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34 Domingo 4 de agosto de 2019
Cultura
Cultura&Espectáculos
NUESTRO IDIOMA
CARLOS RENÉ IBACACHE I.
MIEMBRO DE LA ACADEMIA
CHILENA DE LA LENGUA
Lenguaje y vida
Ensayo idiomático del
profesor, Andrés Cox Bal-
maceda. Editado por la
Editorial “Renacimiento”,
Santiago, en 1982 con 150
páginas. Algunas ideas pre-
liminares que refuerzan este
libro, desde sus inicios.
El idioma induce a com-
prender la vida y la vida por
su parte enseña a interpretar
el idioma. El lenguaje no
puede separarse de la vida.
Además, de influir en el
lenguaje, la civilización
actual impacta al hombre
con la búsqueda de cosas
útiles y prácticas, guiado
por valores fugaces y sus-
tituibles, pretende cosificar
al hombre. Concluye el
autor de esta obra, dicien-
do que la vida del hombre
cambia históricamente,
pero la naturaleza humana
permanece igual; junto a
“El gran Goethe
estampó: la lengua es
la expresión inteligible
del genio de un pueblo.
Aprender alemán es
cosa más profunda
que aprender palabras
alemanas”.
la capacidad de razonar el
hombre tiene la de hablar
y escribir lo que le hace ser
diferente. El idioma induce
a comprender la vida y la
vida por su parte enseña
a interpretar el idioma. El
lenguaje no puede separarse
de la vida.
Desarrolla la idea de que el
lenguaje es vida y el idioma
descubre la vida.
El estudio de él debe
hacerse en la vida misma,
basándose en observaciones
sicológicas, sociológicas,
de filosofía, historia y hu-
manismo.
Ayuda a valorar los hechos
culturales como actos de
comunicación, de acuerdo
con su dinámica esencial.
Incita a adaptar una actitud
permanente de interés en
enriquecer el mundo de sig-
nificados y a una búsqueda
de la expresión verbal que
responda mejor a lo que se
dice manifestar, informar u
ordenar.
Ayuda a comprender que
la palabra escrita es uno de
los modos de permanen-
cia del pensamiento y los
sentimientos del hombre a
través del tiempo. Coadyuda
a conocer y comprender el
carácter específico de las
lenguas humanas.
Los cobardes no llegan Lo cierto que su descendiente, Jorge Wilson,
a amores ni a historias
Ziley Mora Penrose. Escritor, etnógrafo y fi lósofo
La tesis es que se trataría de unos nobles,
repudiados en alguna corte de Europa a
causa del escándalo de un amor prohibido.
Específi camente, serían unos personajes de la
Commonwealth inglesa de fi nes del siglo XIX.
La valentía del amor por encima de las ventajas
hipócritas de la realeza les habría hecho despa-
recer de esa sociedad de privilegios. Algo así
como ocurriera con los amantes de Mayerling,
quienes -por un matrimonio imposible entre ellos
y de un amor tempestuoso- habrían decidido
suicidarse juntos en el palacio de caza cerca de
Viena. Pero en el caso de la pareja en cuestión,
habrían optado por suicidarse del insustancial
mundo y así vivir de verdad y a fondo su amor.
Y para lograrlo, desaparecieron hacia el fi n de
la tierra, en el fi nis terrae de Chile.
La historia -recibida directamente por mí de
parte de su nieta María Eugenia en Santiago- la
narraba Jorge Wilson del Solar, hijo de Arturo
Wilson Navarrete. Este marino de origen ir-
landés, había combatido denodadamente con
su capitán Arturo Prat en Iquique y se había
salvado emergiendo desnudo de la burbuja pro-
vocada por el hundimiento. De guardiamarina
ayudante llegó a ser Vicealmirante.
Este otro Arturo, tuvo mejor estrella que
No hubo tiempo de más
preguntas y para siempre a este
marino se recriminará del por
qué no inquirió más detalles: quiénes eran,
por qué y cómo es que habían llegado a tan
remoto lugar.
RetroDiario
Alejandro Fernández se
consagra en los Sienna
05/08/2017
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el héroe, pues lo rescata vivo en Lima un
cuñado que a la sazón era autoridad peruana.
capitán de navío de la Armada, le encargan
patrullajes de soberanía por las Islas cerca-
nas al Cabo de Hornos. Y en esas perdidas
costas, a principios del siglo, una buena tarde
cuenta que divisa un gris islote de donde, oh
sorpresa, emergen escalinatas desde el borde
de playa. Y para mayor asombro, es recibido
por un muy correcto mozo quien enguantado
y en un elegante inglés le da la bienvenida y le
invita a desembarcar y conocer a sus señores.
