Page 29 - Diario 30/03/2025
P. 29

www.ladiscusion.cl                                                                                                Domingo 30 de marzo de 2025   29

        Cultura






        ¿Quién tiene derecho a ser visto?









          Camino por la ciudad en un día                            diferencia es clave: una imagen vista   abuela que cuelga una foto de su
        cualquiera. Las calles me reciben                           es parte del mundo; una imagen   nieto perdido? ¿Quién decide lo
        como siempre, con su barullo                                impuesta forma parte del poder.  que nuestros ojos encuentran al
        mecánico, su mezcla de polvo y                               Y en ese espectáculo, lo pequeño,   caminar?
        viento, y sus fachadas que no son                           lo hecho a mano, lo comunitario,   Adela Cortina habla de los in-
        solo muros sino pizarras de algo   Podríamos imaginar una   queda arrinconado. Hay madres   visibles éticos, personas que no
        más. La ciudad habla, pero no con                           que buscan a sus hijos en hojas   cuentan, no porque no existan,
        palabras. Lo hace con imágenes.   ciudad distinta. Una don-  de cuaderno, hay colectivos que   sino porque no aparecen en el
        Mira por todos lados: en las alturas,  de el derecho a ser visto   pegan afiches con engrudo de   relato dominante. ¿Y cuál es hoy
        una mujer sonriente sostiene una   no lo decida el mercado.   harina y esperanza, hay vecinas   el principal narrador de nuestras
        tarjeta de crédito con promesas de                          que escriben mensajes de duelo   ciudades? La visualidad. Aquello
        acumulación. Más allá, un nuevo  Una ciudad donde los       sobre las rejas. Pero sus voces vi-  que se impone a la mirada. Y si la
        político junta las manos, sonríe,   muros hablen en todos   suales son efímeras. No duran. No   mirada se llena de logos, cuerpos
        promete. En los paraderos, cuerpos                          porque sean débiles, sino porque   falsos, cifras y promesas, ¿dónde
        esbeltos promocionan pastillas,  los tonos, y no solo con   el muro ya no es neutro. Es caro,   queda el dolor? ¿Dónde la urgencia
        clínicas, universidades; los mi-  voz de marca. Una ciudad   es disputado, es codiciado. Y si no   real? ¿Dónde la vida común?
        crobuses adornan su luneta con                              hay permiso ni marca detrás, esa   Claro que no todo está perdido.
        un evento pasado hace cientos de  donde los afiches no se   voz se desvanece.            A veces, aparecen grietas en el
        días atrás. Y en una esquina apenas   borren sin leerlos, donde   Desde la psicología ambiental,   espectáculo. Una pared entera
        visible, colgando por una cinta                             Enric Pol advertía que el entorno   intervenida por escolares con
        transparente que se dobla con el sol,  los carteles no sean solo   urbano influye en nuestras emo-  témperas. Un grafiti que no es   Alejandro Arros Aravena
        un papel blanco con letras hechas   consumo, donde el mobi-  ciones, en nuestra percepción de   vandalismo sino testimonio. Un   Doctor en Educación, Académico
        a mano dice: “Se busca a Clara,                             pertenencia, en la capacidad de   sticker en el poste de luz que dice   Departamento de Comunicación
        16 años. Desaparecida”. Nadie lo   liario urbano sea soporte   identificarnos con el lugar que   “no estás sola”. Son pequeñas re-  Visual UBB
        mira. No brilla. No lo diseñó una  de vida y no solo de trán-  habitamos. La saturación visual   beliones visuales. Pequeñas, pero
        agencia. Pero grita. Grita más que   sito. Mientras eso no ocu-  —que no es riqueza, sino rui-  vitales. Porque ahí está la ciudad
        todos los demás.                                            do— impide el descanso mental y   real. No la que se publicita, sino la
          La ciudad se ha convertido en  rra, nos queda mirar con   dificulta el recuerdo. Un cartel tras   que se resiste a desaparecer entre
        un campo de batalla visual. No se   otros ojos. Hacer pausa   otro, una tipografía sobre otra, un   tantos anuncios.
        trata ya de la arquitectura ni del                          rostro detrás de cien. ¿Qué queda,   Podríamos imaginar una ciudad
        trazado urbano, sino de quién logra  frente al mensaje escrito   entonces, en la memoria del tran-  distinta. Una donde el derecho a
        ocupar el espacio simbólico de la   a mano. Respetar el cartel   seúnte? Solo lo que más grita. Pero   ser visto no lo decida el mercado.
        retina colectiva. Lo decía Naomi                            lo que más grita no siempre es lo   Una ciudad donde los muros ha-
        Klein en No Logo: el espacio público  torcido, el lienzo colgado   más justo.            blen en todos los tonos, y no solo
        ha sido privatizado sin necesidad   entre dos árboles, el afiche   Sergi Valera ha estudiado la   con voz de marca. Una ciudad
        de cerrar sus puertas. Las marcas                           percepción del espacio cotidiano.   donde los afiches no se borren sin
        han colonizado los muros, los  roto que aún guarda un       Y en sus investigaciones emerge   leerlos, donde los carteles no sean
        postes, las vitrinas y hasta nuestros   nombre. Ahí, en ese gesto   una idea clara: las personas se   solo consumo, donde el mobiliario
        cuerpos. Lo que antes era lugar de                          vinculan emocionalmente con los   urbano sea soporte de vida y no
        encuentro, se volvió una galería   mínimo, está la ciudad   lugares que cuentan historias, no   solo de tránsito.
        sin entrada libre, una galería cuyo   que aún tiene corazón.   con los que imponen consignas. Es   Mientras eso no ocurra, nos
        acceso visual lo decide la billetera,                       en la esquina donde fue pintado un   queda mirar con otros ojos. Re-
        no la comunidad.              Una ciudad que no solo        mural en homenaje a un trabajador   conocer en lo pequeño un acto
          La ciudad ya no se recorre, se  se camina. Una ciudad     fallecido, es en el paradero donde   de valentía. Hacer pausa frente al
        escanea. Y al escanearla, uno en-  que también se lee. Y que,   alguien dejó una carta para quien   mensaje escrito a mano. Respetar
        cuentra que el mensaje dominante                            nunca volvió, donde se activa la   el cartel torcido, el lienzo colgado
        no es ni poético ni ciudadano, sino  si aprendemos a mirar   memoria emocional del habitante.   entre dos árboles, el afiche roto que
        comercial. ¿Cómo podríamos llamar   mejor, quizás logremos   Pero eso no se paga. Eso no se con-  aún guarda un nombre. Ahí, en ese
        a esto si no paisaje publicitario?                          trata. Eso no está diseñado.  gesto mínimo, está la ciudad que
        Un paisaje hecho no de árboles ni  escribir entre todos.     La pregunta es incómoda pero   aún tiene corazón.
        calles, sino de estímulos que piden                         urgente: ¿quién tiene derecho a   Una ciudad que no solo se ca-
        atención constante. Guy Debord                              ser visto? ¿El que puede pagar una   mina. Una ciudad que también se
        lo llamó el espectáculo. No es que                          gigantografía o el que necesita en-  lee. Y que, si aprendemos a mirar
        vivamos rodeados de imágenes, es                            contrar a su hermana? ¿La marca   mejor, quizás logremos escribir
        que vivimos sometidos a ellas. La                           que lanza un nuevo producto o la   entre todos.



