Page 9 - Edición Junio Revista Agro
P. 9
LA DISCUSIÓN OPINIÓN
Julio 2023
orría el viernes 21 de abril, a eso de las 18 horas, Externalidades
en Plaza Ñuñoa, en Santiago, mientras los stands
se llenaban de amantes del vino para conocer
los brebajes del Valle del Itata y los viñateros positivas de
Cágilmente descorchaban sus botellas y servían
con gran destreza sus vinos, al son de la música de fondo y
además de una grata conversación donde se contaba sobre la Expo Vinos
Itata, su historia, los vinos, las cepas y una que otra anécdota
se compartía. Ñuble en
Entre el público, de pronto se detiene un señor de semblante
tranquilo, amable, de cabello cano y lentes, con gran interés
por entablar una charla. Don Luis Zambrano traía su copa y Ñuñoa
todos sus tickets aún intactos. Luego de saludar con mucha
educación, comentó de inmediato lo conmovido que estaba
al encontrarse a la vuelta de su casa con una expo de Ñuble, Hernán Segura Muñoz
zona que le evocaba muy buenos recuerdos por sus abuelos Gerente de Juan Segura Wines
y tíos que aún están en Chillán. Su vida la había hecho en
Brasil, en la industria metalúrgica y hace pocos años volvió
a Chile a vivir con su nieta, luego de enviudar después de 52
años de casado. Con mucha nostalgia, comentaba que, a sus
75 años, la vida en soledad era triste, mientras degustaba un
Cinsault de Juan Segura Wines...
Otros amantes del vino llegaban al stand y preguntaban
por el porta-copa manos libres que llevaba en mi cuello
colgando, entonces, don Luis, muy observador, tomó la
pieza de cuero y balbuceó: “esto yo lo podría hacer con
impresora 3D”. Así fue como después de degustar el resto
de los vinos fue a su casa y volvió con un lápiz, cuaderno y
una huincha para tomar el modelo. Junto a una grata charla
amenizada con una copa de País de viñas patrimoniales de
más de 200 años, se despidió muy motivado y concentrado,
prometiendo que volvería al día siguiente con un prototipo
hecho con impresora 3D.
Al día siguiente, a la misma hora, volvió con un pequeño
bolso bajo el brazo y después de saludar cordialmente nos
mostró su prototipo idéntico al de cuero, impreso en
filamento transparente. La emoción fue tan grande
que le di un abrazo fraterno de gratitud y alegría
al ver cómo un trabajo que pudiera parecer difícil
para un adulto de su edad, él lo hiciera parecer
tan fácil y lo haya realizado con tanta perfección
y dedicación. Prometió mejorar el prototipo,
incluyendo personalizar el logo de la viña o la frase
que quisiera. Después de eso, hablamos de negocios y así
es como pronto tendremos en Ñuble, en la casa de vinos
del Valle del Itata, Vitawines, los porta-copa.
Ese día aprendí dos cosas: que la edad no importa, pues
si hay motivación y dedicación se pueden lograr obras
maravillosas; y que la cultura del vino une y revive el alma,
a través de sus sentidos conecta con los recuerdos para
fortalecer las relaciones humanas.
9
