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LA DISCUSIÓN
LA D ISCUSI Ó N
Abril 2021
Abril 2021
Editorial
Escasez de mano de obra para la cosecha
a menor disponibilidad de mano de obra para la cosecha Urge flexibilizar la legislación
de frutas marcó la temporada que ya concluyó para laboral, así como los requisitos
varios rubros, un fenómeno que, si bien no es nuevo, este
verano se percibió con más fuerza en la región de Ñuble para acceder a los beneficios
Ldebido al aumento de la superficie a cosechar y a las del Estado, de manera tal que
mayores restricciones a los desplazamientos impuestas como trabajar hasta seis meses en
consecuencia de la pandemia, las que limitaron el ingreso de
extranjeros que habitualmente desempeñan esta labor así como el año no signifique para un
también el tránsito de los nacionales. temporero perder subsidios
Como era de esperarse, la menor oferta de temporeros obligó a ni el puntaje social para
los productores a pagar más por este trabajo, pero la principal ser beneficiario de distintos
consecuencia que destacan los fruticultores es que hubo fruta que
no se alcanzó a cosechar, así como también las deficiencias en la programas sociales.
selección de la fruta en el árbol, un elemento clave para competir
en los mercados internacionales.
Solo en el caso de la cereza, que exhibe un crecimiento explosivo
en la región y en el país, entre un 2 y 3 por ciento del total de los
huertos no fueron cosechados, mientras que en un 20-30 por
ciento, al menos, esta labor fue mal realizada. Dado el contexto de
crisis que enfrentó este rubro por la caída de los precios en China,
la mala selección contribuyó a empeorar los retornos.
Desde los gremios de agricultores han apuntado al desincentivo
que representa la entrega de subsidios focalizados por parte del
Estado, pues sostienen que muchas personas que habitualmente
realizaban labores temporales de cosecha, esta temporada
optaron por no hacerlo para no perder dichos beneficios.
A raíz de lo anterior es que urge flexibilizar la legislación laboral, así
como los requisitos para acceder a los beneficios del Estado, de
manera tal que trabajar hasta seis meses en el año no signifique
para un temporero perder subsidios ni el puntaje social para ser
beneficiario de distintos programas sociales.
Claramente, este año fueron también factores relevantes la mayor
demanda por trabajadores, principalmente en diciembre, un mes
clave para la cereza, debido a la entrada en producción de nuevos
huertos en el país, lo que representa una dura competencia por
la mano de obra; y adicionalmente se debe considerar el temor al
contagio con Covid y las dificultades que enfrentaron madres y
padres para el cuidado de los hijos.
De cara a la próxima temporada será necesario avanzar
decididamente en la adaptación de la legislación laboral a esta
nueva realidad del agro, que exige un volumen creciente de
personas para realizar labores de cosecha, entendiendo que en
los próximos años la superficie de frutales y otros cultivos seguirá
incrementándose.
Asimismo, se debe incorporar a mayor velocidad la tecnificación y
automatización de ciertos procesos, como la cosecha, en los rubros
en que sea posible, lo que, si bien significa abordar inversiones
relevantes, por ejemplo, para la adquisición de maquinarias y
equipos, permitirá lograr ahorros considerables y tan necesarios
en mercados cada vez más competitivos.
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