Luis Jara, quien tiene un pequeño predio en Boyén (comuna de Chillán) y es usuario de Indap, comentó que sus primeros cerditos los vendió en forma particular, “y me fue gustando, porque es una entradita adicional”. Más tarde -contó-, se dio la posibilidad de la alianza productiva, lo que indicó, le dio la posibilidad de continuar en este rubro, que es parte de su sistema productivo multirubro.

“La verdad, ya estaba tirando la esponja porque no tenía poder comprador, y entonces apareció esta alianza. Me pareció una fantástica idea, porque voy a tener donde entregar mis cerditos sin tener que engordarlos, porque en estos tiempos, mantener a los cerditos y criarlos de más meses es muy caro. Por eso, para allá va mi meta, seguir con este sistema y entregar cochinillos”, recordó el productor.

La alianza, vigente desde septiembre de 2020, aporta a los productores la asistencia técnica para mejorar la competitividad, así como un poder comprador estable; en tanto, la asociatividad permite que los productores puedan acceder a proyectos de inversión tanto para infraestructura como para el recambio genético, ya que se busca un producto más magro, de buena rusticidad.

A la vez, este PAP ha permitido diversificar la matriz productiva de un grupo de pequeños agricultores de Ñuble con un modelo que privilegia el quehacer campesino y una forma de producción que va en armonía con el entorno.

“A través de esta alianza, se ha podido generar un nuevo canal de comercialización para los pequeños productores, ya que el cerdo no era considerado como un rubro”, comentó el encargado de comercialización de Indap Ñuble, Luis Flores.

Esto, según explicó el profesional, da a los productores una posibilidad adicional de venta, y lo más importante: “al incorporar la crianza dentro del sistema de multirubros de la agricultura familiar campesina en un modelo de pequeña escala, rescata una forma de hacer las cosas que es la riqueza de la pequeña agricultura, una producción limpia y en sintonía con el medio ambiente, ya que al tratarse de pequeñas piaras, los insumos de alimentación para los cerdos provienen del mismo campo y, a la vez, es posible reutilizar los rastrojos que se usan en las camas calientes, así como las deposiciones o purines de los cerdos para su uso en compostaje y fertilización, lo que reduce el empleo de insumos en el predio y fomenta la recuperación y fertilización del suelo sin incorporar agroquímicos”.

“Hasta ahora, ha sido muy bueno, porque a través de Indap me aportaron para hacer las instalaciones para la maternidad y hemos tenido una buena asesoría técnica”, indicó Luis Jara. “Creo que va a ser una buena alternativa para los productores”, cerró esperanzado.

CAPACITACIÓN


En abril pasado, una veintena de productores se reunieron en El Carmen para participar de una capacitación organizada por Frigosur para la transferencia tecnológica destinada a mejorar las competencias de los usuarios del PAP de cerdos.

La capacitación se realizó con la presentación de un manual de producción porcina agroecológica para la agricultura familiar campesina, por cuenta del veterinario de la alianza productiva, Claudio Véliz, quien hizo hincapié en que la alianza propone explotaciones porcinas de pequeña escala con orientación de producción agroecológica, reduciendo la dependencia de insumos externos del predio y acondicionando los residuos animales como un insumo agrícola más, integrando la producción de cerdos al resto del sistema productivo de los pequeños productores, gracias a la incorporación de técnicas agroecológicas, como el pastoreo racional Voisin en cerdos y el uso de camas calientes para su aprovechamiento en la producción de compost o vermicompost.

Desde Indap Ñuble, la gran asistencia fue interpretada como una muestra del gran interés de los productores en acceder a nuevas líneas de trabajo, complementarias a sus sistemas productivos, para lo cual han contado con el apoyo permanente del organismo.

Asimismo, Luis Flores destacó el trabajo conjunto que se ha generado con la empresa a través de asistencia técnica para los productores y en el caso de Indap, a través de la generación de proyectos que han permitido a los productores invertir en genética e infraestructura para hacer del cerdo un negocio atractivo y complementario.