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Personajes
Escarbando en los recuerdos del hombre
que lo vio absolutamente todo
POR: FELIPE AHUMADA JEGÓ*[email protected] / FOTO: MAURICIO ULLOA GANZ José Honorio Gómez Vega es un clásico rojo, noble pega. Antes de eso, hacía algo vendiendo
una leyenda en el mundo ñublensino. Cumplió naranjas y frutas al público.
80 años la semana pasada y los celebró en su Sus privilegiadas memorias las construyeron
Sigo a Ñublense desde niño. casa, cerca del estadio Nelson Oyarzún, que él nombres como Cortázar, Cachulo González,
recuerda desde que la cancha era de tierra, las Nelson Oyarzún, Orlando Villamán, Mario
Recorrí con el club desde Puerto gradas de tablón y los camarines de temer. Abarca, la familia Pino, Zanatta y su penal
Montt a La Serena, de la cancha Pero antes vivía más cerca, tanto que se legendario, los jugadores que iban a su casa,
le podía decir “al lado”. Y cuando decimos los que se juntaban a celebrar victorias, a llorar
de tierra hasta el estadio de hoy. Vi a los antes, hablamos de antes, cuando con 9 años y a jurar revanchas.
jugadores pedir verduras en la feria, llorar por se fue a meter al lugar que dirigiría para “De hecho, pese a que desde los dos años tuve
siempre los latidos de su corazón: al mundo una enfermedad que me dejó sin fuerza una
los descensos y por los ascensos, grité con el de Ñublense. pierna y un brazo, los jugadores me enseñaron
Fue el primer utilero del club, llevaba la ropa,
alma el gol de penal de Zanatta ante Curicó recogía los zapatos y en su casa, cada lunes se a andar en bicicleta”, cuenta.
Esa bicicleta, la usó ya de adulto, para -desde
y me llegó un piedrazo en Lota por defender veían colgadas en el tendero las camisetas de sus 2006- dedicarse a la captación de socios y
héroes que tras cada partido, lavaban triunfos cobranza. “Yo iba casa por casa, de los 486 socios.
a los jugadores. Algo se perdió en Ñublense y derrotas a las manos de su mamá. Yo tenía todas las butacas vendidas”, dice.
cuando pasó a ser sociedad anónima. Ya no Tras once años trabajando a puro amor, lo Hoy, retirado, y con la bici colgada, dice “no
contrataron... o sea, el DT Martín García movió me pida un recuerdo, porque son demasiados,
es una familia, pero el amor no se va. Jamás”. los hilos y le dieron una platita fi ja por esa como el amor que le tengo a mi Ñublense”.
