Page 51 - ÑUBLENSE 100 AÑOS
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ROJAS: LA OTRA MURALLA
El socio de Cerendero en la defensa fue Germán
Rojas quien también arribó en 1975 proveniente
de la Universidad de Chile.
El zaguero que se radicó en Chillán y es profe-
sor de educación física y fútbol en la Escuela Los
Héroes, tiene grabado detalles del partido que
valió el ascenso.
“En O’Higgins estaban el portero Miguel Angel
Laíno, Germán Concha, Guillermo Yávar. El par-
tido era trascendente, por lo que el árbitro fue
Alberto Martínez, el mejor de Primera División.
En esos años los camarines del estadio munici-
pal tenían una corredera de pequeñas ventanas
arriba, desde la cual se podía mirar la cancha y
las graderías. Me subí a la banca y me asomé.
Quedé impresionado. Recién ahí dimensioné la
expectativa que había, tienen que haber habido
unas 18 mil o 20 mil personas, no cabía un alfi- 1975
ler”, cuenta Germán Rojas, quien en el epílogo
del partido evitó la caída de su arco.
“En el último minuto subió a cabecear Miguel Arribó Mario Cerendero
Angel Laíno, estaba pasado Antonio Muñoz y
saqué el gol en el último minuto, evitando así el a Ñublense proveniente
empate. La celebración fue emocionante, había
camiones con gente frente a las casetas, donde las de la Universidad de
panderetas eran bajitas, estaba lleno de gente. Los Chile luego que el` propio
camarines estaban abiertos, los hinchas entraron y
nos llevaron a la piscina, después al casino y luego Pedro Guzmán lo fuera a
al centro, a la plaza, arriba de un camión, era una
locura, para no olvidarlo nunca”, sentencia. convencer a Santiago y
tras un frustrado paso a
SACRIFICIO COLECTIVO
El otrora lateral derecho de ese equipo cam- la Universidad Católica.
peón, Manfredo González, subraya que la clave En Chillán estuvo hasta
de ese plantel fue el ordenamiento táctico que
logró Isaac Carrasco. fines de 1979.
“El 76’ el equipo que se fue conformando con
mucho sacrificio, se creyó que podríamos respon-
der y hacer historia, lo bueno era que nadie se