Heraldo Palma, administrador de la planta R. Jelínek y conocedor de los aspectos técnicos del cultivo de pera, explicó que la variedad Summer Bartlett puede alcanzar rendimientos de 50 mil kilos por hectárea.
“Ñuble cumple con todos los requisitos que se requieren para el cultivo de pera Summer Bartlett, como lo son el buen clima, un muy buen suelo que nos acompaña para el desarrollo del árbol y por ahora, cuenta con agua”, destacó el administrador.
El profesional subrayó que, para alcanzar los volúmenes necesarios, deben desplegarse en toda la zona central del país -desde la Región Metropolitana a Ñuble- en busca de la materia prima. “Si hubiera más, tenemos una mayor demanda que podría llegar a los 12 millones de kilos”, planteó.
En ese contexto, tanto la empresa como el municipio de Quillón y las autoridades regionales del agro están interesados en aumentar la superficie de este frutal en la región, con el objetivo de introducir cultivos más rentables para los agricultores de la zona. Y este seminario apuntó justamente hacia dicho objetivo.
La actividad contó con las presentaciones de Martín Pucalik, en representación de la empresa Jelínek en Latinoamérica, además de profesionales del Indap y de la Comisión Nacional de Riego (CNR), que entregaron a los asistentes que se conectaron vía remota una mirada global de la situación agrícola e hídrica de Ñuble.
En la actividad semipresencial también participó el seremi de Agricultura de Ñuble, Juan Carlos Molina, quien valoró la posibilidad de contar con nuevas alternativas de cultivo en la Región. “No puedo dejar de agradecer a la Municipalidad de Quillón por ser parte en la organización de esto, más aún cuando al analizar el tema de la pera, que es un cultivo que tiene grandes potenciales acá en la zona, nos encontramos con un producto que puede contribuir al desarrollo sostenible de la comuna, mejorando la calidad de vida de sus habitantes”.
Tradición centenaria
La empresa nació en 1891 en República Checa, donde Zikmund Jelínek y sus hijos Rudolf y Vladimir comenzaron a destilar fruta, principalmente, ciruela. Con los años, se incorporaron otros frutos y en 2006 empezó la nueva moda en Europa de tomar destilado de pera.
En 2007 los dueños actuales de la empresa viajaron a Argentina y Chile en busca de peras y finalmente, instalar su planta destiladora en Quillón, la única de la firma en Latinoamérica.
Si bien la pera es la materia prima por excelencia, la producción de la empresa no se limita sólo a ella. También han producido destilados de ciruela, manzana e incluso de vino, que se conoce comúnmente como brandy.
Producto semiterminado
La pera que la destilería adquiere se somete a un proceso de limpieza y extracción de pulpa, la que fermenta alrededor de una semana en cubas de acero inoxidable. En total, cerca de un millón 800 mil litros de sumo permanecen en dicho proceso, los que posteriormente pasan a columnas de extracción del alcohol mediante altas temperaturas.
Finalmente, son más de 500 mil litros de destilado los que produce por temporada R. Jelínek en su planta de Quillón. Toda esa producción viaja como aguardiente puro a República Checa, para su proceso de refinamiento, disminución de grados de alcohol y embotellado, pues el producto semiterminado que se envía a Europa tiene entre 70 y 75 grados de alcohol.