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Etimología de los nombres propios de la Región
Voces y Raíces
de Ñuble
¿Por qué ésta territorialmente pequeña región de Ñuble es la cuna de
tanta identidad y talento? Es la pregunta que salta, cuando apreciamos
la enorme riqueza cultural y humana de tantos lugares y personajes y que el
etnógrafo y escritor, Ziley Mora Penrose intenta responder con tres hipótesis
que no se descartan entre sí, sino más bien se complementan.
a hipótesis socio-histórica plantea que la pequeña propiedad agrí-
cola, la de las primeras regalías que otorgó Valdivia a sus capitanes,
empujó el desarrollo de una cultura y una tecnología criolla. Marco
Aurelio Reyes, historiador de la UBB, sintetiza bien lo que fuimos:
L“zona fronteriza, de intercambio, zona de alerta amarilla, pues en el Biobío
comenzaba la roja de la sangre”.
En efecto, las primeras mercedes de hijuelas estarían inducidas por cierto aisla-
miento y una homogeneidad mestiza, propias del pequeño minifundio agrícola,
el que obligaba a innovar hacia dentro, lejos de la urbe, supliendo con ingenio la
escasez del recurso tecnológico. Se trataría, entonces, de la acumulación virtuosa
de saberes de una comunidad local que haría su eclosión en determinados tipos
humanos; una síntesis creativa de dichos factores aislados.
“Sin el Rey, yo soy rey. Aislado de la metrópoli, de mi dependerá hacerlo
todo”, sería más o menos la implícita premisa que guiaba el inconsciente de los
ribereños de los ríos Ñuble, Cato e Itata. Lejos de la ayuda de los barcos –los
puertos de Tomé y Penco quedaban a varios días de carreta-, aislados por una
cordillera tan alta y trabajosa, desde un principio se percibió que cada hombre,
cada mujer, cada familia debía forjar sus propias herramientas, desarrollar su
propia inventiva para suplir todas sus necesidades materiales e inmateriales,
incluyendo las espirituales de la memoria, las de las artes, las del pensamiento,
del intelecto y de la cultura, en general.
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