Page 43 - ÑUBLENSE 100 AÑOS

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De diciembre de 1971,
la tarde en que Ñublense

comenzó a sentenciar
su opción de lograr el
anhelado ascenso a
Primera División . Perdió
de manera increíble por

1-0 ante San Luis en el
estadio de Quillota.

El equipo de Pedro Morales sucumbió en la recta final y se despidió del título de la segunda División de 1971.
a campaña de 1969 encen- no”, recuerda Mario Osbén (65), ex arquero de Esa vez parecía que nada detenía a los
dió la ilusión en la hinchada esa campaña. El inolvidable “Gato” llegó con 20 chillanejos.
ñublensina. años a la tienda chillaneja proveniente de Depor- La tarde del 3 de octubre en el estadio municipal
El subtítulo de esa tem- tes Concepción, para transformarse en el mejor Ñublense superaba por 2-0 a Ovalle y se conso-
porada confirmó la capaci- arquero de la Segunda División. lidaba como puntero del torneo, relegando a sus
dad del club para pelear el “Pedro Morales era un técnico con poca expe- más cercanos perseguidores, Naval y Palestino.
ascenso como uno de los riencia, pero formó un equipo que fue sensación. Al domingo siguiente, el veloz puntero Luis
animadores del fútbol en el Hicimos una campaña extraordinaria, pero se “Bigote” Godoy, anotaba uno de los goles más
sur de Chile. nos fue el título de manera increíble”, recuerda rápidos en la historia del fútbol chileno.
L Y a pesar que en 1970 el el otrora puntero de ese equipo, Luis “Bigote” A los 15 segundos abrió la cuenta en el triunfo
equipo experimentó una notoria baja en la tabla Godoy, quien arribó a Ñublense tras ser descu- de Ñublense por 3-2 sobre Badminton de Curicó
de posiciones, en 1971 la esperanza renació de la bierto en Bulnes por Walter Pedutto y merced a en el estadio La Granja, hasta donde llegaron 2 mil
mano de un técnico estudioso y metódico como una colecta que le permitió juntar recursos para chillanejos. Sellaron la victoria, el propio “Bigote”
Pedro Morales, quien luego dirigiría la Selección pagar su pase. y Enrique Villanueva.
Chilena. Morales armó un equipo sólido. Del plantel de Posteriormente, en la décimocuarta fecha, venció
El presidente de la época, Mario Foster, un reco- 1970 se mantuvo una base. En ese grupo estaban 3-2 a Coquimbo con estocadas de Esteban Varas,
nocido empresario cinematográfico y propietario José Bobadilla, José Bravo, Eliecer Cerda, Luis Luis Godoy y el talentoso Neftalí Vásquez.
del recordado Cine Mafor, y el vicepresidente Mario Godoy, Neftalí Vásquez, los chillanejos Eduardo “Teníamos un gran equipo, jugaba muy bien ese
Avendaño (quien renunció en agosto de ese año de la Barra, Manuel “Camello” Salazar y Mario Ñublense, de local éramos fuertes y la barra del
para emigrar a Green Cross de Temuco, acom- Arriagada, los delanteros Luis Huaico y Aaron Mercado nos apoyaba mucho. Yo era un volante
pañados por Gastón Yéber como presidente de Ávila, a quienes se sumaron jugadores gravitantes de mucha condición física, con ida y vuelta, ese
la Comisión Fútbol y el gerente Julián González) como el zaguero central José Benito Ríos, quien siempre fue mi fuerte”, recuerda Orlando Aravena,
concretaron el arribo del adiestrador que había fue seleccionado nacional, el volante de corte ex volante de los diablos rojos en 1971.
sido jefe de cadetes de Huachipato y ayudante proveniente de Colo Colo, Orlando Aravena, el
técnico de Andrés Prieto en el primer equipo. mediocampista Francisco Silva, el goleador Esteban EL AMISTOSO FATAL
“Pedro era muy correcto, paternalista, amigo Varas y el atacante Enrique Villanueva. El plantel lo Sin embargo, hubo un hecho que marcaría el
del jugador, era un hombre al que no se le podía completaban Pedro Escalona, Anabalón, Peralta, descenso en el rendimiento del equipo.
fallar. Siempre estaba ahí para dar un consejo. A Julio Núñez y el portero suplente Mena. La noche del 20 de octubre de 1971, el plantel
veces yo me quedaba un día en la semana en El equipo no tardó en cuajar y protagonizó una de Ñublense fue invitado a disputar un amisto-
Chillán y viajaba el resto de los días a Concep- racha de 18 partidos invictos en Segunda División. so con Deportes Concepción, en el Estadio de
ción. Después él se fue a Colo Colo y me llevó. Jugaba a estadio lleno, promediaba 6 mil espec- Collao, en el marco de la despedida del jugador
Fue un entrenador muy comprensivo y cerca- tadores en cada duelo de local. penquista Osvaldo Castro, “El Pata Bendita”, por