Page 71 - ÑUBLENSE 100 AÑOS
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Luchando palmo a palmo la punta del torneo 100
años
En esa campaña se hizo no se nada de fútbol, pero sí sé que
con el San Luis de Patricio Yáñez y “Pititore” todo bien”, resume si nos va mal el primero que se va 69
Roberto Hernández, es el técnico’. Perfecto, le dije, así
Cabrera, los diablos rojos timbraron una sólida el recordado “Gua- que pude contratar a los jugadores
gua”, para describir que yo quería y armamos un gran
actuación, en un torneo tan vibrante como la temporada 1980 plantel”, recuerda hoy Manuel Rodrí-
con Ñublense. Todo guez, quien hacía su estreno como
extenuante. bien, porque después técnico hace ya 36 años.
del descenso del año
“anterior -luego de tres un plantel excepcional
años en Primera- los rojos redebu- Rodríguez conformó la columna
Bajo una exitosa gestión del directorio taban en el Ascenso bajo una única vertebral con jugadores de trayec-
consigna: timbrar el mismo año el toria en Segunda División y con una
encabezado por el abogado Osvaldo Erbetta, regreso a Primera. cualidad particular: experiencia en
Todo bien, también, porque en la ascensos. Era el caso de Hernández,
la institución vivió un año inusualmente tranquilo testera del club estaba el abogado quien llegaba de Trasandino, pero
Osvaldo Erbetta Walker, notario de que estuvo en la Universidad Cató-
en lo económico. “Se hizo todo bien”, recuerda San Carlos, quien se las arreglaría para lica del 75’ que consiguió regresar
mantener la siempre difícil situación a Primera.
económica en pie y, en especial, A ellos se sumaba un grupo de
Roberto Hernández, uno de los pilares de la los sueldos al día, algo impensado jugadores con experiencia interna-
durante los años anteriores. cional, como el volante Jorge Arias,
campaña. Aquello, “pese a los menores quien de Magallanes había saltado al
recursos en Segunda por concepto Levante español y Juan Rodríguez,
de Polla Gol”, afirmaba el conno- hermano de Manuel, quien llega-
tado jurista local quien reunió en ba a quemar sus últimos cartuchos
la mesa directiva a una pléyade de como jugador, tras un extenso paso
profesionales y connotados vecinos por México.
capaces de representar el grueso de En Chillán esperaban los jugado-
la comunidad ñublensina. res de casa, todos figuras de la liga
“La gente que estaba a cargo en amateur chillaneja, como Michel
ese tiempo no tenía experiencia, Atanosivici, proveniente de Unión;
pero era seria y quería ordenar el Oscar Villablanca y Nelson Parra (de
club que venía con problemas eco- Deportivo Cóndor) y Carlos Soto
nómicos. Por esos años en todo el (Ferroviarios).
fútbol chileno la situación financiera Cerraba el plantel el único refuer-
era difícil”, revive hoy Hernández zo extranjero. El paraguayo Sergio
quien con posterioridad seguiría Nichiporuk Kulik, rubio delante-
una fructífera carrera como técnico, ro quien convenció a la primera a
con pasos por Audax Italiano, la U Manuel Rodríguez cuando el téc-
y O’Higgins. nico observaba posibles refuerzos
Bajo el explícito objetivo de lograr en Asunción.
el ascenso, los ojos dirigenciales “Me fui a Paraguay porque el padre
confiaron para la dirección técnica de Jhonny Ashwell (emblemático
en Manuel Rodríguez Vega, sobre- jugador de la U y actual dirigente
viviente del Ballet Azul, quien llegaba de Unión Española) me dio el dato
a Chillán con una maleta cargada de de dos jugadores, un arquero y un
ilusión y con una carpeta de refuer- delantero, así que partí a la localidad
zos bajo el brazo. de San Lorenzo y di con los dos. Al
“La verdad es que no tengo idea arquero no lo pude traer porque
por qué me contactaron, pero sí resultó ser menor de edad, pero a
debo decir que fue una experiencia Sergio le hablé del equipo y las con-
sumamente exitosa por cómo se dio diciones económicas y al otro día
todo. A mí me llamó el presidente estaba todo arreglado para que se
Osvaldo Erbetta y me dijo ‘mire yo viniera”, recuerda el actual timonel
Era un plantel espectacular, tenía
individualidades, pero trabajaban en
función del equipo y además tenían
una gran autodisciplina, confianza en
los objetivos trazados, en lo que el
técnico decía, y todo eso redundaba
en un camarín excepcional”
Álvaro Izquierdo