Marlene González, presidente de la Cooperativa Valle del Itata


Se veían desde hace unos meses granos muy pequeños, la deshidratación era evidente en nuestras viñas, por lo que siempre las lluvias son buenas para nuestros viñedos, ya que se pudieron hidratar un poco, pero no fue suficiente para tener peso, lo que para muchos agricultores no es muy beneficioso.

Sabemos, además, que vender uva o vino a granel en Chile no es un buen negocio, porque no se pagan buenos precios, por esa razón seis empresas asociativas campesinas formamos una cooperativa de segundo nivel, cuyo objetivo principal es la negociación y exportación de vino.

Estamos convencidos que la solución es la exportación, pero ¿cuál es el problema? Somos pequeños viñateros y no sabemos exportar, no sabemos ni a cuánto está el dólar y menos hablar inglés, que es lo mínimo que tendríamos que saber, pero esperamos aprender a exportar a través de esta cooperativa de segundo nivel. Ésa es la ayuda real que necesitamos y esperamos del Estado a través de gobiernos comprometidos.

Gracias al apoyo de Indap, estamos invirtiendo en infraestructura para aumentar nuestra capacidad de vinificación. La inversión consiste en dos nuevos centros de vinificación: uno para Viñedos Quinchamalí SpA, y uno para la cooperativa Cuvas de Ninhue, para vinificar aproximadamente 100 mil litros en la primera etapa; esto beneficiará directamente a los asociados de estas empresas, con un valor agregado, enfocados a no solo comprar uvas, sino también a comercializar el vino.