La iniciativa ha permitido que los productores locales puedan quebrar la estacionalidad produciendo incluso en épocas frías, pero, además, mejorando la comercialización de sus hortalizas.

“El invernadero está trabajando bien, ya saqué la mitad de lechuga que tenía y la vendí, y puse de nuevo y la otra parte que tenía con porotillo verde también la saqué, y ahora voy a poner lechuga de nuevo”, relató Quiroga, quien vende su producción a almacenes de las villas Barcelona y Emmanuel, así como también a los vecinos que van a comprar a su casa.

Precisamente, en función de la demanda irá probando con otros cultivos, como coliflor, pimentón y brócoli, que se suman a la oferta de cebollas, ajo y alcachofas, entre otras hortalizas que cultiva a la intemperie.

“Yo recomiendo estos invernaderos, pero para obtener buenos resultados no solo es importante la calidad del invernadero, sino que también hay que saber manejarlo, hay que dedicarse, como en todas las cosas. Yo he ido aprendiendo y los técnicos de Arava han venido a solucionar los problemas que se han ido presentando, por ejemplo, en el verano, con las altas temperaturas”, explicó Quiroga.

Por su parte, Luis Parra, usuario de Prodesal del Indap, se mostró optimista con los resultados que ha visto con los tomates. Parra tiene un predio de 5.000 metros cuadrados en el kilómetro 9 del camino a Huape, donde también cuenta con el almacén “Parrita”, en el que vende su producción hortícola.

El productor, quien años atrás tuvo un invernadero, explicó que una de las ventajas es poder cultivar prácticamente todo el año y cosechar los tomates tres semanas antes. “Con el invernadero podemos cosechar 20 días antes y se puede aprovechar si hay un buen precio. Además, en un espacio pequeño se puede tener una producción importante, yo tengo 750 plantas de tomate”, ejemplificó.

“Yo me involucré en este proyecto, porque es un invernadero que va a durar varios años y es rentable, es más productivo, a mí me conviene porque mi sitio es pequeño, y además, lo puedo aprovechar en el invierno también, puedo sacar dos o tres cosechas en el año, en cambio afuera, es una sola cosecha de tomate, porque después lo pillan las heladas. También en el invierno sirve para las lechugas, porque afuera se pueden quemar con las heladas”, expresó Parra.

EVALUACIÓN MUNICIPAL


Durante una visita a los agricultores, personal municipal pudo constatar la eficiencia de los invernaderos, que han permitido a los parceleros mejorar sus ingresos.

“Los productores están vendiendo in situ sus producciones de hortalizas, pero también han podido abastecer a supermercados y comercio en general dada la calidad de los vegetales”, comentó Segura.

Asimismo, el concejal Patricio Huepe, quien recorrió las parcelas beneficiadas con el proyecto municipal, destacó igualmente que “la calidad de los productos es innegable”.

Según manifestó el director de la Didepro, “en general, el resultado ha sido catalogado de ‘bueno’. Las altas temperaturas alcanzadas hacia fines del año pasado, en especial en zonas de secano, generaron dificultades en el funcionamiento de los invernaderos. Sin embargo, con un mejoramiento de la ventilación, el uso de mallas raschel y de sombreo, y mejoramiento de calidad del suelo, se pudo mejorar significativamente la operación”.

En ese sentido, reafirmó las ventajas de estos invernaderos respecto a los tradicionales: “Entre los principales resultados, destaco que se adelantó la producción de tomates y hortalizas (maduración temprana o primores), aumentó la rotación de cultivos, disminuyó el problema de plagas, mejorando la presentación de los productos; y además, ha permitido controlar variables climáticas”.

Consultado sobre las perspectivas de escalar el uso de esta tecnología para beneficiar a más agricultores de la comuna, Renato Segura expuso que “se ha observado voluntad en el Gobierno Regional para asignar nuevos recursos para incrementar el número de invernaderos. Los buenos resultados han generado un aumento del interés de pequeños agricultores en incorporar dicha tecnología para mejorar la productividad de pequeñas extensiones de suelo agrícola. Existe interés de BancoEstado Microempresas para financiar nuevas unidades. Es decir, son factores que van a contribuir a escalar el uso de la tecnología”.

Sin embargo, acotó que “la velocidad con la cual se escale la tecnología dependerá en gran medida de resolver problemas relacionados con la transferencia tecnológica; el capital social que permita coordinar los círculos de calidad y variedad en la producción de los pequeños productores; la logística y distribución de los productos; y desarrollar la industria agroalimentaria para mejorar las condiciones de comercialización de los productos”.