        Club de lectura en Centro

        Cultural Casa Gonzalo Rojas


        inicia con ciclo del género terror




        El escritor y poeta Astilla Atlas es quien vuelve a guiar   las miradas, conclusiones y las maneras de abordar
        y moderar un taller de lectores en el centro cultural   una misma obra.
        Casa Gonzalo Rojas, este 2025. En esta oportunidad,   “Lo que se busca es personas que leen harto, que
        el inicio del ciclo lo marca la literatura del terror y   leen poco, que no leen o que están recién partien-
        misterio, uno de los géneros más antiguos, dada su   do puedan reunirse y compartir sus experiencias en
        atemporalidad y horizontalidad, considerando que   torno a alguna obra. Son dos sesiones al mes, y en
        la sociedad desde sus inicios se ha erguido en torno   la primera estaremos abordando por cerca de tres
        a desafíos, amenazas y la conciencia del descono-  meses los cuentos de Allan Poe y otros exponentes
        cimiento.                                    del terror, dado que representa un estado emocional
        Para esta temporada el taller logró convocar a un gru-  o psicológico por el que todos algunas veces hemos
        po de estudiantes y profesionales, como ingenieros,   sentido”, explica Astilla Atlas.
        periodistas, bibliotecarios, además de funcionarios   “Los próximos meses estaremos abordando otros gé-
        públicos, quienes debatieron respecto a la obra de   neros como el cómic y literatura regional”, destacó.
        Edgar Allan Poe.                             Los talleres se están realizando los miércoles a las
        Los debates se reforzaron con lecturas de pasajes,   17.30 horas y se puede participar de manera presen-
        presentación de videos y con las actividades lúdicas   cial o telemática, exigiendo sólo el compromiso de
        planteadas por el tallerista, con el objetivo de ampliar   la constancia.
   24   25   26   27   28   29   30   31   32