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creer en lo que podía hacer y sin-
tió que era una forma de entregar
algo sin palabras. Ellos la obligaron
a mostrar lo que hacía, así que en
diciembre de 2016 se presentó
feria en la placita de las Trancas. 2
con algunos cuadros de manda-
las y posavasos en una pequeña
De ahí en adelante una cosa llevó
a otra y desde entonces ha sido
ese el lugar donde expone cada
vez que tiene la oportunidad.
“En general la gente me llena de
energía y buena onda, siento que
perciben lo que siento, lo que hay
en cada línea y como me gusta
hacerlo”, relata Katy.
Además de las mandalas,
también dibuja y pinta rostros y
animales en blanco y negro, “es
lo que más me apasiona. Una foto
en esos momentos especiales me
emociona y busco encontrar el
punto justo y suficiente entre luz y
sombra para lograr el sentimiento
que quiero”, dice la artista.
En cuanto a los estilos y téc- 3
nicas que utiliza ha sido siempre
autodidacta. Ella ha trabajado con
acrílico, óleo, esmalte, acuarela,
lápices de colores, pasteles, gra- 1 ELEFANTE EN MANDALA. Lápiz carbón y carboncillo sobre madera, 120x75 cms.
fitos, carbón y carboncillo. Katy
dice que “ha sido una búsqueda
y prueba de como resulta traba-
jar con diferentes técnicas sobre 2 BEBÉ EN MANDALA. Acuarela, lápiz carbón y plumones, 80x75 cms.
la madera”.
Por estos días, Katy está 100%
enfocada en sacar adelante un
sueño de muchos artesanos 3 MAPUCHE. Lápiz carbón y carboncillo sobre madera, 75x60 cms.
del valle Las Trancas: tener un
pueblito de artesanía y arte para
la comunidad y los visitantes.
Aquí quieren ofrecer talleres, 4 ÁRBOL DE LA VIDA. Acuarela y plumón sobre madera, enmarcado en pino quemado, 120x75 cms.
una pequeña zona con lectura
y un espacio para la exposición
del trabajo que desarrollan los
artistas y artesanos locales, una
zona cultural con las diferentes 4
expresiones, incluyendo música,
baile y teatro.
“Es un proyecto grande que
recién comienza. Gracias al
apoyo de la municipalidad de
Pinto, la colaboración de algu-
nos empresarios y, sobre todo,
por el esfuerzo y fondos de diez
artesanas, ya tenemos la prime-
ra etapa de construcción en la
placita Las Tranquitas”, cuenta
con orgullo, y agrega “me sen-
tiría muy emocionada si lo que
hago produce un real impacto,
si estoy feliz, siento que pueden
ver la belleza de otra forma, que
no siempre es perfecta, mostrar
otra forma de meditación a tra-
vés del arte. Que cada persona
que ve mis cuadros se queda un
momento observando, ese tiem-
po de sus vidas se detiene frente
a parte de mí, esa conexión que
se produce con ellos, es la que
hace que siga dibujando, más
allá de que se queden o no con
el cuadro”.
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