“En el caso de la región de Ñuble, queríamos estar con agricultores que están enfrentando una situación de déficit hídrico importante; hoy el país está enfrentando un déficit hídrico como consecuencia del cambio climático, y por lo tanto, una sequía que ya suma más de 12 años. Cómo los agricultores de Ñuble se preparan, cómo nosotros los ayudamos a enfrentar esa realidad. Y en ese contexto están los proyectos de riego que estamos desarrollando con ellos para poder darles más certezas a los agricultores de que pueden disponer de agua; y segundo, darle todas las herramientas para que ellos también puedan hacer los cambios necesarios para tener un uso más eficiente del agua, y eso es tecnificar el riego. Así es que estuvimos viendo temas de riego y también viendo algo que es muy característico en la comuna de San Nicolás, el tema sustentable y la agroecología como una práctica, como un sistema de producción que está muy instalado y que ha generado casi un elemento diferenciador en esa comuna, en que hay muchos usuarios nuestros que están trabajando en esa línea, y nos parece muy interesante poder potenciarlo, fomentar y poder apoyarlos para que puedan seguir manteniendo esos sistemas de producción que hoy, probablemente, se hacen más necesarios que nunca, y probablemente también empiezan a ser mirados como sistemas de producción muy convenientes dada la situación en que vivimos y que la gente valora cada vez más los alimentos sanos, saludables y sustentables”.
En materia de riego y de los desafíos para enfrentar la crisis hídrica en el contexto de cambio climático, siempre se dice que para la pequeña agricultura es muy difícil invertir en riego, considerando los estrechos márgenes. ¿Cómo pueden abordar la tecnificación del riego sin plata? ¿Cuánto puede apoyar el Indap? En el caso de postular a la bonificación de la Ley 18.450 tienen que hacer un copago que no es menor y cuyo monto no tienen.
Hoy, con la labor que hacemos desde Indap, con los pequeños agricultores, y desde la Comisión Nacional de Riego para todos los agricultores, es que tenemos programas de fomento al riego que son muy convenientes, en que el agricultor no tiene que enfrentarse al problema de los recursos, porque estas inversiones llevan implícito un subsidio muy importante. Te puedo dar el ejemplo de un caso muy puntual de la región de Ñuble: estuvimos visitando a un grupo de agricultores del canal Ranquililahue, donde hicimos una obra de recubrimiento de ese canal, de manera que no haya pérdidas de agua, y ese proyecto fue financiado con recursos del Indap, y para los agricultores, en la segunda etapa, que costó $35 millones, ellos pusieron solo el 10%, por lo tanto, ahí hay un aporte muy significativo del Estado.
Y en el caso de los proyectos de la Ley 18.450, que administra la CNR, a aquellos pequeños agricultores que postulan algún proyecto de riego para tener el aporte de la CNR, nosotros, desde Indap, tenemos la posibilidad de darles un crédito de enlace, lo que significa que nosotros le podemos poner los recursos para ejecutar la obra. Como la CNR les entrega el subsidio una vez que se haya recibido la obra, ocurre que los agricultores no tienen la espalda para financiar con sus propios recursos la obra hasta recibir la bonificación. Entonces, nosotros les decimos que hagan la obra, nosotros la financiamos con un crédito, y ese crédito lo pagan una vez que la CNR le pague la bonificación. Entonces, no es tanto la dificultad de que no tengan los recursos, porque hoy tienen caminos para obtener esos recursos y para tener financiamiento para las obras de riego.
Este año ha sido muy importante, porque esto ha sido una prioridad para el Ministerio de Agricultura y también para el Gobierno, y para ello hemos puesto muchos más recursos. Este año 2021 vamos a ejecutar del orden de los $34 mil millones, pero el 2022, según lo estableció la Ley de Presupuesto que ya fue aprobada, va a significar que Indap va a poder ejecutar casi el doble de ese presupuesto el próximo año.
¿Se duplicarán también los recursos para Ñuble?
Obvio, y por lo tanto, está muy abierto a quienes tengan proyectos, o que se acerquen a Indap para desarrollar sus proyectos. Además, quiero acotar que el hecho de tener riego permanente y certeza de que van a tener riego, les abre la posibilidad de tener otros rubros, de poder hacer una agricultura distinta en términos de diversificar los rubros. Sin agua, probablemente estaban reducidos a cereales o ganadería, en cambio, con agua, pueden acceder a frutillas, frutales menores y berries, entre otros rubros que pueden generar un margen mucho mayor para la agricultura. Yo creo que son buenas noticias, en un marco complejo, por lo que significa esta sequía que nos está afectando.
He escuchado la preocupación desde el mundo académico, en cuanto al temor que significa que muchas veces se hacen inversiones en tecnificación del riego, pero poco después de su puesta en marcha termina siendo subutilizada, y después, termina abandonada. ¿Cómo ve usted eso en términos del desafío que hay por delante?”.
