Los funcionarios del SAG esperan que se mantenga la tendencia al aumento en las exportaciones de fruta fresca de la región. En la temporada 2020-2021 se revisaron más de 13 millones y medio de cajas de fruta fresca, lo que representó un incremento de 45% en el volumen de fruta sometida a inspección respecto del período anterior. El 88% corresponde a arándanos, con 12 millones de cajas verificadas, pero también destacan las cerezas, manzanas, castañas y kiwis.

La pronta puesta en marcha del sistema de inspección en línea en dos plantas de la Región de Ñuble confirma que el ritmo de crecimiento será relevante en la presente temporada.

China y Estados Unidos son los principales destinos para la producción regional, pero también son importantes la Unión Europea, Corea del Sur, Vietnam, Japón y Rusia.

Nuevas exigencias


Sin embargo, las exigencias fitosanitarias de los mercados más relevantes han obligado a los productores y exportadores locales a adaptarse en cada temporada. Desde el 2020, la puesta en marcha del Systems approach de arándanos abrió la posibilidad de enviar fruta fresca a Estados Unidos sin fumigación, incluyendo arándanos orgánicos, pero los productores que adscribieron a este sistema tuvieron que implementar un conjunto de medidas de manejo del riesgo de plagas que permitiera garantizar las condiciones sanitarias que impone dicho mercado como alternativa a la fumigación con bromuro de metilo.

Esta temporada trae mayores desafíos para los productores de cerezas, pues el SAG ha implementado una nueva estrategia de monitoreo y control de plagas con el propósito de preservar la fitosanidad del cultivo y dar cumplimiento a los requerimientos de los países importadores. Esto ha significado que, en colaboración con la Asociación de Exportadores de Fruta de Chile (Asoex), se intensificó la supervisión de los huertos.

Adicionalmente, a partir de la presente temporada se establecieron nuevos lineamientos para la exportación de cerezas a China, principal mercado de destino de la fruta, incorporando el monitoreo de Prunus necrotic ringspot virus (PNRSV) y Plum pox virus (PPV) en huertos y plantas exportadoras.

En noviembre, además, comenzó el trabajo de los nuevos equipos del SAG que llegaron a Ñuble para desarrollar los proyectos de Lobesia botrana y Drosophila suzukii, financiados con recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional administrados por el Gobierno Regional.

Lobesia botrana


El proyecto Lobesia botrana alcanza una inversión de $1.234 millones en un período de dos años. Tiene como objetivo erradicar la Polilla del racimo de la vid de las zonas urbanas, a fin de que reduzca la importante presión que ejerce sobre las producciones de vides y arándanos en la región. Durante la última temporada, la vigilancia permitió capturar más de 63 mil ejemplares del insecto en las áreas urbanas, mientras que las detecciones prediales alcanzaron a 9 mil ejemplares.

Una de las líneas estratégicas del proyecto es apoyar las acciones con el enemigo natural Campoplex capitator, para lo cual se implementará un laboratorio de producción de controladores biológicos.

También se ampliará la cobertura de emisores de confusión sexual prediales, reforzando el apoyo a las viñas viníferas de pequeños y medianos productores del Valle del Itata, y se intensificará la fiscalización durante la cosecha de vides y arándanos con nuevo equipamiento como tablets, GPS, y drones.

Drosophila suzukii


El proyecto Drosophila suzukii, con una inversión de $360 millones durante dos años, considera actividades de vigilancia y manejo integrado para la Mosca de alas manchadas, así como difusión y capacitación a los productores de la agricultura familiar campesina para que puedan prevenir y eliminar la plaga.

Si bien se trata de una plaga presente en la región de Ñuble desde 2019, las condiciones climáticas contribuyeron a la proliferación de este insecto en huertos productivos y caseros, en especial de pequeños productores, causando importantes pérdidas en frambuesas y cerezos. En la temporada 2020-2021, al menos 160 productores reportaron daños y las denuncias se han multiplicado durante noviembre.

Los equipos SAG – FNDR ya han realizado una decena de talleres con pequeños productores para informar sobre las medidas de monitoreo de la plaga y recomendaciones prácticas para el manejo de sus huertos.