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26 Domingo 5 de junio de 2022
Cultura&Espectáculos
Como elefantes
en una cristalería
… los árboles como “teléfono vegetal”. Es decir,
Ziley Mora Penrose.
Escritor, etnógrafo y filósofo
a gente hoy sabe de conexiones digi-
tales y enlaces finos transportados por
satélites y por las 5G. Pero ¿qué sabe de
otros redes que habitualmente pisan y
Lque inconscientemente destruye por
ignorancia tales como si fuéramos elefantes en
una cristalería? ¿Qué sabemos del wi-fi de los
árboles, del micelio, de las micorrizas? Adelan-
temos que el micelio o micorriza, es un hongo
que se expande por debajo del suelo, creando
una red de conexión entre todas las especies
vegetales, algo así como la red de internet,
que les permite no solo comunicarse, sino
que además cuidarse, protegerse, alimentarse,
abastecerse de agua.
Cuando se tala un árbol del bosque, este
micelio, comunica al resto de los árboles del
bosque, que uno de ellos está agonizando y
todos los demás árboles a través del micelio
comienzan a cuidar el tronco que queda para
tratar de salvar esa vida. Lo alimentan, le dan
agua, lo protegen. Porque ese tronco mori-
bundo es parte de la familia del bosque.
Si cada cosa o elemento tiene su alma, su
ngen o “espíritu”, la naturaleza posee además
un pegamento sutil, el que conforma una muy
vasta red inteligente: compuestos volátiles,
simbiontes, fitoncidas y micorrizas. Son una
red gigante bajo el suelo que interconectaría
prácticamente a todos los árboles de un
ecosistema, generando un verdadero campo
magnético. Se trata de órganos que se generan
debido a la combinación simbiótica entre la
raíz de una planta y los micelios de un hongo.
Las micorrizas trabajan como un sistema de inferiores. Solo somos como güagüas que aún nos
absorción que se extiende por el suelo, con falta mucho que aprender de nuestros hermanos
el fin de tomar el agua y nutrientes que la
planta o que el árbol necesita (nitrógeno y mayores, los primeros en llegar, los hongos, los
fósforo, principalmente). Según la botánica,
las micorrizas y los demás simbiontes están árboles y el bosque.
RetroDiario
Muere en Austria el destacado pianista
chillanejo, Claudio Arrau León
09/06/1991
www.ladiscusion.cl
particularmente en las raíces de los árboles
nativos de un sistema. Por lo que aparecen
como la interfase precisa, el eslabón entre
la vida y el suelo “inerte”. Tal red de biogé-
nesis enlaza las raíces y los espacios entre
los árboles y entre los intersticios del suelo
terroso con todo el ambiente que sostiene a
un ecosistema entero. Son los agentes gene-
radores de la protección y de la fecundidad
del suelo.
Una antigua costumbre mapuche usaba
como antenas transmisoras y receptoras de
mensajes a distancia entre dos personas
vinculados a mismo tipo de árbol, es decir,
de la misma especie. Dicho árbol, ante la
presencia del característico timbre o pas-
sword personal, esa especie arbórea vibraría
entera como un todo unitario, reaccionando
y comunicando lo escuchado en ella a otros
ejemplares de la especie, aunque éstos se
encontraran muy distante. Los mapuche
hablaban de que “es el ngen (genio cuidador)
del árbol quien escucha”. Para “bajar” dichos
mensajes, bastaría que similar familiaridad
con el árbol la tenga el receptor, o bien que
éste porte en su indumentaria una ramita
o palito de la misma especie.
Este objeto operaría al modo de un “router”
inalámbrico. Entonces, cada vez que alguien
le hable a la especie, ésta reacciona o “vibra”
en dicha ramita tal como si se tratara de
una antena de wi-fi. O bien, si el receptor
no porta dicho “router”, bastaría que pase
bajo la sombra irradiante de cualquier ár-
bol de la misma especie para recepcionar
o “bajar” el mensaje.
En suma, las plantas y flora arbórea
nativa registran todo lo que se les dice o
se les intenciona con el pensamiento. Los
vegetales pueden transformarse en una
suerte de cinta grabadora de cuanto se
converse alrededor de ella. Por tanto, serían
entidades con memoria abierta, portadoras
de mensajes secretos los que necesitarían
nada más que un “software” adecuado para
poder descifrarlo.
¿Por qué nuestra especie que se cree tan
superior y no es capaz de ver esto? ¿Por qué
Aprendamos a reconectarnos con ese nos creemos tan inteligentes y superiores
a las demás especies? ¿Por qué nos desco-
idioma que no es verbal, para poder nectamos tanto de nuestros hermanos de
otras especies? Todo tiene un lenguaje. Es
comprender que todos somos parte el lenguaje universal.
de lo mismo. No somos superiores, ni Aprendamos a reconectarnos con ese
idioma que no es verbal, para poder com-
prender que todos somos parte de lo mismo.
No somos superiores, ni inferiores. Solo
somos como güagüas que aún nos falta
mucho que aprender de nuestros hermanos
mayores, los primeros en llegar, los hongos,
los árboles y el bosque.
una noticia de Austria movilizaba seguir sus estudios por su cuenta,
Corría el 9 de junio de 1991 y
aunque eso no fue obstáculo
a las autoridades de la época. Se para que le dieran el Premio
trataba de la muerte en Mürz- Liszt dos años consecutivos,
en 1919 y 1920. Esto inicia su
zuschlag del chillanejo Claudio
Arrau, quien se encontraba de carrera internacional, que no
interrumpiría hasta la muerte de
gira por Europa retornando a los
su esposa, la cantante alemana
escenarios tras una larga ausencia
debido a la muerte de su esposa Ruth Schneider, tres años antes
del fallecimiento del músico. En
Ruth y de un accidente casero que
los funerales que se realizarían Con la subida de Hitler, Arrau
lo mantuvo en reposo. Tras la
1925 es nombrado profesor del
muerte de Arrau, las autoridades
Conservatorio Stern, de Berlín,
comenzaron los preparativos para
cargo que ejerció hasta 1940.
en Chillán. El Presidente Aylwin
abandonó Alemania y se fue a
decreta tres días de duelo y la
vivir a Estados Unidos, donde
ciudad se prepara para recibir
pasó la mayor parte de su vida.
En USA fundó una academia, en
los restos del pianista.
la que formó varias generaciones
El Diario El País de España
de pianistas. En 1948 fue desig-
resumió su carrera a la perfección.
nado agregado cultural de Chile
Después de dar su primer recital
a los cinco años en Chillán, y
muchos intelectuales exiliados. Al
actuar en Buenos Aires a los
siete, Arrau, que provenía de una
momento de su muerte se encon-
traba preparando su regreso a los
familia humilde, fue becado por
escenarios y en compañía de su
su país para ir a Alemania. Allí en México, donde coincidió con
tuvo como maestro a Martin guardaespaldas personal, quien
Krause, que había sido discípulo finalmente lo llevó a una clínica
de Liszt. A la muerte de Krause, en donde falleció producto de un
en 1918, el joven pianista decide paro cardiorrespiratorio.