En el caso de Indap, nosotros nos preocupamos especialmente de esto. Hoy hay una brecha muy grande que cubrir en términos de la tecnificación del riego. Hoy la tecnificación es muy necesaria, puesto que es mucho más eficiente en el uso del agua, y nuestro programa de asistencia técnica incorpora no solo la posibilidad de instalar riego gracias a un proyecto, sino que, además, el uso permanente de ese riego y la mantención, monitoreo y las adaptaciones que hay que ir incorporando en esos sistemas, es parte de la asistencia técnica que reciben nuestros usuarios. Además, estamos incorporando las energías renovables no convencionales, como los paneles fotovoltaicos, lo que permite abaratar significativamente el costo de la operación del riego y sin contaminar nada.
Agroecológicos
Desde la perspectiva de la sustentabilidad, uno ve con cierto romanticismo el caso de los productores agroecológicos, pero también pueden ser una excelente oportunidad de desarrollar negocios de alto valor.
Efectivamente, y ello ocurre porque la sustentabilidad empieza a ser una demanda mucho más frecuente por parte del público en general, y obviamente que también generar una agricultura mucho más sustentable con el medio ambiente, que permita reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, como el CO2, y en eso la agricultura también está comprometida a ser carbono neutral al 2030, entonces, una forma de enfrentar ese desafío es incorporar estas prácticas de labores agrícolas y de sistemas de producción, que son claramente más sustentables, como lo es la agroecología, que es un sistema más bien circular, que aprovecha mucho de los elementos que están en el mismo predio (…) y puede ser un elemento diferenciador, como lo está siendo en San Nicolás, como es producir frutillas o berries bajo un sistema agroecológico. Esa fruta va a tener un elemento diferenciador que yo creo que cada vez va a tener más valor.
¿Cuál es el incentivo hoy para los productores agroecológicos? ¿El bien común? ¿El incentivo es económico? ¿El Indap los está apoyando o impulso se ha producido de manera más natural por una acción del mercado?
No, yo creo que hay una combinación de todos esos factores. Por una parte, en el caso muy particular de Ñuble y San Nicolás, hay un apoyo muy fuerte de Indap, sobre todo, entre agricultores muy pequeños, de hacer granjas que sean autosustentables, y adicionalmente, se le genera un producto que es muy valorado, y que por lo tanto, lo están vendiendo a buen precio. Pero, por otro lado, se da el hecho que hoy es casi una demanda del mercado, tener productos más sustentables, más saludables, y toda la producción orgánica o la producción agroecológica son productos más sanos y más valorados. El mercado cada vez está requiriendo más estos productos, por lo tanto, también le da más certezas en su comercialización el poder tener productos de esa naturaleza. Todavía hay mucho espacio que ganar, pero las tendencias están avanzando en esa dirección y es muy importante que los agricultores vayan siendo muy proactivos en ir asumiendo estos sistemas de producción, porque, al final, va a ser lo que el mercado les va a demandar.
¿Y ustedes, como Indap, ya tomaron nota de eso? ¿Tienen alguna línea, algún programa agroecológico? Porque entiendo que los productores de San Nicolás reciben el apoyo de Indap porque están en el Prodesal, ¿o acaso hay además una línea o programa para productores agroecológicos?
Bueno, ellos están en los programas, y desde esos programas reciben los incentivos respectivos, pero estamos en el propósito de ir incentivando la línea agroecológica, es más, la posibilidad de que aquellos productores que están en Prodesal, puedan migrar hacia programas que les abran incluso más espacios de comercialización, que les permitan crecer, y estamos en la línea de crear SAT (servicios de asistencia técnica), un programa que está en un escalón superior al Prodesal, con agricultores que ya van avanzando a este nuevo programa, que sea un SAT agroecológico.
Pero eso, en lo concreto, no existe.
No existe todavía, pero está en preparación en el caso de San Nicolás, como lo hemos hablado. Y todos los agricultores, si la asistencia técnica que ellos reciben, si sus equipos de asesores van abriendo su producción hacia la agroecología, van a tener todos los instrumentos de Indap para apoyarlos.
Uno de los escollos que tienen que enfrentar los productores agroecológicos es la certificación de orgánicos, cuyos precios son inalcanzables para los pequeños productores. ¿Qué solución se puede implementar desde la política pública?
Nosotros estamos trabajando en un programa que se llama Alianzas productivas, que permiten que grupos de pequeños agricultores, que por ejemplo, son productores de berries orgánicos, nosotros incentivamos que esos productores se encadenen con empresas mayores que ya están vinculadas al mercado y que requieren, por ejemplo, fruta orgánica. Voy a poner un ejemplo concreto: Está el caso de Frutícola Olmué, empresa que produce y exporta berries y que tiene una línea de berries orgánicos; nosotros hemos constituido alianzas productivas con productores de berries orgánicos y se produce este encadenamiento, y la propia Olmué le entrega asistencia técnica a esos productores, para que produzcan una fruta no solo orgánica, sino de la calidad que se requiere y también la posibilidad obtener esas certificaciones que señalas, porque la empresa que exporta, obviamente que le interesa que su producto esté certificado, entonces, aquí se produce una asociación entre el pequeño productor y la empresa que está exportando, y ahí hay un cruce de asistencia técnica y de apoyos, al cual también concurre Indap.