Respecto de su experiencia en España que comenzó en junio pasado, Álvaro Ruiz manifestó que “Lleida, que forma parte de la comunidad de Cataluña, es una de las zonas que destacan en España por su producción de cerdos, la que alcanza el 40% de todo el país, además de toda la actividad agropecuaria que acá se realiza”.
Subrayó que “desde que llegué a la Facultad de Medicina Veterinaria y al Centro de Gestión Porcina de la UdL, noté la manera en la que se trabaja acá, que es muy eficiente y prestando atención a todos los detalles, se toman en serio el estudio, difusión y extensión de todo lo que respecta la industria de la carne de cerdo, es por eso que desde el primer instante he estado aprendiendo de una manera incomparable, manejos, visión, forma de trabajo, metodología, etc. Todo ha sido extremadamente provechoso y muy entretenido”.
Reducir impactos
Sobre sus estudios y el trabajo que se encuentra desarrollando en el Centro Experimental Porcino de la Universidad de Lleida, respecto de la huella de carbono e hídrica de la industria, agregó que actualmente están enfocados en llevar el control de la parte experimental de los estudios de emisiones, huella de carbono y además, alimentación de precisión en los cerdos. “Esto, con el fin de reducir la factura de carbono al final de los procesos productivos. Debemos tomar muestras de los purines, medir la ventilación, temperatura, humedad de las salas, temperatura de los purines, composición, GPD de los cerdos, entre otras tareas. Se intenta llevar un control lo más acabado posible de todas las variables que influyen en esta huella de carbono, la cual, por supuesto, nos interesa reducir lo más que se pueda”.
En ese sentido, el profesional destacó la importancia de la huella de carbono e hídrica de la industria. “De aquí al 2050 la población mundial aumentará y eso significa más bocas que alimentar, es ahí donde nosotros, como sector, tenemos mucho que aportar y seguir aprendiendo, hoy la misión es una, evidente y redundante: reducir el impacto ambiental de la carne de cerdo, lograr hacer esto hasta los niveles que más se puedan se traduce en generar un producto limpio, con conciencia y en pro de la sociedad, porque hará que tengamos ecosistemas menos intervenidos, más sanos, más biodiversos y eso es calidad de vida para la sociedad; una sociedad sana se desarrolla solo si tiene ecosistemas sanos. Hoy el mindset ha cambiado y es que todo lo que antes se veía como desecho de la industria es una posible fuente de ingresos y una nueva posibilidad de poder incorporar el carbono nuevamente a los ciclos biológicos, logrando así una economía circular”.
Álvaro Ruiz regresará a Chile a fines de año, “con un montón de nuevos conocimientos para poder aportar a este sector en nuestro país y a la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UdeC”.