Page 34 - 2019

34
34 Domingo 27 de octubre de 2019
Cultura
Cultura&Espectáculos
NUESTRO IDIOMA
CARLOS RENÉ IBACACHE I.
MIEMBRO DE LA ACADEMIA
CHILENA DE LA LENGUA
La lectura, los
clásicos e Internet
¿Cómo conciliar los avan-
ces de la tecnología y la
modernidad con los valores
trascendentales que desde
siempre nos han provocado
la lectura de los clásicos?
Tal vez no sea problema
para los adultos califi cados
como buenos lectores. Ellos
sabrán equilibrar los placeres
de la “navegación”, con los
placeres de la lectura.
Nuestra inquietud, es cómo
conseguir esa equivalencia en
nuestros niños y adolescentes.
Ambos sectores, el infantil
y el juvenil, ya no quieren
leer. Simplemente, no les
gusta, con las excepciones de
siempre. Están convencidos
que los libros insinuados o
recomendados por el profe-
sor son aburridos. Evidente,
el libro no puede competir
con Internet. Es demasiada
la diferencia. El atractivo de
sus colores, de su movilidad y
de sus conocimientos, hacen
francamente imposible que
el libro gane. Sin embargo,
éste con su presencia física,
con su inmovilidad y sus
“El libro no puede com-
petir con Internet. Es de-
masiada la diferencia. El
atractivo de sus colores,
de su movilidad y de sus
conocimientos, hacen
francamente imposible
que el libro gane”.
contenidos tienen el mara-
villoso poder, si lo acogimos
siendo niños, de hacernos
potenciales partícipes de mo-
delos que alguna vez hemos
imaginado en términos de
comparación, de esquemas
de clasifi cación, de escala
de valores, de paradigmas
de belleza, cosas todas que
siguen actuando, pasamos
por la adolescencia y que se
expresen en su total plenitud
en la edad adulta. Todo esto
para afi rmar que leer por
primera vez que leer un libro
en la edad madura es un
placer extraordinario. Pero
todo esto fue conseguido
desde aquel día en que siendo
niño, se enamoró del libro.
Ahí está la clave. Clave que,
defi nitivamente, la tienen los
maestros, si desde el aula
escolar les enseñaron las mo-
dalidades para cultivar este
hábito, que nunca dejaremos
de ponderar cada vez que la
ocasión se presente, especial-
mente ahora en que se está
arrasando con esta preciosa
costumbre de leer.
Refl exiones del diablo en
Chile
Ziley Mora Penrose. Escritor, etnógrafo y fi lósofo
Ahhh ¡cómo me gusta que nadie me vea!
Hace una semana he tenido un traspié por-
que el Sistema que promuevo -transformar
a los sin poder en adoradores del modelo de
consumo- algo se me atascó. Al fi nal la gente
no aguantó mi compra a los políticos. Aunque
me consuela un poco el gusto que muchos
tienen por el saqueo. Me refi ero a los que no
son “delincuentes”, tal como pasó en el otro
terremoto. Aquí veo una esperanza: ojalá todos
-más temprano que tarde- me vendan su alma
por un poco de comida pestilente, un auto y un
par de pesos. Con los curas me fue fácil: bastó
un poquito de pornografía digital infantil, y ya
están ardiendo. A Karadima, al pastor Durán y
a Poblete les di poder y listo: ¡cocinados! El cura
Puga y Berríos son los únicos que predican, lo
que más me desencaja: “El despertar no tiene
que terminar nunca más”. Menos mal que ya son
viejos. Me desespera el despertar, porque veo
a muchas mujeres conscientes de su tremendo
poder que no querrían ser transgénero, lo que
me encantaría.
Ay mi adorado Sistema ¡cómo te amo!: de
todos los que he azuzado en otras revoluciones,
es el único que no produce ni héroes ni santos,
esa peste de vida noble que me hace vomitar. Me
Debo también enlodar lo poquito
de virtud que le queda a los pobres:
quiero que la gente destruya su
propio nido, social y ecológico, y que hagan lo
que ninguna avecilla hace: que empuerquen su
árbol donde cantan.
RetroDiario
Nace en Chillán el
médico Federico Puga
31/10/1855 física, cosmografía e historia
34
www.ladiscusion.cl
los apetitos, corrompo a todos vía exacerbar
encanta, porque al fi nanciar desde la cuna todos
los siete pecados capitales: la soberbia en los
poderosos, la ambición en los políticos, la usura
en los bancos y accionistas, la gula triste en los
adolescentes obesos, la frustración en madres,
el resentimiento en los ofi cinistas. Todo esto
te lo debo a ti, Oh adorable y bendito Sistema
Financiero. Te lo debo a ti, Madre Torcida que yo
mismo te creé y te hice llamar Federal Reserve.
