Page 33 - ÑUBLENSE 100 AÑOS
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“SOPA DE RAÍCES”
os primeros años de Ñublense en el experimentado, a los laterales Mamani y “Rome-
profesionalismo estuvieron marcados rito” y a su amigo, el portero Luis Pérez. En los momentos más críticos, Oses se
por los eternos dramas dirigenciales transformó en el jugador solidario. Como
para cancelar los sueldos y las pensio- RIpOLL y LA pRImeRA Vez qUe alternaba su trabajo en Ferrocariles con el
Lnes donde vivían los jugadores. ROzARON eL AsceNsO de jugador de Ñublense, cuando en el club
Es por eso que muchos sobrevivían merced La primera mitad de la década del 60’ finalizó completaban tres meses impagos, él cedía
a la siempre oportuna ayuda de los feriantes del con un Ñublense en el quinto lugar en 1965. su sueldo para que fuera repartido entre sus
Mercado que aportaban alimentos y al apoyo Al año siguiente el arribo del técnico Caupoli- compañeros más necesitados.
de los hinchas más fieles que organizaban rifas y cán Peña, quien trajo valores de Colo Colo como “Una vez Rubén Latallada me pidió que lo
colectas para ir en ayuda de los jugadores. Esaú Bravo, revolucionó el estilo futbolístico de acompañara a la casa del presidente y alcalde
Esta cruda realidad la vivió Rómulo Oses Brito, Ñublense, que en 1967 se ubicó en un expec- Abel Jarpa. Cuando golpeó la puerta y salió el
recordado puntero izquierdo que vistió la casa- tante tercer lugar con símbolos como Eduardo presidente por la ventana le gritó: “Don Car-
quilla roja los años 1963 y 1964. Cortázar, el que posteriormente emigró de la los, necesito que me ayude, ya no aguanto
Oses arribó proveniente de Arturo Fernández mano del experimentado entrenador a Green más, estoy comiendo sopa de raíces con
Vial y cuando pensaba colgar los botines, el propio Cross de Temuco. mi esposa”. Me impactó. Estaba pasando
presidente de la época, Abel Jarpa, fue a buscarlo En 1968 el técnico Oscar Andrade lideró el hambre. Don Carlos le dijo, no te preocupes,
a la Maestranza de Ferrocariles, donde seguiría su primer semestre, pero el equipo sucumbió en el ándate a la casa y voy a solucionar tu proble-
carrera de mecánico diésel, para solicitarle que Torneo de Clausura. En ese equipo, encandiló la ma. Me partía el alma ver a mis compañeros
firmara en Ñublense. presencia del “gigante” Carlos Varela, un portero sin dinero para comer o amenazados en las
Jarpa había asumido en 1963 con Raúl Henríquez argentino de casi dos metros que cada vez que pensiones. Por eso cuando el tesorero Juan
como secretario y Juan Ortiz de tesorero, con la ingresaba a la cancha, depositaba sus dos guantes Ortiz les decía a mis compañeros que habla-
misión de financiar al club que no tenía plantel. sobre el horizontal con solo levantar sus manos, ran conmigo para poder repartirse mi sueldo,
Contaron con el respaldo de diversos hinchas, ante el asombro y admira- cuando iban a la maestranza, yo lo permitía,
como el comerciante Juan Pando del Mercado, ción de los hinchas. Tras porque tenía otro ingreso. Me hacía feliz ser
que comprometió su pequeña fortuna y Fidel un primer campeo- fraterno con mis compañeros.”
Yévenes, reconocido comerciante del mercado nato notable, bajó La vida, sin embargo, no siempre es justa
que vendía huevos. su rendimiento y y Oses vio truncada su carrera como jugador
La prueba de fuego de Oses fue en el Estadio no pudo repe- por la decisión de un ingeniero de la empre-
Seminario donde recibió el “empujoncito” del tir sus primeras sa ferroviaria.
recordado atacante José “Pato” Lagos. actuaciones en el “Yo había sido autorizado por el ingeniero
“Se acercó y me dijo, ‘tranquilo compadre, final del semestre. jefe de la Maestranza de Ferrocarriles para
que aquí le irá bien’. Y me asistió para hacer un Ñublense finalizó ir a entrenar. Pero esa dinámica me la cortó
gol. Con eso aseguré un contrato por dos años y séptimo. un nuevo jefe. Abel Jarpa me había ofrecido
hasta el día de hoy estoy agradecido”, evoca don Sin embargo, dos años más de contrato, pero el nuevo
Rómulo de 79 años. la mejor cam- ingeniero, al que no le gustaba el fútbol,
paña de la me hizo bailar con la fea. Un día me
JUGADORes INOLVIDABLes llama a su oficina y me obliga a
En esas dos temporadas, en las que Ñublense elegir entre seguir en el fútbol
finalizó undécimo y sexto respectivamente, con o ferrocarriles. Es decir, me
Lincoyán Neira y Fidel Cuiña como entrenado- iba a la calle. Entonces
res, compartió con una camada de jugadores que me acordé de mi padre
dejaron huella por su talento y personalidad. Juan, que fue ferroviario,
Es el caso del espigado volante uruguayo Rubén y con lágrimas en los
Latallada, quien combinaba el despliegue físico ojos bajé la escalera...
con la proyección ofensiva. sentí que me corta-
También brilló el enganche argentino Miguel ban los pies. Des-
Ángel Clemente, volante talentoso, pequeño, pués dejé de ir al
rubio, pecoso, de gran habilidad. estadio, porque
“Tenía la costumbre de decirme en los entre- el dolor era
namientos cuando me encaraba...”¡¡¡Cerrá la más gran-
concha..!!!”, porque le gustaba tirar túneles y de, hasta
hacer chiches”, recuerda entre risas Oses, que volví
quien acostumbraba a encarar, desbordar de a poco
y sacar centros envenenados. a asis-
Su primer gol se lo marcó a la Univer- tir para
sidad Técnica. Un zurdazo cruzado tras reunirme
pase de Hugo Bravo. con viejos
“En ese equipo costaba jugar, yo compañe-
era primera alternativa, pero como ros, muchos
era rápido y potente, era considera- de los cua-
do”, asegura. les, ahora ya
En esos planteles no olvida al puntero no están”, con-
Segundo “Chaplín” Castro, que cami- cluye el apodado
naba como el cómico del cine mudo “Tatita”, uno de los
y le pegaba con un chanfle endemo- ex jugadores más
niado a la pelota. Antolín Sepúlveda, respetados y queridos de
zaguero central impasable que marca- Ñublense.
ba presencia en el fondo, al volante
Héctor “Chino” Guajardo, un ocho