Page 86 - ÑUBLENSE 100 AÑOS

la discusiÓn
la d
n
iscusi
Ó
0
0
1
100 Una década bajo la amenaza del descenso
a años s
o
ñ
84
8 4
Los duros
noventa

La tónica fue la misma. Los rojos salvándose en las

últimas fechas de caer otra vez a Tercera. Con una
pequeña excepción, la Copa Chile del 95’. Sueldos

impagos, una huelga de hambre y la reaparición de los

“mecenas”, marcaron una época de puro sufrimiento.

a escena es la siguiente. Última Y como una broma de mal gusto, justamente
fecha y Ñublense enfrenta de fue el otrora 9 ñublensino quien abría la cuenta
visita a Linares igualado en pun- para Linares, dejando momentáneamente en
taje con Santa Cruz, que a su Tercera a los diablos rojos.
vez recibía de local a Iquique, “Imagínate, en ese momento no la podíamos
cuadro que tenía la posibilidad creer, nos queríamos morir. Marcos Sepúlveda es
de salir campeón del Torneo mi compadre, el profe Esaú nos subió a ambos
de Clausura 1997. al primer equipo, de hecho más que técnico era
Los diablos rojos estaban como un padre para nosotros y me dice en el
Lobligado a ganar. Un traspié entretiempo ‘que Marcos mejor ni se asome por
significaría descender nuevamente a Tercera el arco’, entonces voy y le digo ‘te van a matar’,
División. pero al final quedó como una anécdota, todo sabe-
“Llegamos a estar cinco puntos debajo del penúl- mos que dentro de una cancha no hay amigos”,
timo y en las últimas fechas le ganamos un partido narra Bravo, revelando la que con el tiempo se
trascendental a Santa Cruz, con un agónico gol de transformaría en una anécdota de aquel dramá-
Pedro Pablo Díaz; después le ganamos a Arica, que tico encuentro.
no tenía nada que perder y terminábamos con Pese a la apertura de Linares, Ñublense siguió
Linares. Si perdíamos descendíamos”, recuerda luchando y las emociones se sucedieron vertigi-
Pascual Gutiérrez, uno de los volantes en aquel nosamente en el césped del municipal linarense.
equipo, dirigido por Esaú Bravo. “Lo empató Pedro Pablo Díaz de penal. Y des-
Alfredo Bravo recuerda que jugó los siete últimos pués vino otro penal para Linares y se lo atajé a
partidos del Clausura y pone especial énfasis en el Ricardo Moya. Finalmente hicimos el 2 a 1, que lo
duelo ante Arica, cuando restaban pocas fechas anotó Joel Reyes y de ahí aguantamos con todo el
para el final. “Recuerdo bien ese partido porque chaparrón de Linares”, rememora Alfredo Bravo
le tapé dos penales claves a Sergio Salgado, que sobre el epílogo del encuentro.
estaba jugando sus últimas temporadas en Arica”, Con el marcador 2-1 definitivo, Ñublense había
rebobina el meta chillanejo. realizado su parte. Pero faltaba conocer la suerte
“El último partido lo definimos en Linares, pero de Santa Cruz, que al momento del pitazo final en
peleábamos con Santa Cruz para no descender. Linares disputaba los últimos minutos ante Iquique,
En la última fecha ellos recibían a Iquique, que extendiendo la incertidumbre en los jugadores
si ganaba subía como campeón del Torneo de rojos que quedaron escuchando junto a los hin-
Clausura. Con el empate Santa Cruz se salvaba chas el relato radial desde la Sexta Región.
y nosotros nos íbamos a Tercera. Por lo mismo, “Santa Cruz perdía uno a cero. Quedaban tres
teníamos que ganar obligadamente como visita minutos y de pronto, en el último segundo, escu-
a Linares y esperar un tropiezo de Santa Cruz, chamos que desde la radio gritan goooooool... y
donde jugaban Juan Soto, que era chillanejo y ahí se nos detuvo el corazón a todos, si era gol de
Marcelo León, que había jugado también en Santa Cruz bajábamos a Tercera, así de dramático.
Ñublense”, recuerda el entonces guardavallas, Mientras el relator seguía gritándolo nos mirába-
quien hoy tiene una escuela de Fútbol en el sec- mos súper nerviosos, la espera se hizo eterna y
tor de Doña Francisca. al final resultó ser gol de Iquique. Ahí ya no dimos
Pero había más. El duelo que debían jugar más y junto a la gente comenzamos a saltar y a
los chillanejos ante Linares encerraba un mor- celebrar”, recuerda el portero rojo.
bo especial, debido a la presencia en el ataque Como si se tratara de una final, el regreso de
linarense del goleador Marcos Sepúlveda, quien los diablos rojos desde Linares fue en caravana,
había recalado a inicios de temporada en la sép- con hinchas que se fueron sumando en el trayec-
tima región, a solicitud del entonces técnico Esaú to hacia Chillán.
Bravo, quien terminó dirigiendo ese fin de año “La gente nos recibió como si hubiésemos sali-
a Ñublense. do campeones, recuerdo que me bajé del bus