Entra a la rústica vivienda donde fl anqueado
por dos perros de raza, conoce a una pareja
de distinguidas maneras. Estos le sirven un
fi no té inglés mientras le charlan que deberán
probablemente abandonar la isla por causa de
ciertos inconvenientes. La etiqueta le impide a
Wilson indagar más, porque además, debe pronto
tomar su barco dado el particular riesgo que
presentaba esa noche de navegación. No hubo
tiempo de más preguntas y para siempre a este
marino se recriminará del por qué no inquirió
más detalles: quiénes eran, por qué y cómo es
que habían llegado a tan remoto lugar.
La historia me la completaría directamente
hace días en Santiago el nonagenario abogado
Sergio Parr González, oriundo de Chillán y
hermano del famoso Dr. Parr. Este aporta un
antecedente clave: le había oído a su padre -
nacido en Inglaterra- y dueño con sus cuñados
de la hacienda del Transvaal, que en alguna
parte de Coihueco se había establecido una
madura pareja de extranjeros. Lo cierto que por
décadas nadie supo nada de ellos, excepto que
venían desde el sur, de muy buen trato con la
gente, correctísimos y que se querían mucho.
Su suegro, Adriano Sepúlveda, especulaba que
huían de una isla o quizás de un terremoto. Los
coihuecanos solo les veían los domingo cuando
bajaban al pueblo a la misa. No participaban
en lo social, aunque tenían un bello carruaje
tirado por un cuidado caballo. Nadie sabía más
y pronto dejó de haber memoria de ellos.
Lo cierto es que, al terminar mi visita con Parr
y María Eugenia Poblete, de golpe me acuerdo
de una historia de mi padre Domingo. Y era de
la insistencia que él y mi madre tuvieron de una
anciana pareja -que cada quince días a media-
dos de los 50 llegaban en un bonito carruaje- a
solicitarles en adopción a su primer hijo varón.
El argumento era la simpatía que sentían por
ese niño y que querían dejarle su herencia.
Un rotundo no hizo terminar la amistad y las
visitas. El pequeño se llamaba Ziley.
Hace dos años el cineasta acontece en un balneario donde
local Alejandro Fernández veranea la gente más poderosa
Almendras se alzó como el de Chile, un mundo frío, su-
ganador de una nueva versión perfi cial, triste y complicado,
de los premios Pedro Sienna, el de los empresarios y los
los que se realizaron el 2017 políticos. Está inspirada en el
en el Teatro Municipal de caso de Martín Larraín, quien
Chillán. dio muerte a Hernán Canales
Diez nominaciones tuvo la en 2013, no recibiendo pena
película “Aquí no ha pasado alguna por el delito.
nada”, dirigida por el chilla- La misma película fue postu-
nejo Alejandro Fernández, lada en el 2016 a la categoría de
cinta que adapta libremente Mejor Película Iberoamericana
el caso de Martín Larraín y de los Premios Goya, entre
el atropello que protagonizó otras distinciones que consi-
con resultado de muerte, pero guió alrededor del mundo.
sin castigo.
De estas nominaciones Cine de autor
obtuvo tres premios: Me- Si su ópera prima en 2008
jor Largometraje Ficción, “Huacho” alzaba al chillanejo
compartiendo premio con como una promesa del cine
“Rara” de la cineasta Pepa nacional, en 2016 y a través de
San Martín, Mejor Montaje “Aquí no ha pasado nada”, el
y Mejor Guión. cineasta local alcanzó la cate-
“Es emocionante recibir goría de realizador consagrado,
premios en este teatro. Lo según la crítica nacional, que
conocí cuando era un basural ha hecho eco de los esfuerzos
y verlo reconstruido es emo- de Fernández por continuar
cionante. El cine es trabajo en sembrando el cine de autor
equipo y hoy estamos felices que puso de moda a través
por estos premios”, señaló el del resto de sus cintas, como
cineasta, quien agradeció a “Sentados frente al fuego”.
su equipo y familia durante Por estos días, el cineasta
la premiación. prepara el estreno de su nueva
La cinta, protagonizada por cinta “HRA” en el Festival de
Agustín Silva (“La nana”), Cine de Valdivia.