Yenny Llanos, dirigente de Viñateras Bravas y de la Coalición Nacional de Viñateros.


Nos indigna el robo de cuello y corbata o abusos de mercado de poderosos amparados por el Estado, lo que hemos denunciado y presentando propuestas por años en distintas instancias, sin que nadie haga nada serio en materia de libre competencia, transparencia de mercado y fomento de impacto.

Este año, una vez más, los grandes de la industria, liderados por Concha y Toro, extirpan el trabajo y sustento de miles de familias, pagando $130 por kilo de uva Moscatel, un valor que no cubre ni la mitad de los costos de producción, que bordean los $300, lo que seguirá empobreciendo a una de las zonas más pobres de Chile.

Nos entristece la indolencia de las autoridades, que desde derecha a izquierda prefieren mirar al techo, normalizando el grotesco saqueo, excusarse en el modelo y hasta culpar a los propios viñateros; y que sin ningún pudor algunos ayudan a encubrir o disfrazar abusos para proteger los intereses de los poderosos con información errónea y publicidad engañosa, que faltan a la verdad, desvían el problema y por ende, las soluciones, como los acopios de un puñado de productores financiados por Indap, que compran a los mismos usureros precios que el resto de los intermediarios, teniendo impacto cero en los abusos de los grandes pero con costo para el Estado.

Ya hemos recurrido a todas las instancias y autoridades en las últimas dos administraciones de gobierno, Cámara de Diputados, Senado, Fiscalía Nacional Económica, Contraloría, presidentes de la República, ministros, etc. Y hasta ejercimos varias veces nuestro legítimo derecho a manifestarnos en la calle, donde la última vez fuimos ferozmente reprimidos.

Nos ocupa en estos días la preparación de antecedentes para nuevas denuncias, porque lejos estamos de bajar los brazos; nosotros no abandonamos la justa causa y no nos dejamos comprar por “proyectitos” o “bonos ratones” para un puñado, mientras miles son saqueados.