No se trata del mismo proyecto, pues si bien hay similitudes en cuanto a la infraestructura y capacidad de producción respecto de la DIA presentada el año pasado, y el monto de inversión global se mantiene en US$9 millones, este nuevo diseño incorpora nueva tecnología y esta vez se consideran plantaciones de maíz, cerezos y avellano europeo.
En esa línea, Pablo Espinosa Lynch, gerente general de la empresa, aseguró que “éste es un proyecto completamente nuevo. En ese sentido, no lo estamos reingresando, sino que decidimos hacerlo de cero para incorporar los más recientes avances logrados en nuestros otros planteles en materia de economía circular, donde hemos seguido incorporando tecnología y actualizando procesos para fortalecer la sustentabilidad. Igualmente, hicimos una ronda más profunda con autoridades, servicios, vecinos y otros actores, lo que nos ayudó a generar una iniciativa nueva y sólida”.
Según se detalla en la DIA, de cumplirse los plazos de tramitación ambiental, podría comenzar su ejecución en abril de 2022. Asimismo, dichas faenas, que durarán 16 meses, demandarán una mano de obra promedio de 94 trabajadores, con un peak de 164. De esta forma, la apuesta es poner en marcha el plantel en agosto de 2023.
En su fase de operación, en tanto, se estima que el plantel dará empleo a 15 personas de manera permanente.
En el documento, la empresa indicó que el objetivo es “construir y operar un plantel porcino que contempla las etapas desde el destete de los cerdos hasta el fin de la engorda, para entregar cerdos a la venta”.
Impacto ambiental
También destacan las obras que buscan mitigar las externalidades negativas, como la disposición de los purines y los malos olores. Es así como Maxagro, tal como ha hecho en sus demás planteles, en Santa Inés también contará con un biodigestor, es decir, una planta de tratamiento anaeróbico (sin presencia de oxígeno) de los purines, cuyo digestato resultante, permitirá fertirregar plantaciones de maíz y frutales (cerezos y avellano europeo).
Consultado por la tecnología a implementar en el nuevo plantel, Pablo Espinosa Lynch, gerente general de la empresa, sostuvo que “Maxagro es el segundo productor de carne de cerdo de Chile y está habilitado para exportar a más de 40 países en el mundo. Esto no es casualidad. Ha sido el trabajo de años en los cuales hemos hechos las inversiones necesarias y hemos contado con el apoyo comprometido de nuestros colaboradores para ir alcanzando cada vez mayores estándares de producción y sustentabilidad. En esta misma línea, este proyecto también considera tecnología de punta para el manejo productivo sustentable, el bienestar de los animales, así como medidas de gestión de eficiencia hídrica y energética”.
Asimismo, en materia ambiental, expuso que “este nuevo proyecto contempla la tecnología y experiencia ya adquirida en nuestras otras instalaciones de Maxagro y, adicionalmente, incorpora la implementación de procesos y tecnología de punta en línea con los principios de la economía circular. De este modo, está prevista la construcción de un biodigestor -sistema utilizado con éxito en países como Alemania, Dinamarca y Holanda-, que no solo permite el control de olores y vectores, sino que transforma los residuos porcinos en biofertilizante, el cual se utilizará en el riego de nuestros campos agrícolas, fertilizando las cerezas, avellanos europeos y maíz. Así, se completa un círculo donde los residuos, en vez de eliminarse, se convierten en productos de valor agregado”.
Además, Espinosa detalló que “el proyecto contempla también la implementación de un moderno sistema de ventilación controlada para la zona de los pabellones, disminuyendo al mínimo la generación de olores en el entorno”.
“Todas estas medidas, más los protocolos de limpieza y mantención de la planta, nos permiten controlar olores y eventuales vectores”, sentenció.