Page 19 - Diario 14/07/2024

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La Semana
Entrevista.
A veces tenemos grandes ideas y grandes proyectos, pero es muy
importante cómo lo hacemos. Yo creo que quisiera plasmar un estilo
sencillo, cotidiano, cercano, que es lo que también he buscado como
párroco en todo lo que he servido dentro de la Diócesis”.
Domingo 14 de julio de 2024 19
Presbítero Luis Fuentes
El pasado lunes 8 de julio, el Colegio Consultor de la Diócesis de
Chillán eligió como administrador diocesano al sacerdote Luis
Patricio Fuentes Benavides, tras la partida del hoy arzobispo de
Concepción, Sergio Pérez de Arce. Luis Patricio Fuentes Benavi-
des es originario de San Fabián de Alico. Nació el 8 de noviembre
de 1968. Sus estudios básicos los realizó en su pueblo natal y su
enseñanza media en el Liceo Narciso Tondreau, de Chillán. La
formación teológica la realizó en el Seminario Metropolitano de
Concepción entre los años 1987 y 1993. Fue ordenado diácono en
tránsito el 13 de febrero de 1994, y presbítero el 27 de diciembre de
1994 por el obispo Alberto Jara Franzoy. Ha ejercido varios roles
dentro de la Diócesis y se especializó el Liturgia en Roma. Hasta
este lunes, era vicario general y secretario canciller. Actualmente
es párroco de San Bernardo en Chillán Viejo.
Cuáles son sus objetivos iniciales como nuevo
administrador diocesano?
El administrador diocesano es una tarea que se da por un tiempo
provisorio. Es siempre en espera del nombramiento del nuevo obispo. Y
hay un principio que rige este tiempo provisorio y es ayudar al desarrollo
cotidiano de las actividades pastorales de la Diócesis, pero sin innovar en
las cosas fundamentales, porque eso es responsabilidad de la labor pastoral
del obispo. Por supuesto que en este tiempo vamos a animar el trabajo
para que continúe la misión manteniendo aquellas cosas fundamentales
en la vida diocesana.
Cómo pretende construir el camino al futuro obispo que
designe el Papa Francisco?
El camino en realidad no se lo construimos, sino que queremos esperarlo.
Queremos pedir al Señor, la asistencia del Espíritu para el discernimiento
que la Iglesia y que el Papa tienen que hacer para designar al obispo de
Chillán. Y queremos esperarlo trabajando, por supuesto, continuando la
tarea de evangelizar en nuestra misión y por eso estamos animando a que
todas las comunidades, las parroquias, los colegios, la pastoral sigan su
vida normal y continúen con la tarea de hablar de Jesús, de anunciarlo,
de hacerlo presente.
Cómo fue su experiencia formadora en Roma y qué es lo
que más destaca de dicha estancia?
Fue ya hace tiempo, fue de 1998 al 2001, y tuvo dos cosas que me marca-
ron. Una fue el distanciamiento de Chillán, de San Fabián, de mi familia,
de la Diócesis. Hay un aspecto afectivo importante ahí que uno añora
porque extraña la tierra, la familia, los amigos, la patria. Y eso crea en
uno también una perspectiva también distinta de mirar lo propio, lo de
uno, lo aprende a valorar y añorar también. Y el otro aspecto fue estar en
Roma propiamente tal, porque es como un espejo del mundo entero, con
nacionalidades, culturas, modos de ser, perspectivas distintas.
Por qué tenemos administrador diocesano y no apostólico?
El administrador diocesano rige temporalmente la vida de la Diócesis,
porque evidentemente la institución es un organismo vivo que necesita
ser conducido, necesita una cabeza que trabaje junto a los otros organis-
mos como el Consejo de Consultores. Entonces, la tarea es conducir la
vida pastoral. Ahora, la diferencia con el administrador apostólico es que
este último es designado directamente por el Papa y el administrador
diocesano es elegido por este grupo de sacerdotes que se llama el Colegio
de Consultores, que está compuesto por presbíteros.
Qué destacaría de su vasta experiencia religiosa y cómo
pretende plasmar eso en el cargo?
Mi experiencia religiosa está marcada por mi vida de fe en mi fa-
milia, una familia de San Fabián, una familia sencilla, de un pueblo
también de estilo de vida sencilla, en la parroquia de San Fabián, donde
crecí, participé de la catequesis, en la Pastoral Juvenil, como acólito,
donde hice todo mi inicio de vida religiosa. Yo diría una vida sencilla
y cotidiana. Eso también ha marcado mi vida sacerdotal en el sentido
de que yo procuro, en lo cotidiano, prestar mucha atención al modo
relacional.