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Cultura
Lo que tú eres, tu historia, merece ser escrita
Ziley Mora Penrose
Escritor, etnógrafo y filósofo parir a los adultos con preguntas acerca
Domingo 9 de octubre de 2022 29
Hace unos años, en Villa Amargo, un ais- – es decir tu mismo- es un labrador
lado poblado a orillas de un río prodigioso de nubes y palabras. A veces, con esas
en la alta cordillera de Collipulli (Chile), letras, llueve. Otras, ellas, por contraste,
viví un momento místico de escritura. intensifican el azul del sentido. Las mías
Fue un sábado por la tarde, cuando los y las tuyas -que serían un desperdicio no
pocos niños no tenían escuela y cuando Tú historia es parte del mundo y merece ser con- declararlas- quieren hacer aparecer una
los adultos se permitían un descanso. tada. En verdad, “es” el mundo: somos memoria y muy inédita página llena de sol y de noche,
Llovía. El incesante goteo acentuado y en el ancho espacio de este irrepetible
atenuado por el viento sobre el techo, relato de nosotros mismos, nada más. mundo. Y no importa que nos lluevan
era una bella melodía, con altos recios Tú vida, la vida de la gente, es suficientemente granizos de problemas: lo importante
y bajos suaves, tal como una sinfonía interesante si tú consigues captarla tal cuál es, es incorporarlos como estrellas preñadas
de Rimsky Korsakov. En verdad, era de luz oculta, pues allí donde tropiezas,
escuchar la partitura de Sheherezade, monótona, sencilla, pero a la vez increíble, inson- está tu mejor tesoro.
pero orquestada por la lluvia, el viento, el dable, llena de épica. Y el responsable de captarla Tú historia es parte del mundo y
crepitar del fuego, el hablar quedo de los merece ser contada. En verdad, “es” el
ancianos y agudos de los chicos. Cierta leña es en primer lugar la propia persona que la vive. mundo: somos memoria y relato de
de una chimenea rústica nos calentaba nosotros mismos, nada más. Tú vida,
el cuerpo y el alma. Ellos habían llevado la vida de la gente, es suficientemente
sopaipillas (panecillos fritos) y mate. Yo, interesante si tú consigues captarla tal
entre sorbo y sorbo, iba estimulando la cuál es, monótona, sencilla, pero a la vez
conversación con recuerdos que les hacía increíble, insondable, llena de épica. Y
el responsable de captarla es en primer
de su vida. lugar la propia persona que la vive. Sólo
Y allí, luego de la cascada de las me- que ello exige saber ver la vida de las
morias, con placer infinito yo observaba gentes y la tuya “bajo la mirada de la eter-
a niños y adultos, cómo todos se reen- nidad”; vale decir, intuir sus búsquedas,
gendraban desde sí mismos por la vida agarrar sus móviles ocultos, atrapar sus
que venía del padre-lápiz. No había duda sueños, exorcizar sus miedos y todo con
que todos estaban escribiendo “La mejor una mirada en perspectiva, ojalá fina y
historia jamás escuchada”. Por mi parte, espiritual. Lo bueno que todo esto, un
yo hacía lo propio al registrar la mía; es registro así, ¡es posible ser enseñado y
decir, esa íntima experiencia de felici- practicado!
dad que estaba ocurriendo allí mismo Escribir es aprender a despedirse y
frente a mis ojos: un grupo de escrituras a la vez a quedarse en la memoria del
desde un sagrado silencio como nunca Gran Significado. Por eso, tu biografía
producido, escuchando la voz del viento. es digna de un libro. En verdad, desde el
Cada uno abriendo su oído interno para instante mismo del nacimiento, ya nos
dar cauce a la tinta del corazón. Nunca empezamos a despedir de este mundo. Y
el sonido de la lluvia del sur ni el rumor este aprendizaje del retiro exige apoyarnos
del cercano río Amargo fue más dulce en la reflexión, evaluando nuestras expe-
que este momento. Yo habría pasado allí, riencias, particularmente aquellos sucesos
mil y una noche con esa Sheherezade de qué más nos removieron o nos inspiraron.
narradores simples, embrujado como Por eso que se requiere de disponernos
ellos por un silencio y una música que a un aprendizaje de registro, a una guía,
no era de este mundo. pero no de una guía cualquiera que apenas
Aunque no vivas en río Amargo, aunque nos lleve a una crónica desangelada, sino
la ciudad te impida escuchar las noticias de un registro lúcido, con cierta técnica,
del viento, atrévete a abrir el cuaderno porque de lo contrario nada de valor
de tu vida y verás las nubes de palabras podríamos llevarnos. Nada importante
que piden lluvia. Porque todo existe para de nosotros se quedaría para iluminar
ser descubierto y para ser contado de a otros. Sin que nuestra pluma destile
nuevo. Y lo debe hacer cada nueva vida algún significado, todo se nos volvería
consciente que se abre a la experiencia demasiado doloroso, o bien muy gris y
del mundo. La escritura es al Ser nuestro simple. Así, toda biografía es digna de un
como las nubes son al cielo. El escritor libro memorable, incluyendo la tuya.