Page 61 - ÑUBLENSE 100 AÑOS
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Ese día no pude aguantar
que Donato Hernández,
el entrenador de
Magallanes, insultara a
los delanteros argentinos
de Ñublense Vicente
Tadeo Lugo, Rodolfo
Herrera y Óscar Roberto
Muñoz desde el borde
del campo de juego y
le tiré dos puñetes bien
dados”.
Carlos Cerda y una de
sus tantas anécdotas de
los 70’
Carlos Cerda alentó toda la campaña de 1971 con el plantel que rozó el ascenso y fue segundo
dio para alentar al equipo y encender la pasión jugadores e hinchas lo miraban sonriendo en el Se gana la vida en el mercado vendiendo mote
en la hinchada cuando le sobrevino un infarto. Sin camarín de Ñublense. con huesillos, cuchuflies y churros.
embargo, no pudo soportar la lejanía del campo Años más tarde el club le rendiría un merecido Así ha alimentado a su familia por años. En el
de juego y encontró la fórmula para estar cerca homenaje en el estadio donde entregó su ban- Estadio, repite la fórmula. Trabajo y sufrimiento.
de su equipo y los jugadores, al hacerse cargo dera, esa que en innumerables domingos hizo Mientras vendía en el antiguo Nelson Oyarzn,
del grupo de niños “pasapelotas” que correcta- flamear para desatar el rugido de la hinchada seguía el partido de reojo.
mente uniformados se instalaban en los distintos ñublensina. Cómo coqueteando con el fútbol. Su corazón
sectores aledaños al rectángulo de juego en cada palpitaba a mil en cada posibilidad de gol o con-
partido. LA PASIÓN DEL SANDRO tragolpe. Bailaba con su bandeja en la mano y se
En su rol de director de barra vivió innumerables Si de hinchas fieles se trata, Eduardo Sepúlve- abría paso entre la gente a grito pelado. Cuan-
anécdotas al borde de la cancha. Una de las más da, alias el “Sandro” es un símbolo de la fauna do Ñublense no caminaba, él se encargaba de
recordadas la protagonizó en 1976, para el partido futbolera de Chillán. Por más de tres décadas ha levantar al público. Y cuando el Rojo llegaba al
entre Ñublense y Magallanes por la liguilla del ascenso seguido a Ñublense por todo Chile. Un hincha gol era capaz de regalar todos sus productos a
en Chillán. Terminó expulsado tras propinarle dos que no necesita pintarse la cara, rajar una ban- la gente.
golpes de puño al entrenador visitante. dera, quemar el tablón o lanzar proyectiles para Los lanzaba a la hinchada en un acto sublime
“Ese día no pude aguantar que Donato Hernán- proyectar su amor por Ñublense. El Sandro tra- de desprendimiento y pasión. Por Ñublense ha
dez, el entrenador de Magallanes, insultara a los baja y sufre a la vez. postergado a su familia miles de fines de semana.
delanteros argentinos Vicente Tadeo Lugo, Óscar
Roberto Muñoz y Rodolfo Herrera, desde el bor-
de del campo y le tiré dos puñetes bien dados”,
contó hace tres décadas a LA DISCUSIÓN.
En 1974, en un intenso choque entre Ferrovia-
rios y Ñublense en Chillán, un hincha de la barra
visitante le tiró un vaso cuando el daba vueltas
a la cancha. Cayó sangrando al suelo. Después
de una rápida atención de urgencia en el hospi-
tal volvió al partido. El agresor estaba detenido
por carabineros quienes le preguntaron a Cerda
si interpondría una demanda contra ese segui-
dor del cuadro ferroviario, pero solo pidió que
le quitaran el carnet de socio de su equipo, “por
mal deportista”.
LA CÁBALA DEL CALCETÍN
Desde que comenzó a correr por la pista con
su bandera, Cerda utilizó sus calcetines cambia-
dos, como cábala hasta que Ñublense subiera a
Primera División.
Tras el ascenso de 1976 confesaría que era una
“manda que dio resultados”.
“En las últimas fechas andaba trayendo en mi
bolsillo mi calcetín gemelo, para cambiármelo
apenas estuviésemos en Primera. Se reían de
mí, pero eso jamás me importó”, confesaría en
medio del festejo del título de 1976, tras calzarse Eduardo sepúlveda, alias el “sandro” cumplió su promesa el 2004. Dar una vuelta olímpica
su calcetín gemelo en el pie derecho, mientras semidesnudo si ñublense lograba el ascenso.