Pese a los pronósticos de más lluvias este año, la escasez hídrica está lejos de terminar. ¿Qué prioridad tiene para su gestión alcanzar una mayor cobertura de riego eficiente en la región?
El riego eficiente en nuestra región es materia prioritaria. El escenario hídrico ha cambiado, y debemos tener presente que el agua es un bien escaso, por tanto, como nuestra vocación es agrícola, es imperativo priorizar su uso eficiente y eso sólo se logra con tecnología y con obras que permitan optimizar el recurso. La realizad de hoy nos llama a ocuparnos con mayor decisión del tema, a modo de ejemplo, la superficie bajo riego en Ñuble ha disminuido a 3.139 hectáreas los últimos 14 años, entre el 2007 y el 2021; y las bajas más considerables han sido en los métodos tradicionales, como el riego tendido o por surcos, que es justamente el sistema que usan los pequeños y medianos agricultores.
Por esta razón, continuaremos focalizando las inversiones para que la falta de riego no sea un impedimento para el desarrollo de nuestros pequeños y medianos agricultores; tampoco queremos que la falta de agua afecte a las grandes inversiones agrícolas, que traen aparejado mano de obra y movimiento en torno a la agroindustria. En ese sentido, el convenio que tenemos con la Comisión Nacional de Riego ha cumplido un rol importante; pues se pudieron ejecutar 73 proyectos que fortalecieron el riego regional. De hecho, cerca de la mitad de esos proyectos corresponden a sistemas de tecnificación para pequeños agricultores de la región, y la otra parte, a obras civiles de conducción y distribución del agua. Esta alianza significó una inversión pública de $4.500 millones y se convirtió en una eficaz herramienta para incorporar al riego a 137 agricultores “blancos” del Laja Diguillín.
En paralelo, tenemos en ejecución un convenio con Indap, para apoyar obras asociativas de riego y un programa para la mitigación al impacto del déficit hídrico en las zonas de emergencia de la región, por más de $2.500 millones y que tiene como fin apoyar con recursos para obras menores de riego a pequeños agricultores que han visto afectada su producción agrícola debido a la sequía, muchas de ellas mujeres dedicadas a la horticultura.
Por eso también, uno de los objetivos que perseguimos con el Distrito de Innovación es precisamente incentivar la generación de propuestas y prototipos de sistemas de riego eficientes y predictores de la disponibilidad del recurso hídrico, además de los estudios que ya están encaminados a monitorear las cuencas, especialmente la del Río Itata. Una de las razones que motivó el viaje a Israel, junto a parte del equipo que llevará adelante el Distrito de Innovación, fue observar y aprender de su experiencia al respecto, con el propósito de concretar ideas que involucran el desarrollo de la tecnología para regar y para la reutilización del agua.
EMBALSES
Contar con infraestructura de acumulación de agua para riego sigue siendo una demanda pendiente de los agricultores de los valles de los ríos Ñuble, Diguillín y Chillán. ¿Cree usted que ha faltado voluntad política para empujar los proyectos de embalses que requiere la región?
A mi juicio, se han sumado varios factores que influyen en el actual escenario. Hubo un término anticipado de un contrato licitado, empresas que no contaban con la solvencia para llevar adelante una obra de esta envergadura; luego hubo que actualizar la evaluación ambiental de proyectos como el Embalse La Punilla, que en un comienzo no consideraba las demandas medioambientales y sociales que un proyecto de esta envergadura debe tener. En el caso del Embalse Zapallar, se han presentado varias observaciones a ese estudio de impacto ambiental, y el Embalse Chillán, está en una etapa más inicial con el estudio de factibilidad.
Por todo lo anterior, creo que las voluntades deben ser compartidas y se debe considerar todas las propuestas, y necesariamente deben existir instancias de participación ciudadana. Como Gobierno Regional, estamos dispuestos a apoyar todo lo necesario para que estos proyectos avancen y puedan concretarse de una forma que beneficie a la mayor cantidad de personas; creemos que los embalses deben tener una concepción pensada para múltiples propósitos: el riego, por cierto, que es para lo que son diseñados, pero además facilitar la generación de energía a propósito de lo que sucede en Ñuble, y proporcionar agua para consumo humano, que es otra de las grandes necesidades de nuestra región.
Cuando usted era candidato a gobernador se mostró crítico del proyecto embalse La Punilla. ¿Hoy apoya el proyecto?
Sigo manteniendo una posición crítica respecto a la forma cómo se formuló el proyecto, pero no me puedo abstraer de la realidad hídrica que vive la región; pues el contexto actual es distinto. Hay una sequía que es evidente y por eso urgente asegurar el riego, garantizar el agua para consumo humano y que los pequeños agricultores tengan también acceso al uso de la infraestructura para regar sus cultivos; esta temporada, por ejemplo, se perdió el 21% de la cosecha de arroz por falta de agua. Por eso quiero reforzar la importancia del multipropósito con los que deben ser diseñados los embalses, que no solo deben beneficiar a los regantes, también deben ser una solución a los problemas de riego de los pequeños agricultores, aportar con agua para consumo humano y, en paralelo generar energía para la región.
Por esta misma razón, el Gobierno no puede dilatar más el proyecto, pues la falta de una definición oportuna nos puede hacer pasar con el agua, lo mismo que ocurrió con la energía; donde no contar con decisiones claras pone en riesgo proyectos sociales de impacto en la vida de las personas.
Desde la perspectiva de la gestión del agua a nivel territorial, ¿qué expectativa tiene de la instalación de los consejos de cuenca?
