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34 Domingo 24 de febrero de 2019
Cultura
Cultura&Espectáculos
NUESTRO IDIOMA
La
ortografía,
símbolo de
cultura
POR CARLOS RENÉ
IBACACHE
MIEMBRO
CORRESPONDIENTE POR
CHILLÁN DE LA ACADEMIA
CHILENA DE LA LENGUA
Estimulado por la presencia de
algunos errores de grafía que a
menudo hemos venido encon-
trando, tocaremos hoy este tema,
como muestra de una realidad
que es muy importante superar.
Para concretar mi aspiración,
señalando su relevancia en el
mundo en que vivimos, tomaré
como base lo que nos dice el
libro “Diccionario ortográfi co
de dudas de la lengua” escrito
por el profesor Floridor Pérez
Lavín.
En este momento, nos referire-
mos a su convocatoria, en torno
a la ortografía y a la importancia
que él le entrega a su empleo,
con tres servicios inmediatos:
incremento del vocabulario,
la redacción y la comprensión
de lectura.
Absolver: con v significa
perdonar o liberar de culpa y
absorber, con b impregnarse,
“Estimulado por la presen-
cia de algunos errores de
grafía, tema que es impor-
tante superar. Para concretar
mi aspiración, señalando su
relevancia en el mundo en
que vivimos, tomaré como
base lo que nos dice el libro
‘Diccionario ortográfi co de
dudas de la lengua’ escrito
por el profesor Floridor
Pérez Lavín”.
aspirar o consumir. Ejemplo:
absorber la humedad; acerbo,
con c-b, acerbo, con c y v es
acumulación de bienes materiales
o espirituales; adición, con c es
sumar, agregar, añadir; adicción,
con cc signifi ca hábito de consu-
mir ciertas drogas; vicio; arpa,
sin h. La Academia también la
forma con h; asignación, con
o, como otras palabras de uso
frecuente, terminadas en nación,
terminados en verbos en “nar”,
consignación, consignar, conster-
nación, consternar, designación,
designar, etc. Hacinación, con
h, variante de hacinamiento,
aglomeración; vacante con v, en la
prensa diaria empleo disponible a
cargo público o privado, bacante
con b en los libros de historia,
mujer que participaba en las ba-
canales, fi estas en honor de Baco,
dios del vino; bendita, cuando
lleva b, porque es adjetivo que
ha recibido una bendición, agua
bendita, por ejemplo y vendita,
con v, cuando es diminutivo de
venda, una venda pequeña; botar
con b, cuando signifi ca arrojar,
desechar y votar con v, cuando
signifi ca emitir un sufragios.
La ternura de las madres tas suaves en su vientre. Solo veía, sentía y se
no es neoliberal
Ziley Mora Penrose. Escritor, etnógrafo y fi lósofo
Al bajarme del bus traía muy serias preocu-
paciones respecto dónde almorzaría antes de
tomar un taxi y así llegar a tiempo a esa reunión.
Porque “algo tengo que comer, dado que en esa
viña del Itata nos van a hacer degustar varios
vinos…”!Paft !: más encima sin carga de batería
en mi teléfono! A la próxima tengo que fi jarme
muy bien de que el bus disponga de puerto
USB...” En estas tan necias cavilaciones estaba
cuando, en medio de la variopinta gente en el
terminal, veo que avanza una joven mujer de
color, semidescalza, envuelta en un muy gastado
vestido amarillo y ofreciendo nuestros tan co-
nocidos “Superocho”. Estaba embarazada. Pero
lo relevante era que tenía un aura de felicidad
indescriptible, sin duda alguna a causa de su
estado que parecía embriagarla de una infi nita
esperanza. No dejaba de sonreír bellamente a
todos, incluso a quienes -la mayoría- ni siquiera
volteaban a mirarla cuando gentilmente le ofrecía
su producto. Mirada de profunda aceptación y
de dulce confi anza en la bondad del universo.
Era a no dudar, el ser humano más feliz que todo
ese mundo de gente rezongando malhumorados
por el calor o enfrascados en su egoísmo de
pantallitas.
Y mientras esperaba la observé. Ella no se
Estos niños no tendrán árboles
en su infancia, solo estúpidas
pantallas y de bruces se estrellarán
con el hielo del individualismo. Pero en la
sonrisa redentora de su madre vi yo una luz de
esperanza”.
