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www.ladiscusion.cl Domingo 9 de abril de 2023 19

La Semana

Entrevista.

Sebastián Uribe Vives

El 25 de marzo se cumplió un hito, no tan solo a nivel regional,
sino que también nacional. Sebastián Uribe se convirtió en el
sacerdote más joven del país. Con 27 años, asumió este impor-
tante rol en la Diócesis de Chillán, con miras también a generar y
entregar vocación de servicio a jóvenes que quieran formar parte
de la iglesia. Nacido en Bulnes, dentro de una familia cristiana,
comenta que siempre tuvo el sentido del servicio público, lo que
lo llevó a los 19 años a entrar al seminario. Es así como también
pasó a convertirse en el último seminarista de la Diócesis, donde
probablemente pasarán varios años para que salga uno nuevo.
El sacerdote detalla que su servicio va dirigido a mostrar un Jesús
cercano a la gente, en donde la iglesia cumple también un rol
fundamental.

Cuál será su labor de aquí en adelante luego de este
importante nombramiento?

Después de esta ordenación sacerdotal seguiré trabajando en la parro-
quia de Pinto y Coihueco, trabajo además en la Universidad Católica de
la Santísima Concepción acá en Chillán, donde soy capellán y también
hago clases. Se me ha pedido también el servicio de estar a cargo de la
pastoral vocacional de la diócesis. Seguiremos el trabajo de estar cercano
a las comunidades y de mostrar un Jesús cercano a la gente, de amor, que
nos levanta y anima. Creo que por ahí va mi servicio.

Cómo nace la vocación sacerdotal y cuándo se dio cuenta

La vocación nace en el seno de una familia cristiana, donde siempre
tuve el sentido del servicio público, en el colegio siempre estuve metido
en esos ámbitos, fui presidente de curso y del centro de alumnos. Llega
un momento de la vida en donde uno analiza y piensa en cómo servir. En
eso aparece la figura de Jesús bien fuerte en mi vida y me doy cuenta que
hay un llamado desde el punto de vista social con una mirada cristiana.
Me enamoró la vida e historia de Jesús.

Cuál será el sello de su ministerio sacerdotal?

Hacer que la gente se encuentre con este Jesús de amor, que perdona,
que levanta y que nos anima, reconociendo que él hace una historia con
cada uno de nosotros, de salvación y de cariño. Me gustaría vivir un mi-
nisterio entre la gente también. Me ha tocado en este tiempo acompañar
muchas comunidades rurales y compartiendo en el día a día la fe, ya que
se vive en la práctica.

Pensó alguna vez en abandonar este camino debido a las
diversas crisis que ha vivido la iglesia últimamente

Por supuesto que sí. Yo ingresé en 2015 al seminario y entramos 48,
muchos de ellos no siguieron. La crisis eclesial que hemos vivido no nos
dejó ajenos. Me pregunté en un momento qué hago acá, pero yo creo que el
perseverar y el seguir viene en ese encuentro verdadero con Jesús y creerle
a él. Si bien es cierto que en la iglesia hemos tenido delitos y hechos muy
dolorosos, sigue haciendo mucho bien. Eso se sigue notando, por ejemplo,
en el domingo de ramos donde estaban todas las iglesias llenas.

Qué piensa sobre la falta de vocaciones, considerando que
fue el último seminarista de la Diócesis?

La vocación es un llamado de Dios y lo que hay que hacer es ayudar
a que jóvenes descubran si reciben ese llamado. Hay que acompañar la
Después de mí no hay nadie formándose como sacerdote en la Dióce- vida de fe de los jóvenes. Muchas veces se dice que no están ni ahí con la
sis y hay que ayudar a que jóvenes descubran si reciben el llamado de iglesia, pero en verdad cuando uno empieza a hablar más profundamente
con ellos, sí tienen una experiencia de Dios, quizá todavía genuina, pero
la vocación o no. Los jóvenes están buscando esto de la trascenden- buscan la trascendencia, algo distinto. Los jóvenes están buscando ideales
cia”. más profundos.