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24 Domingo 2 de marzo de 2025 www.ladiscusion.cl
Cultura
La fragilidad del mundo conectado
El martes 25 de febrero, Chile volvió como Efecto Dominó (The Trigger Effect, alojados en infraestructuras lejanas que,
a la oscuridad. Un apagón masivo dejó 1996) de David Koepp retratan cómo al fallar, nos dejan a la deriva.
sin electricidad a millones de personas, la ausencia de energía eléctrica puede Nicholas Carr, en Superficiales,
recordándonos, una vez más, la fragilidad desatar el caos social, mostrando una advierte que nuestra creciente depen-
de nuestro mundo hiperconectado. En población que, sin acceso a información dencia de la tecnología está erosionando
2011, un evento similar sumió al país El apagón del 25 de febre- fiable, recurre al instinto más primitivo nuestra capacidad de pensar de manera
en el desconcierto. Hoy, catorce años de supervivencia. En un contexto más profunda y reflexiva. En un mundo
después, la pregunta sigue siendo la ro no es un hecho aislado, reciente, No miren arriba (Don’t Look donde la electricidad es la base de todas
misma: ¿realmente hemos aprendido sino un síntoma de una Up, 2021) de Adam McKay pone en nuestras interacciones, su ausencia nos
algo? crisis latente. Si en el si- evidencia cómo la manipulación de devuelve a un estado de vulnerabilidad
La electricidad se ha convertido la información y la incapacidad de la extrema. Paul Virilio, en La bomba
en el eje de nuestras vidas. Hace diez glo XX la modernización sociedad para reaccionar ante crisis informática, argumenta que la tecno-
años, la masificación de la red celular implicaba electrificación reales están íntimamente ligadas al logía avanza a una velocidad tal que
4G LTE prometió una conectividad sin colapso del sistema de comunicación nuestras infraestructuras y sociedades
precedentes, pero también nos hizo más y conectividad, hoy la global. no pueden seguirle el ritmo, creando
dependientes. Si en 2011 la desconexión pregunta es si hemos Hace apenas 150 años, la electricidad una inestabilidad crónica en nuestras
era una molestia, hoy es un colapso era una quimera reservada a los sueños redes esenciales.
total. Sin electricidad, no hay internet, construido un modelo científicos. Hoy, su ausencia nos de- Marshall McLuhan, en Comprender
sin internet, no hay información, sin sostenible o simplemente vuelve a la prehistoria. No se trata de los medios de comunicación, nos re-
información, el pánico se propaga. romantizar el pasado, sino de evidenciar cordaba que cada avance tecnológico
Un mundo que alguna vez funcionó una casa de naipes que que, a pesar del progreso, seguimos crea nuevas formas de dependencia. Alejandro Arros Aravena
sin electricidad ahora se paraliza ante colapsa con el primer siendo incapaces de construir una La electricidad es la base sobre la que Doctor en Educación, Académico
su ausencia. infraestructura resiliente. A 15 años del reposa toda la estructura de información Departamento de Comunicación
Este apagón nos enfrentó con la viento fuerte. Necesita- terremoto de 2010, parece evidente que contemporánea, y sin ella, volvemos a Visual UBB
vulnerabilidad de nuestro tiempo. mos más que discursos: lo que más ha mejorado son los modelos un estado de comunicación primitivo.
Para los electrodependientes, cuyas requerimos inversiones de celulares, no nuestra capacidad de Asimismo, Manuel Castells, en La era
vidas dependen de una corriente es- respuesta ante emergencias. de la información, advierte sobre la
table, la falta de electricidad no es un en redes inteligentes, en Los discursos políticos prometen creciente fragilidad de una sociedad
contratiempo, es una amenaza mortal. infraestructuras resilien- mejoras en la infraestructura, pero lo que delega su funcionamiento a redes
Para los comerciantes, cada minuto cierto es que seguimos con sistemas interconectadas sin previsión de planes
sin luz es una pérdida económica, tes y en alternativas que vulnerables ante desastres naturales y de contingencia reales.
cada transacción fallida un golpe a su eviten que cada corte de fallas técnicas. Las redes eléctricas no El apagón del 25 de febrero no es
sustento. Para quienes dependen del han sido diseñadas para soportar el un hecho aislado, sino un síntoma de
transporte eléctrico, como los trenes, la luz se convierta en un re- crecimiento desmesurado de la demanda una crisis latente. Si en el siglo XX la
interrupción es un caos que evidencia torno a la incertidumbre. tecnológica. El teletrabajo, la educación modernización implicaba electrifica-
cómo la modernidad no ha previsto su a distancia y la vida cotidiana dependen ción y conectividad, hoy la pregunta
propio colapso. La lección es clara: no se de un suministro estable que, en eventos es si hemos construido un modelo
En su libro La civilización de la trata de dejar de usar la como el reciente apagón, demuestra sostenible o simplemente una casa
memoria de pez, Bruno Patiño nos su fragilidad. de naipes que colapsa con el primer
advierte que vivimos atrapados en tecnología, sino de reco- También es momento de preguntarnos viento fuerte. Necesitamos más que
una era de atención fragmentada, en nocer su vulnerabilidad. por las alternativas. Energías renovables discursos: requerimos inversiones en
la que los reels, las notificaciones y los como la solar y la eólica han crecido en redes inteligentes, en infraestructuras
algoritmos nos convierten en seres Mientras los discursos las últimas décadas, pero su adopción resilientes y en alternativas que eviten
hipersensibles a la inmediatez, pero celebran el desarrollo, la masiva aún no garantiza una autonomía que cada corte de luz se convierta en un
incapaces de soportar la incertidumbre realidad nos recuerda que total. Las baterías de respaldo, los gene- retorno a la incertidumbre.
de un corte de energía. Algo similar radores y las soluciones descentralizadas La lección es clara: no se trata de dejar
esgrime Byung-Chul Han, en No-cosas, un solo corte eléctrico podrían mitigar el impacto de estos de usar la tecnología, sino de reconocer
aludiendo que la tecnología nos ha puede devolvernos a la cortes, pero son medidas que siguen su vulnerabilidad. Mientras los discursos
rodeado de una aparente solidez que, siendo un privilegio de unos pocos. celebran el desarrollo, la realidad nos
en realidad, se disuelve ante el menor incertidumbre A esto se suma la fragilidad de las recuerda que un solo corte eléctrico
fallo del sistema. Este apagón confirmó redes de telecomunicaciones. Sin puede devolvernos a la incertidumbre. El
ambas premisas: somos dependientes electricidad, las antenas caen, las problema no es el apagón, sino nuestra
de una tecnología omnipresente, pero señales se debilitan y la conectividad incapacidad para vivir sin la red, sin un
extremadamente frágil. desaparece. La paradoja es evidente: plan de contingencia real. Hasta que
El cine ha explorado en múltiples el mundo más interconectado de la no entendamos esto, seguiremos en
ocasiones el colapso de la sociedad historia es también el más vulnerable la penumbra, esperando a que la luz
debido a la falta de electricidad y la a la desconexión. Dependemos de la vuelva, sin aprender la lección que el
desinformación resultante. Películas nube, de servidores remotos y de datos colapso nos insiste en enseñar.