RetroDiario
Inauguran Mural de Parque Monumental
25/02/1973
www.ladiscusion.cl
preguntaba cómo o en qué hospital podría dar
a luz; ella solo estaba enfocada en las patadi-
alucinaba en el hecho monumental y grandioso
de que iba a dar a luz. Me daba paz verla poner
orgullosamente su mano en su matriz. En esos
meses de embarazo no se le había pasado por la
mente “¿y si tuviera síntomas de pérdida o san-
grado ¿dónde iría?”. Porque, en su tan precario
mundo sin contactos y preñado de esperanzas,
¿sabrá ella conseguir un subsidio post natal? Al
parecer, solo imaginaba que el destino de su
hijo iba a ser muy distinto al suyo que tuvo allá
en ese Haití tan carente. Pensé que una madre
pobre sin Isapre no puede darse el lujo de tener
colestasia o mareos o tener depresión, porque
sería sumar otro día al hambre creciente de sus
hijos. ¿Quién le repondría lo no vendido en la
larga fi la de la consulta? Ella no pensaba en el
desamparo que le espera al fruto de su vientre
en esos infi ernos de casuchas de dos X dos, en
que comparte un baño con otras quince ma-
dres, en el salir a medianoche a la intemperie a
orinar, volver a su cama fría, pasársela todo el
invierno sin estufa.
Tampoco piensa en el Chile que yo veo: a esos
hijos por nacer, el neoliberalismo capitalista le
hará creer que tener es ser, y que el consumo
es el verdadero paraíso. Estos niños no tendrán
árboles en su infancia, solo estúpidas pantallas
y de bruces se estrellarán con el hielo del in-
dividualismo. Pero en la sonrisa redentora de
su madre vi yo una luz de esperanza. A pesar
de tanta pobreza, me conmovía la ternura de
su mano sobre su abultado vientre: ¡esa mano
era Dios!
Estoy pensando también en mi hija, madre
soltera con dos guaguas, dos mellizos que ella
cría sin padre y a pura voluntad comprometida
con el tan exigente rol de la vida. Sonriente hace
horas extras en su trabajo para pagar su casa,
hacerse gásfi ter y carpintero de ella, lidiar con
nanas que golpean a sus niños o que no avisan
sus ausencias, con jefes que le exigen riguroso
cumplimiento de horarios, cuidar a los bebés
enfermos que la desvelan cuatro horas cada
noche, levantarse sonámbula a preparar el
biberón, tapar luego los enchufes a causa de
esos deditos exploradores, poner un corral
alrededor de la estufa, sacar a los críos a pasear
al parque el fi n de semana, etc. etc. ¿No será
que Dios se manifi esta en esas madres? Estos
gestos de diario heroísmo de ellas, son los que
nos rescatarán de tanta injusticia, estupidez y
desaliento.
La historia del Mural de Pie- quien le dedicó el poema “Pie-
dra del Parque Monumental de dras para María” en la primera
Chillán Viejo comienza en 1970, exposición que la muralista hizo
cuando la Fundación Histórica en el Ministerio de Educación y
Bernardo O’Higgins (creada en con la ayuda del propio Neruda.
1957) le encarga al arquitecto El mural en Chillán Viejo se
Carlos Martner García planear inauguró el 25 de febrero de
el Parque Monumental, puesto 1973.
que en 1930 se había demolido En el mural se relata la vida
la casa del prócer ubicada en de O’Higgins: su juventud y su
la plaza. Martner pensó de in- vida en el campo chileno, lo que
mediato en su hermana María es simbolizado por un helecho;
para el trabajo de desarrollar un luego, la imagen del Libertador
mural. Ella ya tenía experiencia y la gesta independentista, y
abrazando el amor por las pie- fi nalmente, ilustra al Director
dras desde muy pequeña. La Supremo. Martner nunca le dio
familia de los hermanos tuvo un nombre a su obra.
una mina en el norte del país, “Es el mismo deseo que yo
algo que contribuyó para que tengo al demostrar en mi trabajo
María adquiriera conocimiento cómo O’Higgins luchó junto a la
respecto de cada una de las gente del pueblo. En esa época
piedras existentes a través de no existía una Escuela Militar.
improvisadas excursiones. Bueno, yo no puse militares en
Más adelante, y motivada por mi mural (de Chillán Viejo).
su amigo Pablo Neruda, María O’Higgins era un hombre de
dejaría la carrera de Química en pueblo, maltratado. Era ‘el huacho
la Universidad de Chile y daría Riquelme’”, detalló en una de sus
rienda suelta a su vocación, últimas entrevistas la autora,
haciendo murales también en quien falleció en Santiago en el
algunas propiedades del vate, año 2010.