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26 Domingo 23 de enero de 2022
Cultura&Espectáculos
Sufrimos por la
desmesura de
esperar algo que
nunca llega
Ziley Mora Penrose.
Escritor, etnógrafo y filósofo
l objetivo de las familias rurales
de Ñuble -pequeños propietarios-
de hace 50 o 40 años era vivir
con dignidad y sobriedad. Todo
Elo esperaban de sí mismos. Esto
significaba ojalá educar lo mejor posible a
sus hijos, destinar las cosechas para financiar
el internado en Chillán (Liceo de Hombres,
de Niñas, Colegio Seminario, etc.), no tener
deudas, ojalá que la pequeña producción de
ganado y de la leche alcanzara para no tener
que pedir un préstamo y así nunca tener que
depender del Estado. Porque el bien mayor
era disponer de autonomía, de libertad, de
salud para así también poder tomarse unos
buenos tragos para las fiestas. Todo esto, para
procurarse la felicidad mayor: poder dormir
tranquilos sin remordimientos o angustias
en la almohada. Este era grosso modo el
concepto de felicidad que se disponía hace
unas décadas, en verdad en todo el centro
sur de Chile. Si para eso, para no llegar nunca
una cobranza judicial, no era posible todavía
hacerle un colchón de lana para los hijos, al
menos que estos tuvieran una “payasa limpia”,
un cobertor relleno de hojas secas de maíz que
se rompían en finas hebras. Recuerdo que el
regalo mayor, el orgullo máximo de un padre
cuando uno terminaba la Educación Media en
esos liceos públicos de tanto prestigio, era un
reloj de pulsera o una lapicera fuente. O bien,
un par de novillos para que el muchacho/a
empezara con un “capital semilla”.
Dignidad, autonomía y sobriedad, tres conscientemente despierto, inspirado, sereno
componentes de ese concepto de felicidad
que se perdió casi totalmente en estas tierras. pero ardiendo por una visión noble que
Creo firmemente que, en estos tiempos de
tanta crisis global a todo nivel, la verdadera consuma al alma”.
RetroDiario
“Matar a un hombre” de Alejandro
Fernández gana el Festival Sundance
26/01/2014
www.ladiscusion.cl
revolución es vivir con lo necesario. No es
volumen, cantidad, sobreproducción a toda
costa, a costa de pesticidas y venenos de dudosa
procedencia. No. Se trata de calidad en el buen
vivir. Se trata de parar la máquina que nos
está comiendo en vida, esa ambición absurda
de consumir por consumir o para exhibir “lo
bien que me va”. Es preciso cambiar el relato de
lo que es desarrollo y progreso humano. Vale
valioso que estamos perdiendo: la salud física,
decir, hoy se trata de vivir para cuidar lo más
mental, social y espiritual. Porque nuestro
problema es la arritmia del corazón, desco-
nectado totalmente del pulso de los árboles,
de los pájaros, de las estaciones del año. De
todo lo que nos pasa, lo más terrible es que
sin serenidad interior ya no sabemos gozar
de la existencia, ese privilegio que tenía una
agotada mujer de disfrutar una mate, al caer
la veraniega tarde, debajo del castaño, luego
de encerrar a sus animalitos suspirando de
satisfacción porque ella se ganó ese momento
único. Y ese suspirar hondo era una profunda
respiración, aire nuevo total en sus pulmones,
un hábito fundamental ¡que también hemos
perdido!
Hemos dicho que urge cambiar el relato
de lo que concebimos como “felicidad” y
“tener éxito”. Porque, como tan lúcidamente
decía Epicteto casi dos mil años atrás, el
sufrimiento es un juicio. Y lo es porque
todo lo vivenciado en nuestra psiquis deriva
como efecto emocional de una afirmación
de alguien, de una opinión de alguien que
puedo ser yo mismo. Queremos recordar
aquí esta realidad básica: que el sufrimiento
es una comparación -construida desde el
lenguaje- entre lo que sucedió y lo que yo
quería que sucediera. Y lo que sucedió fue
la realidad, la “voluntad de Dios”. Por lo que
si quitamos el juicio previo le quitaremos la
carga subjetiva, miope, reductora y mezquina
del suceder. A veces la catástrofe -y su sufri-
miento anexo- llega para dejar de negar la
existencia, haciendo caer lo inauténtico y así
poder parirse a sí mismo de nuevo, que es el
objetivo de cada ser humano verdadero. Por
eso, no esperemos las catástrofes personales
y sociales para empezar a cambiar nuestra
La felicidad no es una meta, sino idea de nosotros en este mundo.
La felicidad llega a condición de abandonar
que es un modo de recorrer el la asociación que hacemos pensando que ella
aparece luego que se cumpla tal o cual objetivo
propio camino, intensamente, deseado. Porque la felicidad no es una meta,
sino que es un modo de recorrer el propio
camino, intensamente, conscientemente
despierto, inspirado, sereno pero ardiendo
por una visión noble que consuma al alma.
Es decir, tal como lo sabían hacer cierta digna
gente de antaño.
cinta independiente, “Matar a un Festival de San Sebastián.
Un 26 de enero de 2014, la
Al ganar el estímulo, fue
hombre”, del chillanejo Alejandro el propio director chillanejo
Fernández Almendras, se quedó quien explicó los alcances de
con el Gran Premio del jurado
su trabajo. “Vi un programa
en la categoría World Cinema de reportaje periodístico hace
varios años del caso de una
Dramatic del Festival de Cine
familia que era acosada por un
Independiente Sundance, en
Estados Unidos. delincuente del barrio y cómo
La edición premió a la pro- poco a poco la familia sentía
ducción chileno-francesa que que la única salida posible era
relata la historia de un padre que, matar al tipo”, precisó respecto
después de la salida de la cárcel de la génesis de la idea.
de un delincuente que atacó a su “Esa es una discusión que se da
hijo, toma la decisión de hacer mucho en un nivel casi abstracto.
justicia por sus propias manos. Si alguien le hiciera algo a mi
tercer proyecto de Fernández tanto a la ligera y que las películas
familia yo reaccionaría de esta
Los protagonistas son Daniel An-
manera. Llego y lo mato. Es ese
tivilo, Ariel Mateluna, Alejandra
Yáñez y Daniel Candia.
tipo de cosas que se toman un
“Matar a un hombre” fue el
también las tratan así”, indicó el
(tras “Huacho” y “Sentados
realizador chillanejo en aquella
frente al fuego”) y fue grabada
oportunidad.
en Tomé. La cinta fue además la
Posterior a “Matar a un hom-
bre”, Alejandro realizó otras
única película chilena ganadora
cintas como “Aquí no ha pasado
del apoyo para la post producción
nada”, inspirada en el caso de
del Centro Nacional de Cine y la
Martín Larraín; y más recien-
Imagen en Movimiento (CNC),
organismo francés de soporte a la
y “El estreno”, que ya se está
producción cinematográfica. La
película también fue seleccionada
presentando en certámenes de
en Cine en Construcción en el temente “Mi amigo Alexis”
cine alrededor del mundo.