Pero de todo ello, siento orgullo de mi droga
más efi ciente: la realidad virtual, donde hago
pasar la mentira con tanta pompa y color que de
un solo vistazo, puedo engañar a millones. Con
las pantallitas hago caer al pueblo en la trampa
del blanco y negro y seguir manipulando a mi
antojo. Defi nitivamente he acertado.
Mi estrategia favorita es vieja: “a río revuelto
ganancia de pescadores”. Aprovechando que
se destapó la cloaca vandálica por el Metro,
quiero vaciar las pasiones de las masas. Por
eso me digo “estimula la irracionalidad,
violenta el orden público, saca de quicio a la
turba, que nada escuche, que nadie dialogue
sereno”. Desde una cuenta falsa, busco azuzar
el desprestigio de cualquier persona, grupo o
institucionalidad decente que esté quedando.
Debo hacer dudar a la gente hasta de la honra
de los bomberos. Hoy mi norma es desatar
la sospecha en cada twitter, en cada inocente
foto que cualquiera publique en Instagram. Mi
labor es hacerle creer que ya no hay ninguna
autoridad, ninguna barrera, ninguna decencia.
Debo también enlodar lo poquito de virtud
que le queda a los pobres: quiero que la gente
destruya su propio nido, social y ecológico, y
que hagan lo que ninguna avecilla hace: que
empuerquen su árbol donde cantan.
Pero hay algo que me preocupa: lo más an-
tisistema para el Gran Hermano del Control
Mundial (es decir, Yo mismo), son las culturas
indígenas. Aquí tengo un escollo difícil. Porque
los mapuche y los quechuas andinos son tipos
fuertes. Son unos intransigentes con llamarse
“gente de la tierra” cuando mi idea es que todos
sean “zombies globales”. ¡De dónde ese contumaz
refugiarse en los brazos vivos de la Naturaleza!
¡De dónde esos poderosos verbos arcaicos que
hasta hacen llover! Pero si el CiberMonday es
perfecto para que compren y vendan hasta su
identidad. Aunque lo peor es que no tienen
miedo. Y todo por sus ritos, donde invocan al
canelo que los lleva a creerse “folilche afl aiai”:
nada menos que “gente de raíz eterna”. Ahhh,
no hay salud con esta gente que podría estar
engordando feliz para el Infi erno.
Federico Puga Borne nació cina Legal e Higiene de la
en Chillán, el 31 de octu- Universidad del Estado.
bre de 1855. Estudió en el Llegó al Congreso por
Instituto Nacional y en la primera vez, como dipu-
Universidad del Estado; se tado suplente por Parral,
tituló de médico cirujano en 1873 y en 1882 asumió
como diputado por Chillán;
en 1878 y su memoria trató
sobre la “Calystegia Rosea”, miembro de la Comisión
planta indígena de la fami- Permanente de Negocios
lia de las convolvuláceas, Eclesiásticos.
estudiada por él, en sus En 1897 fue elegido sena-
cuatro aspectos: botánico, dor por Ñuble y formó parte
químico, farmacéutico y de la Comisión Permanente
terapéutico. de Relaciones Exteriores y
Ese año fue nombrado senador reemplazante en
director del Museo de Valpa- la Comisión Permanente de
raíso. Al mismo tiempo se le Guerra y Marina; fue vicepre-
nombró profesor de geografía sidente del Senado en 1901.
Fue ministro de Estado
natural del Liceo del Puerto. cuatro veces, de Justicia e
En 1881 se le confirió la je- Instrucción, de Relaciones,
fatura del Servicio Sanitario
de Interior.
del Ejército que expedicio- Escribió mucho, publicó
naba en el Perú y concurrió gran cantidad de libros y
a las batallas de Chorrillos folletos científicos, algunos
y Miraflores. de los cuales sirvieron de
Volvió para asumir el rec- texto de enseñanza y de
torado porteño y nuevamente divulgación de las ciencias
se incorporó al Ejército médicas; en la prensa colabo-
expedicionario del norte ró con las mismas materias.
y concurrió a la campaña Fue uno de los escritores
de Arequipa. A su regreso, científicos chilenos de más
se estableció en Santiago y caudal bibliográfico y cuyas
se dedicó al ejercicio de la publicaciones abarcan más
medicina y a la docencia, de medio siglo. Falleció el
como catedrático de Medi- 13 de agosto de 1935.