Page 95 - ÑUBLENSE 100 AÑOS
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ve, porque yo viajaba de El Carmen todos los hostería y de repente llegó Investigaciones por-
días, muy temprano. Trabajaba de nochero en que comprobaron que unos de los jugadores le
el Centro Ecológico de Schleyer y en el día iba había robado una cartera a una clienta. La devol-
a entrenar. Dormía poco, pero nunca fallé. Me vieron, pero tuve que echar a cinco jugadores de
afectó un poco no hacer cadetes. El 2001 tenía ese plantel para limpiar el camarín. Al final logra-
20 años”, detalla. mos el objetivo, con mucho sufrimiento”, evoca
Medina cuenta que las penurias económicas González, quien rompió en llanto tras el sufrido
sacudieron al plantel, desatando la estampida de y agónico triunfo sobre General Velásquez.
varios elementos. Recuerda que tres jugadores “La gente insulta y grita muchas cosas, pero no
de Antofagasta se quedaron en Chillán porque no sabe lo que hay detrás de este trabajo. Pasamos
tenían dinero para retornar al norte. En ese plan- por muchas cosas, y este club la verdad es que no
tel estaban Pablo Venegas, Miguel Ponce, Ánge- merece estar así, yo jugué en 1976 acá, fui cam-
lo Lozano, Ari Reyes, Jorge Padilla que falleció y peón y la verdad que ya es hora que esto mejore”,
Gonzalo ‘Chalo’ Meza”, repasa el “Kuki”. confesó entre lágrimas esa tarde el entrenador de
los diablos rojos a radio LA DISCUSIÓN.
máxima indisciplina
El técnico, Manfredo González, desclasifica un quedé conforme, porque di todo
episodio que retrata los niveles de indisciplina que El espigado jugador carmelino que se forjó a punta
reinaban en un plantel a la deriva por el drama de esfuerzo era polifuncional. Arrancó jugando de
económico y la nefasta campaña. volante de contención, luego de lateral y terminó
“Cuando llegué ese camarín era una casa de jugando de volante externo y delantero.
putas. Había mucha indisciplina. Veníamos de “Teníamos el sueldo mínimo, al final si llegaban
vuelta de jugar en el sur y pasamos a comer a una con suerte mil personas, intentábamos que nos
dieran algo de la recaudación para tener algo de
plata, pero uno jugaba por amor a la camiseta,
sobre todo los que éramos de Chillán”.
El 2002 Medina fue suplente en el plantel que
armó Eduardo Cortázar para intentar el ascenso
al profesionalismo y el 2003, con Pedro Pablo
Díaz como entrenador, colgó los botines por-
que la Tercera División permitía solo jugadores
sub-23.
“Vi la realidad y era difícil intentarlo en la Primera
B. Vi el caso de mis compañeros de Antofagasta
que estaban botados prácticamente acá porque
no les pagaban”, reflexiona el “Kuki”, quien deci-
dió dejar el fútbol y ponerse a trabajar.
Hoy con 37 años trabaja en Cartón Flores como
vendedor, está radicado en Chillán, pero los fines
de semana juega sagradamente en el Deportivo
Peñarol de El Carmen.
“Mi carrera fue corta, pero quedé conforme,
porque di todo y tuve el apoyo de mi familia que
viajaba de El Carmen a verme jugar. Hay goles
que pasan a la historia y el mío es de esos”, sen-
tencia el héroe anónimo.
20 Estaba de volante por
años tenía Edgardo la derecha y hubo un
Medina cuando llegó centro de Jorge Padilla al
a Ñublense tras una segundo palo. Me lancé
prueba de jugadores que y le pegué con el borde
hizo Héctor Pineda. interno, no con el tobillo y
El “Kuki” no hizo cadetes para la gente fue un gran
y saltó directamente desahogo. Ahí se acabó
desde El Carmen. el partido...”
Edgardo Medina salvó en el minuto 94
a ñublense de caer a la Cuarta División y
desaparecer del mapa futbolístico.