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Aniversario 444 de Chillán

el 29 de noviembre de 1888, con el
número 2.397. Solo uno de los dos
sobrevivió.
La Discusión tomó la posta de
varios diarios creados en Chillán a
partir del 1857. Ese año el talqui-
no Clodomiro de la Cruz Bravo,
redactor del entonces diario más
respetado por entonces de Santia-
go, El Ferrocarril, creó El Ñuble.
Circuló dos años, y tras su corta
existencia quedó La Aurora de Ñu-
ble, que también dejó de circular, el
29 de mayo de 1858.
Tras siete meses sin prensa, na-
ció el semanario El Aviso. Se acabó
el 2 de junio de 1860. Cuatro meses
después apareció El Porvenir, que
duró hasta el 12 de mayo de 1864.
Entre agosto y octubre de 1861 El
Porvenir tuvo una corta competen-
cia, con el surgimiento de El Cero,
mientras que entre el 4 de octubre
de 1863 y el 6 de diciembre de
1865 se publicó La Prensa.
A La Prensa se sumó El Demó-
crata, publicado entre el 2 de junio
de 1864 y el 24 de agosto de 1865.
Y el 5 de mayo de 1868, y después
de casi tres años de inactividad pe-
riodística en Chillán, vio la luz El
Telégrafo. Fue el diario que tuvo en
sus manos Juan Ignacio Montene-
gro antes de fundar La Discusión.
Desde ese 5 de febrero de 1870
los grandes hitos locales, naciona-
les e internacionales fueron foco
central de La Discusión. Desde
su nacimiento, poseyó un servi-
cio telegráfico y cablegráfico con
noticias de la capital, del país y de
los diferentes puntos del mundo
donde se generaran los principales
acontecimientos noticiosos. El
primero de relevancia internacio-
nal llegaba a sus páginas solo cinco
meses tras se creación: estallaba
en Europa la guerra Franco-Pru-
siana. Cuatro años más tarde, el
15 de abril 1874, la noticia más
importante del año esta vez era
local: el primer ferrocarril llegaba
a la ciudad. Chillán ya tenía banco,
diario y tren.

Nuevos dueños
En 1875, Juan Ignacio Mon-
tenegro se desprende del diario
que funda cinco años antes y La
Discusión pasa a ser propiedad de
los señores Diego Bórquez y José
del Carmen Vargas, fortunas de la
época. El periódico se aleja del ob-
jetivo de su fundador, la indepen-
dencia y discusión de ideas, y lleva
a sus páginas la fuerte agitación
política de la época.
En 1875 Ángel Custodio Oyar-
zún Holguín llega como director y
propietario. Nacido en Valparaíso
en 1851, era militante del Partido
Demócrata, fundado por Mala-
quías Concha, conformado en su
mayoría por radicales y obreros
artesanos ilustrados. alumbrado público a gas en 1886; El comienzo de quien, en su constante pugna con ban sacar al Presidente del poder,
La Discusión enfrenta el poder la primera línea telefónica en 1889 la historia: en los conservadores, aplica mano Balmaceda, en un intento desespe-
de la época desde la vereda de la y el debut del Liceo de Niñas en 1870 circula en dura contra los partidos populares, rado, se atribuye todos los poderes
militancia del Partido Demócra- 1890. Las noticias de Chile y el Chillán en primer tras el incidente del “Incendio de constitucionales.
ta, ligado a mutuales, artesanos y exterior llegan a la ciudad gracias ejemplar de La los tranvías”, el 29 de abril de 1888, Al día siguiente, desde el edi-
grupos obreros, que eran mirado al servicio telegráfico y cablegrá- Discusión. luego que un llamado a huelga torial de La Discusión, Oyarzún
con desdén por los círculos más fico. Entre ellas la anexión de la derivara en una revuelta social. asume la defensa de la libertad
tradicionales de la ciudad. Isla de Pascua al país en 1888 y la La Discusión asume una postura “contra la tiranía” instalada por “el
El diario se imprime en una inauguración de la Torre Eiffel en de oposición a Balmaceda. De dictador” Balmaceda. Los chillane-
prensa a palanca, construida sobre París en 1889. hecho prefiere obviar una noticia jos leen lo siguiente: “El jefe de uno
una mesa de madera, y sobre cuya Sin embargo dos impactantes relevante para el país, la inaugu- de los poderes constitucionales que
cubierta de fierro, que recibe la noticias marcaron el periodo: el ración del Viaducto del Malleco, gobierna la nación, ha arrojado ya
página. Se acciona un rodón para inicio de la Guerra del Pacífico en en 1890. El Presidente Balmaceda la careta que encubría su hipócrita
distribuir la tinta. El papel se ubica 1879, que La Discusión cubre con pasa por Chillán en su trayecto a semblante y ha lanzado a la faz del
sobre la página entintada y se pre- detalle, y la Guerra Civil de 1891. inaugurar el puente ferroviario, país el reto más audaz y desver-
siona por un rodón más pesado. Se La llegada al poder de José pero no hay páginas dedicadas al gonzado que gobernante alguno de
imprimen 150 diarios por hora y Manuel Balmaceda pone a La Dis- suceso. Chile se había atrevido a realizar
salen a la calle 800 ejemplares. cusión en un escenario complejo. El quiebre total se produce el en los 60 años de vida republicana.
En Chillán se publican noti- Aunque desde su fundación el Par- 1 de enero de 1891. Instalado el No es de ninguna manera posible
cias clave del cambio de siglo: la tido Demócrata fue proclive a Bal- conflicto con los “congresistas” o que el noble, el viril, el valiente
inauguración del agua potable y maceda, rompe con el Mandatario “constitucionalistas” que busca- pueblo chileno pueda soportar