Page 8 - Edición Noviembre Revista Agro
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LA DISCUSIÓN                                                                     Opinión



            NOVIEMBRE 2021
















                                                                                                                             on más pena que gloria visualizo la evolución de la ruralidad
            Ñuble rural                                                                                                      del  país  durante  el  período  2022  –  2026.  En  efecto,  si



                                                                                                                             juntásemos todos los contenidos de los programas de

            con pena y sin                                                                             Cinstalar  en  Chile  una  política  pública  que  sostenga  el
                                                                                                                             gobierno asociados a la ruralidad, sería insuficiente para





            gloria                                                                                       desarrollo de la actividad económica de la macrozona rural del país.

                                                                                                            Mientras nuestro suelo agrícola sigue siendo depredado por el aumento

                                                                                                         de  la  superficie  urbana,  las  parcelas  de  agrado  y  las  plantaciones


                                                                                                         forestales, la proyección de escasez de alimentos hacia el año 2050 ha


                                                                                                         generado, en el mundo desarrollado, un creciente interés en proteger

                                                                                                         las tierras cultivables. La tendencia de los países OCDE – excluido

                                                                                                         Chile – ha sido fortalecer la gobernanza y la autogestión de las zonas


                                                                                                         rurales y su integración con los planes estratégicos de desarrollo de


                                                                                                         las zonas urbanas.

                                                                                                            Entre las regiones de O’Higgins y La Araucanía habita más del 50%

                                                                                                         de la población rural y genera más del 55% del PIB de la actividad


                                                                                                         agropecuario silvícola del país. Empero, no existe una gobernanza que


                                                                                                         permita desarrollar dicho potencial.

                                                                                                            La OCDE ha señalado que Chile tiene programas, pero carece de una

                                                                                                         política rural. En palabras del organismo, los programas de desarrollo


                                                                                                         rural han sido diseñados con un enfoque desde arriba hacia abajo, a


                                                                                                         veces sin la debida consideración de las particularidades, prioridades y

                                                                                                         realidades territoriales. Además, el organismo de cooperación advierte

                                                                                                         sobre el alto grado de fragmentación institucional, lo que tiene como


                                                                                                         resultado la superposición de programas y fallos de coordinación en


            Renato Segura Domínguez                                                                      los programas rurales. La falta de capacidad fiscal que otorga la ley a



            Centro de Estudios                                                                           los gobiernos municipales limita la efectividad de sus esfuerzos para
                                                                                                         ejercer cualquier responsabilidad que les haya sido delegada, es la


            Cerregional                                                                                  sentencia final del OCDE.


                                                                                                            En  materia  local,  la  región  de  Ñuble  está  ubicada  en  un  punto

                                                                                                         equidistante entre las regiones de O’Higgins y La Araucanía. En un radio

                                                                                                         económico de 300 kilómetros concentra la mayoría de los recursos que


                                                                                                         necesita el desarrollo de la agroindustria. Está ubicada a 100 kilómetros


                                                                                                         de los principales puertos de la región del Biobío, con una conectividad

                                                                                                         de primera línea y acceso expedito a los grandes centros de consumo

                                                                                                         de los productos agroalimentarios del país.


                                                                                                            Con estos antecedentes e invocando el sentido común, la región


                                                                                                         de Ñuble debiese estar dotada de una gobernanza para respaldar la

                                                                                                         actividad económica rural. La política rural, irremediablemente debiese

                                                                                                         estar basada en un paquete de incentivos fiscales que permita disponer


                                                                                                         de la infraestructura necesaria para el acopio de productos frescos, el


                                                                                                         procesamiento y la logística de distribución hacia los mercados de Chile

                                                                                                         y el mundo. Los gobiernos locales debiesen tener mayor autonomía en

                                                                                                         orientar la inversión pública para contribuir al desarrollo de los recursos


                                                                                                         disponibles. Parte de la recaudación tributaria que genera el sector,


                                                                                                         debiese estar destinada a la protección social de los trabajadores que

                                                                                                         han dedicado su vida a la actividad agrícola. Siguiendo los consejos

                                                                                                         del Banco Mundial, la política rural debiese permitir la instalación de


                                                                                                         Zonas Francas Agroindustriales para fortalecer las exportaciones de


                                                                                                         alimentos frescos y elaborados.

                                                                                                            Pero nada de ello está considerado en los programas de los candidatos

                                                                                                         a la presidencia de Chile. Es decir, con mucha pena y sin gloria, la


                                                                                                         ruralidad del país seguirá esperando que el sentido común ilumine a


                                                                                                         las próximas generaciones.


                                                                                                                                                                                                                                                      8 8
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