ASISTENTES
El gobernador regional, Oscar Crisóstomo, destacó que una región como la nuestra, agrícola y campesina, debe cuidarse para que siga siendo de esta manera. “Muchos dicen que la pobreza de la región es porque es agrícola y rural, al contrario, nuestra riqueza es que somos una región agrícola y rural, que tenemos una vida distinta y que podemos proyectarnos con un futuro diferente, lo veo como una tremenda oportunidad”. Una región que debe crecer, de la mano de sus productores, como indicó Marcela Montupil, presidenta del Consejo Asesor Regional de INDAP Ñuble y hortalicera de Chillán Viejo, quien destacó el aporte de los pequeños campesinos al desarrollo de la región de Ñuble, agregando que para incorporarse a los nuevos tiempos, requieren un apoyo en acceso a la tecnología y conectividad. En tanto, el subsecretario de Agricultura, José Ignacio Pinochet, valoró el trabajo campesino, recordando sus raíces campechanas de la zona de Cauquenes; recordó que antiguamente se requería tierra y trabajo para producir, mientras que hoy lo más importante es agua y almas, gente, “y para hay que reencantar, hay que generar razones para nuestros hijos y nietos quieran volver y ahí se nos suma un tercer elemento que se va a incorporar en poco tiempo, la tecnología, y eso es bueno, porque es una razón para que los jóvenes quieran volver al campo”. Cristóbal Jardúa, delegado presidencial de Ñuble, en tanto, se refirió al avance de Ñuble en los tres años que ha sido región, destacando a las necesidades que se han cubierto, “dando respuesta a las necesidades que veía como ñublensino” y que han permitido un mayor avance del agro, levantando como una necesidad la conectividad digital y entregando Fibra óptica digital en 15 puntos de Ñuble, en las cabeceras comunales a lo que se sumó la conexión de fibra óptica rural, que permitirá la conectividad de todos los sectores rurales de la región”; agregó que esto ayuda también a mantener a los jóvenes en el campo, ya que quieren estar conectados y tener acceso a la tecnología. De la misma forma, agregó que el rezago de los caminos rurales, que son un problema para la producción de los agricultores, ha visto avances que llevan a acortar la brecha existente entre sectores urbanos y rurales.
PREMIACIÓN
Las Empresas Asociativas Campesinas destacadas fueron la Cooperativa de segundo nivel, Agrícola Vitivinícola Vinos del Valle del Itata Chile, que se constituye formalmente en enero de este año y que consigue la vinificación conjunta a granel de sus organizaciones, a pocos meses de constituida; la Sociedad Campesina Raíces del Sol Spa, creada por jóvenes pertenecientes al Prodesal de Quillón y ahora en SAT hortalicero y la Cooperativa Vitivinícola Cerro Negro, COOVICEN, de Quillón, la mayor y la más antigua del Valle del Itata, con capacidad de más de 400 mil litros de vino, hasta la temporada 2020 y que este año, crece sobre el millón de litros, mostrando que dar valor agregado a la uva, es una estrategia de desarrollo exitosa y alcanzable por los pequeños viñateros. También se destacó la participación en instancias específicas como las mesas de la mujer, la mesa de jóvenes y el Consejo Asesor Regional, que permiten que las reales necesidades de los agricultores sean dadas a conocer por los propios usuarios para integrarse a los planes de desarrollo de INDAP; en esta categoría se destacó a Marcela Montupil, presidenta del Consejo Asesor Regional de INDAP; Marta Jiménez, presidenta de la Mesa de la Mujer Rural de Ñuble y Aguedo Urra, productor asociado a la Mesa de Jóvenes. En la categoría de productores individuales, se destacó el trabajo de los siguientes agricultores: María Arias Sandoval, productora de miel y derivados de San Fabián; María Torres Pérez, usuaria SAT Hortalizas de San Ignacio; Zenobia Reyes Troncoso, SAT de Berries de Bulnes; Bernarda Salazar Venegas, SAT Apícola de Bulnes; Alex Araya, hortalicero de Quillón en Programa de Compras Públicas; Silverio Valenzuela Jara, artesano en madera de Quillón; Felizardo Garrido, viñatero y emigrado al SAT Enoturismo; Florencio Fernández Neira, Prodesal Trehuaco y Tesoro Humano Vivo de Trehuaco; Francisco Montecinos Espinoza, artesano y Prodesal de Ninhue y Maribel Henríquez Espinoza, usuaria Prodesal de Cobquecura.