Los Consejos de Cuencas, son parte de la estrategia de gestión de recursos hídricos que está liderando el Ministerio de Obras Públicas a nivel nacional y buscan establecer una planificación de la cuenca y proponer una gestión integrada de los recursos hídricos. Acá en Ñuble debemos escoger una cuenca piloto, que será la cuenca de Itata y convocar a actores públicos, privados y comunitarios; dialogar en torno a una mesa para decidir el desarrollo de esa cuenca. Nosotros esperamos que esos consejos tengan un reglamento, que se dicte una ley para que sea vinculante en sus decisiones porque si no, quedamos solo en buenas intenciones de trabajo y sus avances serán lentos y poco concretos.
AGREGACIÓN DE VALOR
Ñuble sigue basando su matriz exportadora en materias primas. ¿De qué manera se busca direccionar la concreción de inversiones que agreguen valor a la producción agropecuaria?
Ñuble sigue basando su matriz exportadora en materias primas. ¿De qué manera se busca direccionar la concreción de inversiones que agreguen valor a la producción agropecuaria?
Es muy importante tener presente que como región debemos dar un salto a la innovación, para ello estamos trabajando en un proyecto de viviendas industrializadas con Corfo, que también apunta a una diversificación en iniciativas de inversión regional en torno a una mayor industrialización en el sector construcción. Tenemos muchos ejemplos que hemos trabajado en este sentido, de hecho, el 2022 cuadriplicamos la inversión en innovación para competitividad de la región, pasando de los M$1.436.701 designados por ley, a M$6.461.752; lo que permitió aportar con recursos a más de 25 iniciativas, lo que permitirá otorgar un mayor valor a la producción regional.
Frente a este desafío que tenemos como región, contar con una infraestructura adecuada para la transmisión de energía resulta gravitante a la hora de proyectar una región innovadora, con una matriz productiva diversa; nada de esto se puede concretar sin energía, por eso fuimos en enfáticos en la urgencia de incorporar un plan especial, porque el rezago en el que se encuentra Ñuble en esta materia no puede esperar más.
Los gremios productivos locales están empujando una propuesta que consiste en la creación de una zona económica especial en la región, que ofrezca exenciones tributarias (por ejemplo, mediante la exención del pago de IVA a mercancías, del Impuesto a la Renta a las empresas y de aranceles aduaneros a maquinarias importadas para procesos productivos, entre otros). ¿Qué opinión tiene usted de esta propuesta?
Me parece que toda propuesta que venga desde la región y sea para la región, es bienvenida. En ese sentido, el profesor Renato Segura ha sido uno de los grandes impulsores de una zona franca agroindustrial para Ñuble, con una iniciativa que apunta principalmente al desarrollo de la agricultura sustentable y a la agregación de valor a los productos agrícolas. Sabemos que el centralismo económico que imperó en el país durante décadas, no ha permitido que estas iniciativas de exenciones tributarias vean la luz en las regiones. Sin embargo, hoy vemos señales en un sentido diferente, a través del proyecto de ley que presentó el Ministerio de Hacienda hace un par de semanas, denominado Regiones más Fuertes, que favorecerá que cada región desarrolle mejor su potencial productivo y sus ventajas comparativas y, por lo tanto, contribuirá a un mayor dinamismo económico, porque permitirá que las regiones puedan recaudar, asegurar sus rentas regionales, establecer exenciones y llegar con los beneficios de los servicios de infraestructura y programas más cerca de la ciudadanía, es decir, manejar sus recursos y potenciar su economía de manera más independiente. Nuestra apuesta es que el Congreso apruebe la ley de regiones Más Fuertes, para concretar estas ideas que hace un tiempo suenan como una gran opción para el desarrollo de Ñuble.
La investigación y la innovación son elementos clave para la agregación de valor y en ese contexto, el proyecto del Distrito de Innovación que lidera la UdeC con apoyo del Gobierno Regional asoma como una oportunidad de fomentar el desarrollo local. ¿Qué expectativas tiene de esa iniciativa? ¿Cómo se puede evitar que este proyecto naufrague tal como le ocurrió al Pacyt en Concepción?
Pacyt es un proyecto de la región del Biobío que no tuvo una buena experiencia, el Distrito de Innovación es diferente, tiene un proceso de madurez considerable, y justamente intenta ocuparse de eso, que sea exitoso. Proyectamos al Distrito de Innovación como el principal centro de vinculación con el ecosistema en nuestra Región de Ñuble y será un ejemplo a seguir para el resto del país. Queremos generar nuevas empresas, ideas y proyectos en torno a la salud, la optimización del recurso hídrico, la producción agrícola, generación de empresas y el emprendimiento. Y para concretarlo y que el distrito perdure en el tiempo, hemos establecido como un requisito fundamental, que la integración de diferentes instituciones sea obligatoria. No será una institución, ni dos, las que lleven adelante este proceso, hoy tenemos efectivamente un gran acuerdo con la Universidad de Concepción, pero el Distrito de Innovación está pensado para que se integren más instituciones, tanto públicas como privadas, de diferentes rubros. Recordemos que también sumará al Polo de Salud y a un área de servicios públicos, por lo tanto, este gran ecosistema que estamos generando, va a permitir que las distintas instituciones estemos involucradas en una corporación que ya estamos generando para contar con recursos y tomar decisiones, desde el ámbito universitario hasta el productivo, teniendo un circuito completo para el desarrollo y una educación que nos permita cambiar la mentalidad y avanzar hacia el emprendimiento e innovación más decididamente en Ñuble, con ejemplos y acciones que se impulsarán desde diferentes sectores.