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Cultura&Espectáculos
Celebrar la vida y la muerte en un
solo trino
ea que miremos lo ínfimo de una
delicada flor silvestre como la
astromelia, “lirio de los Incas”,
pisoteada por la pezuña de un
S cuadrúpedo, o sea que observemos
un vasto horizonte donde una tormenta
eléctrica se desencadena sobre el océano
furioso, la poderosa Naturaleza puede an-
gustiarnos. Nos conmueve la fragilidad de
sus elementos particulares y nos conmueve
nuestra propia fragilidad. Allí la vida y sus
asociaciones es hermosa, aunque su proceso
implique renovación, desgarro, descompo-
sición o muerte.
Sin que los seres persigan nada en especial
ni sean conscientes de su “deseo” de vivir
y permanecer, dentro del gran seno de la
Naturaleza, todo momento es hermoso, toda
interacción o suceso es valioso, grandioso
o bello, incluso el momento de morir. Ni
siquiera la muerte más insignificante de una
larva, que exige decir “mariposa con buena
memoria no se burla de ningún gusano”. Por
eso, a pesar de que a veces ver morir a la
mariposa misma, a lo bello, nos conmueva
como el caso también de la orquídea cor-
dillerana entre las dentelladas de un zorro
culpeo goloso de manjares, la fragilidad en
la Naturaleza es relativa.
Porque frágil es aquel ser que no trabaja
para cumplir su misión asignada según el
Orden. Cualquier viento fuerte puede hacer
estrellar a una pequeña avecilla tan colorida.
Pero la consideración previa y eventual de que
a media tarde se desencadene un temporal
que la azote contra el tronco de un koiwe,
no amilana la voluntad de salida de su vuelo
de la mañana. Este pensamiento no le im-
pide al minúsculo chincol salir diariamente
cantando de su nido. Y aunque supiera que
esas pueden ser sus últimas horas, él prefiere
celebrar la vida y la muerte en un solo trino.
La vida y la muerte existen en razón de su huella’; todos llegamos para fulgurar un instante-
canto. Viene al mundo para ese éxtasis, ese es
su propósito, no para el proceso biológico de eterno, dado que la virtud consiste en el acto de
nacer y desaparecer. De algún modo sabe que
esto resulta una insignificancia, un apéndice alumbrar. El premio a la virtud es la virtud misma”.
muy menor para la Naturaleza. Lo mismo
razona el pavo real o el ave del Paraíso: vino
RetroDiario
Muere la destacada escultora avecindada
en Chillán, Noemí Mourges
10/03/1992
Domingo 7 de marzo de 2021 25
Ziley Mora Penrose. Escritor, etnógrafo y filósofo
a desplegar por unos instantes un abanico
inaudito de colores, vino para encarnar una
fantasía, plantear un enigma, no un caso más
de “pobre-ave-para-la-muerte”. En verdad,
según la pauta oculta de la naturaleza, nadie
vino para algo utilitarista en sí, ni siquiera
“para dejar huella”; todos llegamos para
fulgurar un instante-eterno, dado que la
virtud consiste en el acto de alumbrar. El
premio a la virtud es la virtud misma; solo
huella pero no más que eso.
El pequeño chercán, casi tan liviano
como el colibrí, hace su nido donde haya
una oportunidad accesible, allí donde su
instinto le dicte como su más seguro refugio.
Y a pesar de ser tan liviana como su herma-
no el chincol, la madre chercán no piensa
previamente en la dificultad de la tarea. No
la detiene el pensamiento de la comodidad.
Tampoco piensa en lo peligroso que va a
resultar el destino futuro de sus crías que
nacerán en la próxima primavera. En medio
del peligro, a diario hace una apuesta de
confianza, y actúa, a pesar de las dificulta-
des que a diario tiene que sortear. Día tras
día vuela de prisa a aquel hueco de tronco
elegido para juntar pequeñas ramitas en su
pico, esa minúscula grúa aérea. Tampoco
piensa en cansancios, en esfuerzos ni en
peligros durante los miles de viajes y vuelos
que repite con dirección al nido para llevar
comida a sus polluelos.
Aunque toda ella es sensitiva en grados
muy diversos, la Naturaleza no crea seres
con la conciencia de fragilidad. Frágiles
aparecen hoy cuando se ha desmontado ese
según la pauta oculta de la ecosistema en donde cada cosa o fenómeno
tenía su lugar. Hace años que ni siquiera su
naturaleza, nadie vino para algo nombre se conoce en la ciudad sin jardines
y atiborrada de inhóspitos balcones. En-
utilitarista en sí, ni siquiera ‘para dejar tonces, el instinto inscrito en la inteligencia
le dicta dos cosas: o emigrar muy lejos, o
interrumpir el ciclo de reproducción. Y así
la vida chercán o chincol deja de ser viable
y desaparece con el último pajarito muerto,
cuando a mas no poder de cansado para en-
contrar un árbol en el asfixiante horizonte,
bebió en un charco que la agricultura lo había
llenado de pesticidas y de venenos.
marzo de 1903 y muy pequeña años de vida.
Había nacido en Linares en
Así es como los herma-
se instaló con su familia en nos Mourgues construyeron
Chillán. Aquí Noemí Mourges esta alegoría a la imprenta
mezclada con elementos de
Bernard destacó por la docen-
cia que ejerció y su fecunda la prensa escrita y la nutrida
producción artística. Fundó el
historia que ronda al Diario
La Discusión.
Grupo Tanagra junto a otros
destacados artistas de la ciudad Es por eso que su figura
que deseaban fortalecer las central es el rostro de Johan-
artes locales y fue la primera nes Gutenberg, inventor de
realizar, junto a su hermano de impresión, mientras que al
la imprenta, razón principal
maestra de escultura de Mar-
para la inmortalidad de su
ta Colvin, a quien siempre
incentivó a seguir adelante
nombre. Al costado izquierdo
aquí en Chillán.
exhibe los antiguos sistemas
En 1945 se dio a la tarea de
lado derecho se encuentran
los nuevos sistemas para
Germán, el mural que se en-
desarrollar los medios de
cuentra en el hall de Empresas
La Discusión. La obra que se
comunicación escritos.
puede apreciar en el recinto
De esta manera, se observa
tiene varios aspectos que cap-
un linotipista, un periodista
trabajando a través del te-
turan al visitante. Se trata de
una técnica de tallado directo
planchas y un corrector de
al muro, con una argamasa de
pruebas. Aquel sistema era
cemento y que exhibe elemen-
tos altamente interpretables, léfono, un encargado de las
sinónimo de modernidad en
que conjugan todo un mundo; 1945, cuando fue desarrolla-
el mundo de las letras. El da la obra. Noemí recibió el
mural se mantiene hoy en la Premio Municipal de Arte
recepción del matutino que en 1963 y murió finalmente
este año está celebrando 150 en 1992.