Page 39 - ÑUBLENSE 100 AÑOS
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1964
Eduardo Cortázar saltó
de la Selección del Liceo
de Hombres al plantel de
Ñublense descubierto
por “Cachupín” González
quien por 50 escudos
lo integró a los diablos
rojos. Se debut fue
amargo. El Rojo perdió
con Colchagua 2-0.
Arribó con 15 años a Ñublense y en poco tiempo
demostró su jerarquía en un camarín plagado de
leyendas del 60’ que le enseñaron a meter sin
miedo en la cancha.
Tras descollar en el equipo chillanejo fue figura en
Temuco y saltó a la Selección Nacional. Hoy, con
68 años, dispara contra la dirigencia que olvidó a los
“históricos” del club.
penas 15 años tenía Eduar- Romero que jugaba de enganche.
do Cortázar (68) cuando Perdieron dos a cero, sus compañeros lo tapa-
saltó del equipo del Liceo ron a chuchadas y su padre el día lunes antes que
de Hombres a Ñublense fuera a clases le lanzó una sentencia: “Sé siempre
por 50 escudos. responsable, el fútbol es para hombres”.
Su padre, Roberto, “Esa fue una frase que me marcó. Cuando pasé
quien había sido diri- de los cuadernos a la cancha tenía 16 años; Salía
gente emblemático en a jugar por Ñublense afuera de Chillán y llegaba
los 50’ y jugador en los a las 5 de la mañana. Tomaba un taxi, a dormir un
A30’ y 40’, lo autorizó poco y a las 8.10 a clases al liceo, como cualquier
para que entrenara siempre y cuando, no dejara estudiante”, revela el otrora jugador que se crió
Eduardo Cortázar no solo saltó al fútbol sus estudios. en los Pabellones Rodríguez.
profesional, también formó parte de la Por eso llegaba de uniforme a las prácticas en Con la llegada de Caupolicán Peña en 1966
selección chilena. El polifuncional volante 1964 en un camarín plagado de leyendas sesenteras evolucionó a volante de corte, quitador y agresivo.
delantero llegó a cumplir varias etapas en el como el zaguero Antolín Sepúlveda, el portero Luis “Pasé de ser un cabro chico a un viejo con 17 años,
club de sus amores, destacando como jugador Pérez, el puntero Rómulo Oses, el ariete Segundo me enseñaron la vida. Tuve que madurar profesio-
y técnico. Castro, el volante Rubén Latallada, Luis Rocuant nalmente al lado de verdaderos cracks como los
y el lateral Orlando Muñoz, entre otros. argentinos Walter Pedutto y Héctor Torres, Juan
“Era un pedazo de equipo que siempre estaba Sepúlveda, además de quitar había que entregarla
en los primeros lugares de la Segunda División, bien y proyectarse y apoyar a mis compañeros.
con un gran fútbol ofensivo, usando todo el ancho Después llegó el zaguero central Esaú Bravo, y
de la cancha, con punteros abiertos y laterales Peña trajo una camada de Colo Colo. Ñublense
muy ofensivos, como “Romerito” que era como ahí tuvo un giro porque Peña pudo renovar esa
el “Coca” Mendoza en Colo Colo, y Orlando hermosa generación, hubo una transición linda.
Muñoz, un tremendo lateral con gran condición Con Caupolicán jugábamos muy bien, y a estadio
física”, describe con nostalgia. lleno, un fútbol grato a la vista, de gran dinámica;
Su debut lo hizo de centrodelantero ante Col- él siempre nos inculcaba imponer nuestra localía,
chagua, armando sociedad con el “Huaso” Mario a los 10 minutos poníamos la jineta, el rival sabía
