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16 05.FEBRERO.2020 www.ladiscusion.cl
1881 1882 1882 1882
Domingo Santa María asu- Estadísticas del Gobierno El Estado chileno rompe 22 de mayo: en Viena se
me como Presidente de la registran cerca de 6 mil inmi- relaciones con la Santa Sede. firma la Triple Alianza, nom-
República. Con la ayuda del grantes europeos en el país, Durante ese periodo de ale- bre que recibió la coalición
ex ministro de defensa José producto de las políticas de jamiento, fueron promulga- inicialmente integrada por el
Francisco Vergara Etchevers, colonización extranjera. Varios das las denominadas leyes Imperio alemán y el Imperio
logró imponerse en el país. se instalan en Chillán. laicas. austro húngaro.
Oyarzún versus Balmaceda
Desde el inicio de su gestión, Ángel Custodio Oyar-
zún haría suya la línea editorial del diario en virtud
de sus convicciones políticas. Volcó todo su ideario
en los gobiernos que se sucedieron, bajo la presiden-
cia de Federico Errázuriz Zañartu (1871-1876), Aní-
bal Pinto Garmendia (1876-1881) y Domingo Santa
María (1881-1886).
Tomó posteriormente el mando de la Nación, José
Manuel Balmaceda, lo que marcó una traumática
convivencia entre las autoridades de Gobierno y el
director del medio ñublensino, que llegaría a alcanzar
ribetes dramáticos, de la mano de una lucha fratricida
en el país donde el odio y venganza se impodrían a la
razón, y también al periodismo.
Aunque desde su fundación el Partido Demócrata
fue proclive a Balmaceda, la colectividad rompió con
el Mandatario quien, en su constante pugna con los
conservadores, debió aplicar mano dura contra los par-
tidos populares, tras el incidente del “incendio de los
tranvías”, el 29 de abril de 1888, luego que un llamado
a huelga derivara en una revuelta social.
Desde entonces La Discusión asumió una postura
de oposición a Balmaceda, que se fue acentuando.
Prueba de ello es que incluso cuando el Presidente
pasó por Chillán en su trayecto a inaugurar el porten-
toso Viaducto del Malleco, Oyarzún pasó por alto la
noticia, según describe Manuel Gandarillas, cronis-
ta de La Discusión en los años 70’, quien investigó y La guerra civil de 1891 polarizó al país y dejó un reguero de sangre entre las fuerzas balmacedistas y los congresistas.
escribió sobre la particular relación entre Oyarzún y
el gobierno balmacedista, en un contexto de extremos astillas y arrojados a la calle y el papel que disponía el
polarizados y belicosos. diario fue incautado a beneficio de publicaciones del 34
El quiebre radical se produjo el 1 de enero de 1891. Gobierno”, narra el cronista.
Instalado el conflicto con los “congresistas” o “cons- Ángel Oyarzún entró entonces a la clandestinidad,
titucionalistas” que bregaban por sacar al Presidente asumiendo un rol agitador. Se le atribuyó el encabezar
del poder, Balmaceda, en un intento desesperado, se grupos que obraban por sorpresa, atacando servicios años
atribuyó todos los poderes constitucionales. públicos y dejando panfletos en el lugar. “Pueden des-
Al día siguiente, desde su tribuna, Oyarzún no se truir los tipos de plomo, pero jamás las ideas”, rezaban estuvo al frente de La Discu-
guardó nada, asumiendo la defensa de la libertad “contra las inscripciones. sión, Ángel Custodio Oyarzún.
la tiranía” instalada por “el dictador” Balmaceda. El Gobierno se jugó una última carta. Advirtió a Fue uno de los fundadores del
“El Jefe de uno de los poderes constitucionales que Oyarzún que detendrían a su hijo, por lo que el perio-
gobierna la nación, ha arrojado ya la careta que encu- dista se entregó a las autoridades, que lo encarcelaron Partido Demócrata, que agru-
bría su hipócrita semblante y ha lanzado a la faz del en Santiago junto a otros “agitadores” opositores a paba a radicales y obreros.
país el reto más audaz y desvergonzado que gobernan- Balmaceda.
te alguno de Chile se había atrevido a realizar en los La detención de Oyarzún en enero de 1891 y el
60 años de vida republicana”, publicó en su editorial. saqueo a La Discusión, impidió al diario salir a cir-
A continuación el discurso cobró mayor fuerza. “No culación por más de ocho meses. Hasta el triunfo de
es de ninguna manera posible que el noble, el viril, el la revolución opositora en septiembre.
valiente pueblo chileno pueda soportar resignado y Ya reincorporado en su puesto, “don Ángel Oyarzún
abatido el yugo ignominioso que un loco audaz se ha y su terrible pluma volvía a aparecer más decidida que
atrevido a arrojar sobre su altiva cerviz”. nunca en su línea de combate”, escribe Gandarillas.
Opiniones similares prosiguieron los días siguien- Las editoriales publicaron los nombres de los inten-
tes. Para el Gobierno, el tono violento de los editoria- dentes que tuvo Balmaceda en Ñuble y aplaudió la labor
les del 2 al 6 de enero había que cortarlo de cuajo, sin persecutora contra sus colaboradores, encabezada por
dilaciones de ninguna especie. el nuevo intendente, Elías Beytía y el promotor fiscal
El entonces intendente de Ñuble, Eduardo Sán- Víctor Mora.
chez, ordenó al comisario Ramírez la detención de El apasionamiento de esa hora de tremendas ven-
Angel Oyarzún. ganzas -relata Gandarillas- llegó a un grado extremo
“La Discusión no puede seguir saliendo, ciérrela y en el editorial del día 22, comentando el suicidio del
detenga de inmediato al Director Oyarzún, lo manda- Presidente Balmaceda “en un tono furibundo, lamen-
remos a Santiago convenientemente vigilado”, afirmó tando que el dictador no haya sido liquidado por el
la autoridad local, apunta Gandarillas en su crónica. veredicto de la justicia”.
La guerra civil de 1891 fue el destello del odio y la
El saqueo al diario irracionalidad.
La policía se trasladó hasta las dependencias de La “Somos objetivos y fervientes admiradores del gran
Discusión, cuyas oficinas y talleres se emplazaban en periodista sureño don Angel Custodio Oyarzún; pero
la calle Deuco, hoy Avenida O’Higgins, adyacentes a no podemos convenir con las expresiones de las edito-
la casa de Oyarzún. riales a que hemos hecho referencia. Tal vez absuelva
Como el director del diario no fue encontrado en a don Ángel Custodio Oyarzún de sus diatribas, el
el lugar, el operativo policial se tradujo en un saqueo hecho cierto que debió ser terrible porque vivió días
a las dependencias del periódico. terribles”, concluyó Gandarillas, el cronista del con-
“La prensa fue destruida o por lo menos seriamen- flicto entre Balmaceda y La Discusión.
te dañada, los chibaletes destrozados y las colecciones El periodista-propietario, que dirigió La Dis-
de tipos empasteladas. No se respetaron ni las mesas cusión con mano de hierro durante tres décadas,
ni las sillas de escritorios. Los muebles se hicieron murió en 1909.