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www.ladiscusion.cl Domingo 12 de marzo de 2023 19

La Semana

Entrevista.

Marta Quilodrán

En medio de los cariñosos y efervescentes saludos en la calle, Marta
Quilodrán, o más conocida como la “Tía Marta”, pasa sus tardes
vendiendo productos en un pequeño puesto frente a la tienda Tricot,
ubicada en calle 5 de abril, entre Maipón y Arturo Prat. Es costumbre
que la Tía Marta reciba a todo tipo de personas, todos los días, que
se detienen para sacarse una foto con ella o pedirle un saludo. Todos
quienes hayan usado la aplicación TikTok han visto al menos algún
video de Marta, los cuales son furor en la red social. Y no es menor,
puesto que tiene más de 450 mil seguidores y sus videos bordean
los 15 millones de likes. Nacida y criada en Chillán, Marta cuenta
que nunca pensó en la fama que la tiene ahora como una de las
influencers más famosas de Chile, sobre todo, luego del spot que
protagonizó hace un par de semanas con otros personajes, incluido
Fabrizio Copano. “Fue para distraerme”, comenta mirando su celular
y respondiendo cada uno de los cariñosos mensajes que le llegan.

Cómo y por qué surgió la idea de subir videos a TikTok?

Bueno, yo empecé cuando falleció mi marido, a principios de la pandemia.
El estar en la casa y el encierro me llevaron a hacer videos con mis nietos,
a jugar más que nada. Yo era una persona con más de 200 kilos y mis nie-
tos se reían de mí, en el buen sentido de la palabra. Me hacían bailar y yo
bailaba, jugando con ellos. Seguíamos en pandemia y ahí me enseñaron
a jugar en TikTok, porque yo les hacía los videos y ellos los subían, porque
yo no le entendía a la tecnología, hasta el día de hoy.

Cómo fue que aprendió a usar las redes sociales luego de
esto?

Después que pasó la pandemia, yo vine a trabajar en pleno invierno al
puesto aquí y seguíamos subiendo videos a TikTok con mi nieta, ella me
grababa, yo le bailaba y los subía. Aquí venía otra señora con su nieta para
acá. Hasta que un día me dijo: Marta, tienes que hacer esto y esto otro y así
aprendí, ella me enseñó a ocupar la aplicación. Después, todos los días en
mi casa hacía harta gimnasia, haciendo videos y subiéndolos de a poquito.
Fui aprendiendo con el tiempo, aunque aún me cuesta.

De qué manera afectó su vida este cambio, además de la
popularidad que consiguió?

Esto me cambio la vida totalmente. Me conseguí una hora con una
kinesióloga y comencé a hacer ejercicios por cámara, porque yo llegué a
pesar mucho, dependía de mi marido y cuando falleció tuve que aprender
a ser independiente. Así empecé y he conocido mucha gente buena y mala
también. En la noche converso con mis amigas y ya no hay tanta soledad,
pero el TikTok cambió mi vida absolutamente.

Cómo la trata la gente que pasa por aquí pidiéndole fotos y
saludos?

La gente con mucho cariño y los niños también. Los jóvenes que estudian
pasan de la escuela, me abrazan y me dicen “tía Martita quiero ser su nieto”
con mucho cariño y también me invitan a almorzar. Viene mucha gente
de todos lados a conocerme. A propósito, estamos haciendo un concurso
en Instagram de quién imita mejor a la tía Martita y ahí vamos a elegir
a alguien para que vaya a almorzar a mi casa conmigo y a otros que les
vamos a dar unos regalos.

Pensó en algún momento tener la fama y ser reconocida
por sus videos?

Nunca. Al principio empecé a hacer travesuras no más, pero después
TikTok cambió mi vida totalmente. Yo llegué a pesar mucho, dependía me basé en otros tiktokers, que comían y hacían cosas extrañas con la
de mi marido y cuando falleció, tuve que aprender a ser independien- comida. Fue ahí cuando dije ¿por qué yo no puedo mostrar mis longani-
zas de Chillán? Empecé entonces a hacer mis comidas tradicionales y los
te. Así empecé y la gente me trata con mucho cariño” comencé a subir, gané mucha fama en ese momento, no lo esperaba para
nada. Luego del comercial se me subió aún más la fama. Lo pasé bien ahí,
con el Fabrizio Copano y los hoteles en Santiago, me atendieron como una
artista de cine. Jamás me lo imaginé, fue todo muy bonito.