñublense fue el único equipo
el club, se identificaron con la hinchada del Mer- jugué un partido al que le pasaron menos goles, porque a Temuco
cado y se transformaron en símbolos. le hicieron 9, a Concepción 12. En la selección
Uno de ellos es el recordado portero Luis Pérez extraordinario. Los estaban todos, Juan Ramírez, Jorge Toro, Leonel
quien atajó en el elenco chillanejo entre 1960 y dirigentes del club Sánchez, Tito Fouillioux. El estadio estaba lleno
1970 a pesar de tener solo ocho dedos debido y nos aplaudieron. La selección tuvo que luchar
a un accidente en el que perdió dos dedos de su paraguayo me fueron a para ganarnos, si hicieron apenas dos cambios”,
mano derecha tras manipular una motosierra. buscar al camarín para detalla, antes de evocar el choque con los gua-
Su caso fue único en Chile y el segundo en raníes en el que lo atajó todo.
Sudamérica ya que el golero Luis Maidana de llevarme, pero yo dije Ese fue un partido extraordinario de Pérez.
Uruguay, había perdido un dedo. Los dirigentes de Cerro Porteño hablaron con
“No me complicó nunca para atajar. Recuerdo que no, porque hace los de Ñublense, querían verlo, conversar con
a un arquero de Green Cross que le faltaba un poco había llegado a él. El presidente de Ñublense, Renato Solar, lo
bracito”, revela Pérez. llamó y les dijo “aquí está la maravilla”. “No es
Arribó a Chillán en 1959 proveniente de Cerri- Ñublense”. muy grande, pero en el arco parece un gigante”,
llos, Región Metropolitana. Antes había atajado comentaron los paraguayos.
en la reserva de Palestino, Unión La Calera y Tra- “Me preguntaron si quería jugar por ellos, yo
sandino, club que le quedó debiendo tres meses el “Condorito”, donde conoció a Óscar Rome- les dije que hace poco había firmado contrato y
de sueldo y lo incentivó a escuchar la oferta que ro, “Romerito”, uno de sus inseparables amigos pensé, qué pasa si soy un fracaso allá... me faltó
le hicieron desde Unión Español de Chillán, club en el camarín. quizás personalidad y dije que no. Igual no me
que preparaba su estreno en el Campeonato “Fue la época de grandes jugadores como arrepiento. A veces uno hace un partido bueno y
Regional de Concepción. Claudio González el zaguero argentino de gran diez no muy buenos. Quizás ellos vieron el bueno
Lo probaron en el Arenal del Estadio Municipal clase, le decían el ‘Piscola’, porque ese si no se mío, y después si no andaba bien, me manda-
y firmó por 240 escudos. tomaba una piscola no jugaba. El Chico Mejías, ban de vuelta. A Cerro Porteño le ganamos 3-1.
Todo marchó viento en popa hasta que el equipo el goleador Guillermo “Malloco” Pérez, Nacho Ñublense era fuerte de local. En ese partido nos
comenzó a bajar en la tabla de ubicaciones y no Silva, Orlando Muñoz, Roly Vásquez, Abarca, reforzamos con Veloso de la “U”, Juan Ramírez
había dinero para cancelar los sueldos. el Chico Oteíza, Rómulo Oses, Segundo Cas- de Colo Colo, Fuenzalida de Santiago Morning
tro. Estuvimos dos años invictos. Castro era un y Orlando Aravena de Unión Española. Hicimos
DEL REGIONAL A ÑUBLENSE espectáculo. Daba gusto verlo jugar. Mucha gente un buen equipo”, relata el ex arquero que brillaba
A fines de 1959 lo contactó Martín García, téc- decía vamos a ver a Castrito. También estaba el por su plasticidad para volar y saltar.
nico de Ñublense y le hizo firmar un contrato por mediocampista argentino Héctor Torres que era
adelantado por 150 mil pesos, aunque cuando potente y técnico. Miguel Ángel Stella, un diez que CAMPAÑAS, ENtRENADORES Y
llegó al cuadro ñublensino el nuevo entrenador era extraordinario. Jugaba como Lionel Messi. Era COMPAÑEROS
era el charrúa Adolfo Rodríguez. chascón. Escondía la pelota y salía disparado. De Los primeros años en el profesionalismo,
Vivió un breve tiempo en un hotel, y después aquí se fue a Francia. A mí siempre me salía una Ñublense protagonizó destacadas campañas. En su
acostumbraba a almorzar con otros jugadores de voladita buena. A la gente le interesaba que yo
Ñublense en el restaurant de Custodio González, volara. Siempre decían “falta la volada de Luchito”.
Tenía una gran agilidad y era seguro de manos.
En Concepción, los diarios me pusieron
el arquero volador”, recuerda Pérez,
quien fue protagonista del amisto-
so ante la Selección Chilena en
1961, para la inauguración del
empastado del estadio municipal
y luego del choque ante Cerro