Cañete comentó que “la temporada 2020-2021, en particular, la última campaña de cosecha, no fue una buena campaña, en que el no haber llegado a la contratación de hectáreas que necesitábamos, fue la campaña más corta de la historia de Beneo Orafti, con algo así como 85 días”.
Resumió que “en el balance, el resultado en términos de rendimiento y producción de achicoria fue más bajo que los últimos dos años y estuvo por debajo de lo esperado; llegamos en promedio a 48 toneladas por hectárea, en circunstancias que en los últimos dos años habíamos promediado 58 toneladas”.
El profesional sostuvo que un factor importante que incidió en esta caída de los rendimientos fue el clima. “La achicoria es un cultivo de primavera-verano, que se siembra normalmente desde fines de agosto y se termina de cosechar a fines de junio o los primeros días de julio, sin embargo, las condiciones en agosto del año pasado fueron bastante lluviosas, lo que impidió sembrar en agosto, y tuvimos siembras más tardías, y tuvimos una primavera bastante ventosa, lo que llevó a que perdiéramos algunas superficies, faltó humedad en la superficie del suelo y nos retrasamos en la aplicación de los programas de control de malezas; después llegaron las temperaturas más veraniegas, que ocurrieron en un periodo bastante corto, con una lluvia a fines de enero y después no hizo más calor, el verano fue muy corto, y la achicoria es un cultivo que le gusta el calor, que teniendo un buen suministro de agua entre diciembre y febrero crece bastante, y es cuando más crece, pero eso tiene que ir acompañado de temperaturas altas. Creemos que todo eso afectó negativamente el desarrollo. Es lo que llamamos acumulación de grados días, que es la cantidad de horas por sobre un umbral, que en el caso de la achicoria es 10°C, y la acumulación de grados días en esta temporada fue más baja”, precisó.
La raíz de la achicoria es la materia prima para la producción de inulina, un ingrediente esencial de numerosos productos alimenticios por su alto contenido de fibra. Según Odepa, con datos de la Dirección Nacional de Aduanas, en 2020 se exportaron 26.324 toneladas de inulina desde su única planta, ubicada en la comuna de Pemuco, por un valor de 44,6 millones de dólares.
En cuanto a la superficie, Cañete sostuvo que fue menor a la meta de 3.600 hectáreas que tenían previsto contratar, ya que llegaron a 2.300 hectáreas contratadas -aproximadamente mil en Ñuble-, a las que se debieron sumar casi mil hectáreas, tanto de campos propios -unas 200 hectáreas- como de campos que arrendaron, con lo que alcanzaron a cubrir 3.300 hectáreas.
Lo anterior se debió al menor interés de los agricultores, que se extienden desde el Maule a La Araucanía. “Los productores tenían varias alternativas más rentables que la achicoria, como avena y maíz, y en algunos casos, la remolacha. El negocio que nosotros les ofrecimos en términos de precios y rentabilidad, no les fue tan atractivo. Nosotros pagamos $42.500 la tonelada limpia la temporada pasada y eso no les fue suficiente”, relató el jefe de Producción Agrícola de Orafti. En ese sentido, comentó que los buenos precios de los granos responden a un ciclo, por lo que podrían mantenerse o bien podrían caer, y de esa forma, los granos dejarían de ser más competitivos que la achicoria.
Temporada 2021-2022
“Es por eso que nosotros hemos mejorado nuestra oferta para esta temporada que estamos empezando, para la contratación que estamos haciendo ahora”, detalló el ingeniero agrónomo, quien recordó que tradicionalmente los incrementos en los precios rondaban el 5%, e incluso hubo cuatro años seguidos en que estuvieron pagando $40 mil, para luego subir a $42.500 en 2020-2021 y ahora, a $58 mil-$60 mil.
“Esa decisión se tomó por dos razones: porque necesitamos la materia prima, necesitamos abastecer a nuestros clientes; y además, estamos en un contexto en que hay otros cultivos muy rentables, por lo tanto, estamos en un ambiente muy competitivo, así que el directorio en Europa tomó la decisión de ponerse en el top 1 de competitividad”, dijo. Ello, en un contexto de aumento del precio de los insumos y de los costos en general.
En ese sentido, adelantó que la apuesta es mantener a la achicoria como el cultivo anual más rentable de la zona en base a rendimientos y costos promedio, al menos, por los próximos tres años. Acotó que más que mantener el nivel de precios, se trata de mantener la rentabilidad por sobre los demás cultivos anuales, como el maíz, el trigo, la avena y la remolacha, entre otros.
Planteó que “nosotros estamos pagando $60 mil por tonelada al agricultor que sembró el año pasado, con lo que, a costo y rendimiento medios, estamos hablando de una utilidad cercana a $1.400.000 por hectárea, que es más o menos lo mismo que renta el maíz con un rendimiento medio. Ahora bien, ¿qué pasa si mañana baja el valor del maíz y de la avena? Va a bajar su rentabilidad; entonces, no es que nosotros nos vayamos a mantener en los $60 mil, sino que nuestro precio el año siguiente va a ser tal que nos mantenga como el cultivo anual más rentable. Por otro lado, si el maíz sigue subiendo y aumenta su rentabilidad, vamos a tener que subir por sobre los $58-$60 mil, es decir, vamos a ir midiendo la tendencia de los cultivos más competitivos”.
Ello responde también a la imperiosa necesidad de Orafti de incrementar la superficie contratada para elevar su producción, de la mano del aumento de la capacidad de la planta. Este año la meta es llegar a 4.400 hectáreas contratadas, sin necesidad de arrendar campos nuevamente, pues según comentó Cañete, la experiencia fue negativa en cuanto a rendimientos, ya que la compañía no tiene la experiencia de administrar una gran superficie.
“Mi expectativa es que en esta campaña vamos a estar muy cercanos a la meta -por sobre las 4 mil hectáreas-, y que van a entrar a trabajar con nosotros varios productores nuevos, con lo que pasarían de 70 a 90 agricultores”, expresó.
“Esto es parte de un plan a mediano plazo en que necesitamos seguir aumentando la producción. Es un primer paso para futuros aumentos de superficie. Es un cultivo con grandes proyecciones en Chile. Tenemos planes de crecimiento, se están haciendo inversiones en la planta para aumentar la capacidad de procesamiento, por lo que es importante destacar que somos una alternativa por muchos años más”, concluyó el profesional.