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26   Domingo 10 de septiembre de 2023                                                                                        www.ladiscusion.cl

           Cultura






           Recordar para narrarnos una épica que nos potencie




                                           Recordar es actualizar el signifi-                                                      conocer lo que pasó e intentar una
                                         cado de las experiencias pasadas,                                                         nueva y más liberadora narrativa de
                                         para que con ese significado, po-                                                         perdón. Y eso pasa por hacer otra
                                         tenciemos el hoy de una identidad                                                         lista detallada de esos momentos
                                         autoelegida. Recordar, por tanto, no                                                      pasados -personales y colectivos-
                                         es para flagelarnos, desarmarnos   Hoy más que nunca hay hambre de una épica que nos      que bien pueden ser epifanía de algo
                                         ¡ni menos para des-amarnos! como   haga vivir, tanto a nivel personal como país. Rorty dice   trascendente que dejamos pasar. Por
                                         ojalá no sea el trágico resultado de                                                      tanto, recomendamos capacitar a
                                         las actuales conmemoraciones.   que “no hay una manera no-mitológica, no-ideológica,      nuestro débil narrador para recuperar
                                         Porque al país le pasa lo mismo que   de contar la historia de un país”. Propongo que para   esos sucesos marginales, y con ellos
                                         nos pasa a nosotros, a cada uno de                                                        aprender a contarnos una “biografía
                                         sus habitantes. Sin darnos cuenta,   Chile, esa saga, ese mito sea “país piloto del Espíritu y   no autorizada”.
                                         desde niños venimos reforzando  balcón hacia el infinito para desclasificar maravillas”.   Es decir, nos pasa lo mismo que
                                         una particular “historia oficial” de                                                      le pasa a Chile: según la época o el
                                         nosotros. Enfatizamos determi-                                                            tipo de gobierno, su historia la es-
                                         nados aspectos haciendo calzar el                                                         cribe la fuerza vencedora, que es la
                                         presente –forzándolo- a un guión                                                          ideología de turno que impone un
                                         que nos acomode. A la postre, nos                                                         relato oficial. El régimen militar, la
                                         vamos construyendo un domicilio                                                           democracia, el liberalismo capita-
                                         donde se refugie la identidad que                                                         lista, etc., nos seleccionan eventos
           Ziley Mora Penrose            declaramos. Pero resulta que hay                                                          e interpretaciones, reduciéndonos
           Escritor, etnógrafo y filósofo  dimensiones, perspectivas, hechos                                                       a ese guión.
                                         y situaciones muy concretas de                                                             Requisito fundamental es aprender
                                         nuestra historia, que no entran en                                                        a descubrir el hilo rojo de un mejor
                                         ese relato oficial. Así quedan fuera                                                      relato, uno que vaya conformando
                                         un inmenso caudal de experiencias                                                         cierta “saga personal”, la única
                                         sencillas, cotidianas, pequeñas feli-                                                     manera en que haríamos justicia a
                                         cidades, que no clasifican para ese                                                       la dignidad de nuestro ser. Porque
                                         relato. Por ejemplo, marginamos                                                           si la palabra es la morada del ser
                                         las visiones fantásticas que alguna                                                       del hombre (Heidegger), ¿para qué
                                         vez visitamos en sueño. O aquellos                                                        contarnos una desangelada historia
                                         luminosos sentimientos ya olvidados                                                       gris, la del currículum? No solo de
                                         que brotaron en una tarde al lado de                                                      pan vive el hombre sino de toda
                                         un río. Todos sucesos tan intensos,                                                       palabra poderosa; es decir de un
                                         relevantes como cualquier otra                                                            relato significativo. Hoy más que
                                         experiencia pues se van al mismo                                                          nunca hay hambre de una épica
                                         lugar del hipocampo de la memoria.                                                        que nos haga vivir, tanto a nivel
                                         Uno no vive en la casa que dice que                                                       personal como país. Rorty dice que
                                         vive, en esa de ladrillo, techo de                                                        “no hay una manera no-mitológica,
                                         zinc sin pintar (lamentablemente)                                                         no-ideológica, de contar la historia
                                         o esa que es parte de tal o cual villa                                                    de un país”.
                                         o condominio. No. Uno vive en el                                                           Propongo que para Chile, esa saga,
                                         espacio emocional de sus propios                                                          ese mito sea “país piloto del Espíritu
                                         prejuicios.                                                                               y balcón hacia el infinito para des-
                                           Es decir, uno vive en su hogar                                                          clasificar maravillas” y desde aquí
                                         interno y alrededor de la “cocina”   de las pasadas que preformatean   resentidos hasta la enfermedad. Lo   elegir, seleccionar los hechos que
                                         de su emocionar. Y esta la conforma   las presentes; vale decir, entre la   dijo Isabel Allende: “entre nosotros   nos eleven, nos compacten y nos den
                                         una arquitectura de palabras, de   memoria y el olvido.     el pesimismo es de buen tono, se   una identidad moral. Mas allá de este
                                         conceptos de referencias al “yo soy” o   Como personas y como país, hay   supone que solo los tontos andan   septiembre volcado a conmemorar
                                         al yo “creo que soy”. En verdad, uno   una fuerza obscura que nos hace   contentos”. Por eso que recomen-  un pasado, te pregunto lector: ¿con
                                         vive en el espacio narrativo que le   recordar intensamente la lista de   damos –desde al Ontoescritura y   qué recuerdos quieres alimentar tu
                                         permite las capacidades de un muy   lo amargo, lo trágico y doloroso y   en nuestra escuela y gimnasio del   Ser? ¿Con qué saga-misión, extraída
                                         selectivo narrador en las sombras.   nos hace olvidar nuestros recuer-  alma “Escribir pasa sanar”- no a   de tu amplia historia (no sólo de “esta
                                         Uno vive en el espacio interpretativo   dos más preciosos. Receta perfecta   “no olvidar”, sino a resignificar, a   vida”) te vas a elevar para desde allí
                                         de sus experiencias, particularmente   para envenenar el alma, y hacernos   narrarnos mejor. Requerimos re-  perdonar y perdonarte?
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