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www.ladiscusion.cl Domingo 10 de marzo de 2024 19
La Semana
Entrevista.
Sara Pérez Gutiérrez
Hace unas semanas Sara Pérez, docente diferencial de la escuela
Juan Madrid Azolas, fue destacada por la Municipalidad de Chillán
por su gran aporte a la inclusión de niños y niñas con discapacidad
visual en la educación y sociedad.
Nacida en Santiago, en 1966 y viviendo en la ciudad de Chillán a
partir del año 1992, Sara está pronto a cumplir 32 años al servicio
de la educación de diversas necesidades especiales. Su práctica
profesional en la Corporación de Ayuda al Limitado Visual (Coali-
vi), le sirvió de oportunidad para convivir, junto a estudiantes con
déficit visual, en la enseñanza media y superior. Esto la motivó a
impulsar la inclusión que desde 1992 desarrolla en la capital re-
gional. Actualmente, paralelamente a la atención de estudiantes,
se desempeña como coordinadora del Programa de Integración
Escolar, a partir del año 2018.
Qué la motivó a desarrollar su área pedagógica en la
inclusión dentro de la educación?
Yo creo que todos los docentes tienen un llamado a lo que es la voca-
ción de servicio. En especial, en mi caso, me incliné en especializarme en
problemas visuales, en atender niños y niñas con capacidades educativas
especiales que tienen baja visión o ceguera total. Uno elige una profesión y
en el camino laboral se va encontrando con muchas necesidades. Todo niño
debe ser educado en un contexto inclusivo, cualquiera sea su condición,
todos tienen derecho a la educación.
Cómo se genera el proceso de integración de niños y niñas?
En el caso nuestro, de la escuela Juan Madrid Azolas, el sello es de atender
niños con problemas visuales. Inicialmente, hay familias que descono-
cen el proceso, otras que buscan todo para poder educar a sus hijos. La
labor de la familia es importante, son parte fundamental para sus hijos y
forman parte de la integración. En el caso de los niños con discapacidad
visual, entregamos, por ejemplo, desde muy temprana edad, bastones o
máquinas de escribir. Esto da un significado de que los niños tienen un
tremendo potencial.
Cuáles son los temores que tienen los padres?
Creo que va por parte de la familia, cuando ellos tienen algunos miedos
de ver que sus hijos no puedan formar parte de la sociedad. Hay sobrepro-
tección y un largo proceso para llegar a la aceptación. En algunos casos
es más corto, pero hay que mirar hacia la aceptación. Hay otros temores,
como el rechazo, los accidentes o el descuidado. Pero esa también es una
tarea para el especialista, darles la tranquilidad de que la escuela es una
pequeña sociedad, donde ayudamos a desenvolverse a los niños.
Qué es lo que más le gusta al momento de trabajar la
docencia en esta área?
Ver a un niño que aprende a leer, aun siendo discapacitado visual, es
maravilloso. Un niño que lea el braille, que escriba con su máquina Per-
kins o que logre tomar apuntes en las clases es el mejor regalo que puedo
recibir. Los niños con baja visión aprender a leer con letra ampliada y
cuando sucede, también es tremendamente maravilloso. Pero eso no
sucede solo por una persona, sino que hay un equipo multidisciplinario
detrás. Estamos acompañados por todos los profesionales de la escuela,
junto con el trabajo de la familia.
Cree que aún falta camino por disminuir las brechas en ese
sentido?
Se ha avanzado mucho, pero aún falta. Yo llegué en 1992 a Chillán y
La inclusión se trata de eso, dar ambientes inclusivos y con oportuni- debo decir que aquí había poco. Fue en largo proceso de sentarme con las
dades. Los niños tienen mucho potencial, tanto motriz, intelectual o autoridades, acompañada de la Corporación de Ayuda al Limitado Visual
(Coalivi) que me ayudó en la difusión. Era un trabajo que no se había hecho,
social. Hay que destacar la labor, tanto de los directivos educacionales, eso significaba educar a la comunidad, de convencer a los directores que
como a las familias, quienes son parte fundamental de esto”. podía haber un niño ciego en una sala común o hablar derechamente de
la inclusión. Antes no había nada, hoy hay más facilidades.